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Shiu Wen Wei autor del poemario Viajes en los que recrea la vida de Confusio. LA PRENSA/U.Molina.

Shiu Wen Wei, el poeta de Taipei

Director, editor de publicaciones impresas y digitales, revela sobre su quehacer frente a los versos y la vida de un poeta en la agitada vida de Taipei

Por Martha Leonor González

El reloj marca las 10 y 37 al entrar a la Embajada de Taiwán, justo el tiempo para iniciar una breve plática con el poeta  Shiu Wen Wei, esta vez uno de los invitados al Festival Internacional de Poesía de Granada, que se realiza a pocos kilómetros de Managua.

Al encuentro Pablo Hui, el secretario de Prensa que hace de traductor y Fernando K.J. Su, el Primer Secretario y Jefe de la Oficina del Consejero de Prensa, están acompañados del poeta que ha realizado un largo e intenso viaje desde Taipei donde reside.

El encuentro inicia con muchas interrogantes sobre, el poeta, la poesía china y su filosofía.


Su poesía está muy vinculada a la relación con su padre. Lo percibo en su poema: Acompañando a mi Padre a ver el Teatro Épico ¿Es así?

Hay una soledad profunda en mi padre que está en mí. Mi padre vino a Taiwán desde 1949, después de la guerra civil en China, viajó como un migrante y por ello con una serie de problemas de identidad, costumbres, esta vida de migrante produce soledad.

Yo en mis poemas, he enfocado esa vida como un teatro en una poesía surrealista para describir esa tristeza:

En mi sueño,
he visto a mi padre vestido de armadura,
entrando a la guerra.
Mi padre estaba de pie en lo alto del castillo,
y los soldados derrotados escapaban
delante de él.
Las espadas caían como tormentas de granizo,
entre sonidos de tambores,
los miedos se guardan en las armaduras de color azul-celeste.
Se tocaba el Laúd, durante las charlas,
para limpiar el llanto de los muertos.
Mi padre exprimió el guión,
mojado de sangre,
pasándomelo a mí,
que nací después de la guerra civil.

¿La poesía le ha servido para contar la historia de su familia?

De alguna manera hay una vida ahí. Una influencia que recibo de mi padre. Pero no heredo esa soledad, tengo una vida feliz. En estos poemas hay una visión del problema de la Guerra Civil, la soledad y la tristeza:

El poeta Shiu Wen Wei ha escrito muchos libros de poesía, así como de investigación literaria.
LA PRENSA/U.Molina.

Yo escogí en el guión desempeñar un rol de acompañante,
observando a mi padre derrotar al enemigo,
quitándose el miedo de la cara,
reubicando urgentemente a los soldados,
buscando alimentación para todas las tropas,
luchando contra la hostilidad enfadada.
Mi padre abandono un castillo vacío,
y reconstruyo una nueva tierra natal.

Yo tiro el guión y sigo desempeñando mi rol de acompañante,
escogiendo los trofeos de guerra,
codiciosamente.
Me convierto en un soldado desertor,
y escucho en el viento la voz de mi padre que canta
“Sosegado estoy,
tocando mi Laúd entro al castillo del enemigo.
Ay,ay,ay, no encuentro ningún amigo”.

Entre cambios de actos,
suenan los sonidos de platillos.
Al general del enemigo,
no le da tiempo para poder cantar,
y la soledad de mi padre me despierta.

Esta poesía que he escrito ha sido muy acogida por los lectores Hong Kong o en China continental, puesto que mucho vivieron el desarraigo, emigraron de sus lugares de orígenes por la guerra, como mi padre que viajó solo a Taiwán y se casó con mi madre que tiene la misma historia de ser emigrante.

Shiu Wen Wei, tiene 44 años publicó en 1995 el poemario Viajes. Se desempeña como profesor Adjunto del Departamento de Literatura China de la Universidad Tung Hwa de Taiwán, también es director de Centro de Cultura Digital de dicha Universidad, director de Centro de Oportunidad Digital de la Ciudad Haulien de Taiwán, director de la Junta Directiva de Fundación de Televisión Pública de Taiwán, y miembro de la Comisión de Asuntos Juveniles de Yuan Ejecutivo de Taiwán, y presidente de “Poesía: la Alianza Internet de Poesía Moderna de Taiwán”

¿Cómo se interesó por la literatura más por la poesía?

De adolescente compré dos libros de poesía para regalar a una chica, de la cual estaba enamorado, pero ella no me correspondió. Creo que ahí inició mi interés por la poesía, una vez en la universidad mi interés creció y uno de mis maestros me recomendó para publicar en una revista de poesía que se llama La Nueva Era, entonces me convertí en un miembro de la revista y llegué a trabajar por dos años como editor.

Luego en 1996 hice la primera página web que incluyó a los poetas más importantes de Taiwán. Lleva por nombre  Camino de poesía, y esta página ha coleccionado más de dos mil poesía de grandes autores de la poesía china.

