CORRESPONSAL/NUEVA SEGOVIA
Fuertes lluvias, tormentas eléctricas y vientos a velocidades de fuertes tornados son fenómenos difíciles de imaginar en la temporada pico del verano, pero la realidad fue otra la tarde y la noche de este martes en gran parte de Nueva Segovia y Madriz, donde seis casas perdieron sus techos.
Fuertes calores atormentaron a los habitantes de la zona norte durante todo el día, hasta que a eso de las 4:00 p.m. del martes, el cielo oscureció y con ello llegó la lluvia que en Ocotal apareció desde el este y que ya había bañado a municipios como Jalapa, San Fernando, Ciudad Antigua, la zona sur de Mozonte.
- Un raro fenómeno se presentó el fin de semana pasado en Jinotega, cuando sorpresivamente comenzó a llover fuerte el sábado por la tarde, durante más de media hora y después quedó lloviznando gran parte de la noche y la madrugada del domingo.
Veteranos habitantes de este departamento, sostienen que cuando en pleno verano llueve así son tres lluvias, llamadas los jocoteros que anuncian que el invierno está cerca, según don Visitación Castro, habitante del municipio de Pantasma.
Los meteorólogos han anunciado que derivado del fenómeno de El Niño, el invierno podría entrar hasta julio en nuestro país. Eso dicen los expertos, pero la naturaleza y sus caprichos son impredecibles y al final se sabrá quién acertará.
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Las elevaciones o cerros que al sur rodean el otrora majestuoso Río Coco eran casi invisibles. Después de una hora de aguaceros —sólo en la zona sur de Ocotal (cabecera departamental de Nueva Segovia)— los vientos parecían indicar la presencia de torbellinos, que empezaron a ocasionar daños e inundaciones en las viviendas.
TECHO DE UNA CASA VOLÓ VARIOs METROS
El techo de la casa de Luis Lagos, en el barrio Cristo del Rosario en Ocotal, voló varios metros de distancia al ser desprendido por los vientos. Todos sus enseres quedaron expuestos al aguacero que en ese momento caía. La familia se salió a los primeros indicios de destrucción de la vivienda, buscando refugio en el vecindario.
Sus vecinos más cercanos también salieron en busca de refugio, dejando abandonados sus enseres, pero poniendo a salvo a dos niñas.
El techo de la vivienda de Antonio Lupiac se desprendió de tajo. Por la noche trataron de sacar sus enseres totalmente mojados para evitar que las paredes de adobe los dejaran entre escombros.
DOS NIÑOS ESTUVIERON EN PELIGRO
Otro desprendimiento de techo en una casa ubicada en la zona noreste del barrio Roberto Gómez, al sur de Ocotal, puso en peligro la vida de dos niños y su madre, cuando el alero se desprendió y cayó todo sobre las camas de la familia, que fue evacuada de inmediato a la casa de su hermano.
“Gracias a Dios aún no se habían ido a acostar”, dijo el hermano de la dueña de la casa, quien aún la mañana de este miércoles no salía del asombro.
PRIMERAS LLUVIAS EL DOMINGO
Una primera lluvia en Ocotal se produjo el día domingo sin ocasionar daño alguno. Para algunos campesinos de la zona, las lluvias son “normales” porque son propias de la temporada de “los jocoteros” y estarían dando paso a la entrada temprana del invierno.
El alcalde Carlos Efraín Norori y la secretaria del Concejo Municipal de Ocotal, Xiomara Tercero, constataron los daños en horas de la mañana y prometieron entregar en horas de la tarde de ayer, madera, clavos y zinc para la reconstrucción inmediata de los techos de las viviendas afectadas en los barrios Roberto Gómez, Cristo del Rosario y 19 de Julio.
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