¿En sus días qué aprende del ser poeta y los vínculos con la poesía?

Para mí la poesía,  ha sido determinante en la formación de mi personalidad, en la cultura china es un estilo tenue de cortesía y suavidad. Me ha ayudado a formar una personalidad que se puede combinar con el ritmo agitado de la vida, sobre todo en una ciudad como Taipei.

Mi ciudad tiene un ritmo muy rápido y la gente corre veloz, esa forma de ver el mundo a través de la poesía me ayuda a sobrellevar ese mundo agitado. Me sirve para entender la vida y a mejorar nuestra vida pública.

Además de su intensa carrera como escritor y docente, se graduó del Departamento de Leyes de la Universidad Soochow, y obtuvo su maestría y doctorado en periodismo en la Universidad Chen- chi. Ha recibido muchos premios y distinciones, entre ellos los más destacados son: Mejor Poeta Joven de Taiwán, premio otorgado por la Asociación de Poesía Moderna de Taiwán, premio en la categoría de Crítica Literaria, concedido por la Asociación Literaria de Taiwán en el año 2005.

Fue nombrado Profesor Sobresaliente de la Universidad Tung Hwa en el año 2003 y 2008. Formó parte del Comité Organizador del Festival de Poesía de Taipei durante los años 2002 y 2003.

El poeta Shiu Wen Wei, ha escrito muchos libros de poesía, así como la investigación literaria, actualmente se dedica al experimento literario digital.


¿En Taipei cómo se percibe la imagen de un poeta?

He notado que Nicaragua es un país de poesía y al contrario de Taiwan, que está en una transformación de estilo, los poetas son para las minorías, la gente lee más las novelas, los poetas no tienen tanta influencia como los novelistas, pero a través de la poesía he encontrado algo interesante, fue así como nació la página web donde puedo hacer esa poesía digital que puede ir a muchas personas.

La página es visitada por  unas 130 mil visitantes. En la página Camino de Poesía, tenemos el servicio de mandar una poesía al día a todos aquellos subscriptores. La página lleva una serie de atractivos, con imágenes en movimiento, letras que se fragmentan y hablan de estos poemas.


¿Los escritores están utilizando las nuevas tecnologías para dar a conocer la poesía?

Mi recurso para dar a conocer esta poesía no es solo en la multimedia, en realidad lo más importante es la filosofía oriental y ése es el enfoque que deseamos dar y combinamos estos elementos junto a las tecnologías aunque cuesta mucho tiempo y energía. He organizado tres exhibiciones en la poesía internacional en Taipei y considero que es una obra muy increíble, en estas exhibiciones que es una mezcla de video, imagen y poesía donde actúan muchos elementos. En el festival internacional de Taipei organizamos presentaciones de video, los performance donde se trabaja con la poesía. Son expresiones totalmente nuevas, a los profesores de las universidades les ha fascinado mucho.

¿La tradición en la poesía oriental  ha sido la reflexión y la contemplación de la naturaleza. Usted es parte de esa tradición?

Su observación es correcta, porque en la literatura nuestra siempre ponemos mucha relación entre el cielo y la tierra, es un elemento muy importante que la persona respete a la naturaleza. En mi poema El Árbol de Olivo, tengo mi propio concepto de la naturaleza, para mí es muy importante que ésta tenga armonía con la sociedad.

El poema trata de eso:

Nunca hemos usado el árbol de olivo como monumento.
Después de escapar afortunadamente de la masacre,
plantamos en la nueva tierra,
y en los paisajes trenzados de lagrimas,
los recuerdos del exilio de nuestros antepasados.

Siempre tratamos al desierto como una habitación vacía,
solitaria,
los niños lloraban
buscando el consuelo de sus madres muertas por la masacre,
la gente de la tribu permite que sus miedos,
le quiten sus cuerdas vocales,
tragándolas en sus estómagos.
Nuestras canciones son las cascaras del arroz quemado,
que vuelan hacia las nubes silenciosamente
enfrente de los pequeños arboles de olivo.

En nuestra niñez siempre jugábamos debajo del árbol de olivo.
El susurro del viento en las hojas verdes,
no revelan el inolvidable, sino el llanto de la fotosíntesis.
La sangre y las lágrimas se convierten a través del tiempo y la paciencia
en dulces frutas

Y desde entonces utilizamos el árbol de olivo como monumento,
y el tifón no puede arrancar sus  inscripciones.
Dejen que las palomas blancas canten y reciten en las ramas,
que los lirios silvestres canten debajo de la sombra
y así florezca la felicidad desaparecida.


¿Además de la naturaleza que otros temas forman su mundo poético?

Hay temas que quiero comunicar, la relación entre yo y mi familia, el amor, la muerte, como en la poesía Esterculia francesa que está hecha a un amigo,  además hay otra parte que es la crítica a la sociedad, a la política pero no de forma exagerada sino como contar una historia, por ejemplo la poesía Espantapájaros fue elegida entre las 300 poesías más importantes en Taiwán,  es una crítica a los políticos.


¿Las editoriales en China están apostando por nuevas publicaciones de poesía?

Siempre el interés es la novela, pero gracias a las nuevas tecnología hay grandes cambios, donde se pueden editar libros si hay la necesidad, se guarda el libro y después según la demanda se edita. Por ejemplo ya no se editan grandes cantidades, mil, dos mil, sino que las personas solicitan a la editorial y se les imprime directamente el número de libros que quiere según demanda. Otra forma es internet, donde se puede dar a conocer la poesía de los jóvenes que se está haciendo en China, y es una nueva forma de intercambiar y hacer debates.

Ahora toca al poeta atraer la atención del público y dar a conocer estas formas.

Wen-wei Shiu.
LA PRENSA/U.molina.

ESPANTAPÁJAROS

La sombra salió de mi cuerpo
corrió rápido
como llama a lo lejos del campo.

Día de siembra.
He intentado imitar la conducta de las personas
el campesino me decora cuidadosamente al colocarme dos latas vacías
ahora ya tengo un rugido agudo en el viento.

Los roedores jóvenes,
muerden con sus dientes desafilados mis pies delgados
envalentonados corren entre el campo y el granero
dejando libremente las evidencias de sus crímenes.
Los canallas saben que los campesinos
no quemarán los graneros para ahuyentarlos,
ellos predican orgullosamente,
que el espantapájaros no tiene la voluntad para defender el campo y evitar que ellos sigan robando.

Día de cosecha.
El arroz dorado se mueve por el aire,
proyecta un resplandeciente brillo,
las aves astutas observan como hasta el final del día y de la noche
él ha estado inmóvil sobre sus hombros.
Las aves al posarse sobre mis hombros,
demuestran la triste verdad,
que no tengo ninguna fuerza para defenderme,
yo grito con todas mis fuerzas al viento
moviendo mi cuerpo delgado.

Las aves con sus garras delgadas y afiladas,
penetran profundamente mi piel,
y me pregunto ¿por qué me colocan aquí en una mentira descubierta?,
yo no tengo fuerzas para cumplir los deseos de los campesinos,
ni para enfrentar las burlas de las aves.
Me siento mareado por las ondas que forman las espigas de arroz.

Yo trato de caer,
para liberarme de la vergüenza exasperante,
las aves vuelan al cielo y forman un arco iris
y vuelven otra vez a mi cuerpo.

ESTERCULIA FRANCESA

Los franceses nostálgicos salieron de las concesiones
regresaron a la Costa Atlántica de su tierra natal,
pero la Esterculia que plantaron en China se quedó pacíficamente.
En una tarde de verano en la Ciudad de Hangzhou
sus hojas amarillas predicen la llegada temprana del otoño.

Tú utilizaste tus pies frágiles para sentir el pulso de la tierra,
y recordar cuidadosamente los paisajes  de las montañas y los ríos.
Yo encontré en tus ojos tristes, que estabas preparando una receta contra la expresión fría del mundo cruel.

Tú soportabas el dolor sin ninguna medicina,
y leías sonriente bajo el árbol de Esterculia francesa.
“Este mundo no es mi mundo”
¿Dónde queda mi tierra natal?

Cuando la lancha de la noche navegaba silenciosamente hacia otra ciudad,
tu vida se parecía al último carbón rojo que llevaba un sutil calor,
que desaparecía en las sombras de las cenizas.
Pero todavía planeabas el próximo viaje,
imaginando que el próximo año y muchos años más,
ibas a ayudar a los enfermos.

Cuando quise terminar mi viaje y regresar a Taipei,
tú todavía llevabas en tus manos dos cajas de libros de medicina,
y querías seguir andando errante.
La Esterculia francesa extendió su hoja amarilla como palma,
despidiéndonos ya que caminábamos en diferentes direcciones.
Inconscientemente nosotros no habíamos notado,
que este fue,
tu último viaje.

 

 

 

Posdata: El día 20 de agosto de 1995 yo hice un viaje a la Ciudad de Hangzhou y ahí conocí al Sr. Han Yuan-Cheng, del Postgrado de Administración Pública de la Universidad Nacional Chengchi. Y ambos nos hicimos amigos íntimos, durante nuestro viaje de 7 días, sentimos lástima de no habernos conocido antes.


El día 26 de agosto, yo regresé a Taiwán y el Sr. Yuan-Cheng siguió su viaje a Shan Jai Suzhou, y regreso a Taiwán hasta finales de agosto. El 19 de septiembre, el Sr. Yuan-Cheng murió de cáncer, tan sólo tenía 30 años. El día 30 de septiembre participé en la ceremonia de despedida del Sr. Yuan-Cheng, esa noche no podía dormir y decidí escribir este poema.

 

 

La Prensa Literaria

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