Las irregularidades del proceso previo al día de las votaciones en las Regiones Autónomas de la Costa Caribe del país, como la cedulación excluyente y la no acreditación de observadores electorales, impiden que los comicios del domingo sean calificados como justos, limpios y transparentes, advirtió ayer Roberto Courtney, director ejecutivo del organismo de observación electoral no acreditado, Ética y Transparencia (EyT).
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- El presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas, dijo el lunes en la segunda y última presentación de los resultados preliminares (el 87 por ciento) de las elecciones regionales del domingo que ese tribunal continuaría actualizando los datos en el sitio web del Consejo.
LA PRENSA buscó ayer al vocero de esa institución, Félix Navarrete, para conocer cuándo se revelaría el 13 por ciento restante, pero él remitió otra vez a la página desactualizada.
EyT dijo ayer que esperan que el CSE dé los resultados completos y con detalles.
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La entrega de cédulas por personas ajenas a los Consejos Electorales, su gestión a través de los partidos políticos y la retención de ese documento a personas que no simpatizarían con el gobernante Frente Sandinista (FSLN) fueron las denuncias más frecuentes de los ciudadanos costeños y de los partidos de la oposición, principalmente del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), que también reclamó por el retraso y obstáculos en la acreditación de sus fiscales.
Además, sólo uno de cuatro organismos de observación electoral fueron acreditados por el Consejo Supremo Electoral (CSE), mientras otros internacionales como la Organización de los Estados Americanos (OEA) fueron invitados a última hora por el tribunal.
“A estas alturas y en estas condiciones no se puede estar hablando de si éste es un proceso limpio, transparente y justo, no existe ese entorno; si no, nada más el ver en qué medida se pudo respetar más o menos la voluntad popular de los electores”, dijo Courtney.
Para el director ejecutivo de EyT, organismo descalificado por el CSE desde las elecciones municipales del 2008, es lamentable que con un tribunal como el nicaragüense no se puedan analizar los parámetros internacionales para evaluar una elección, y que en cambio a sus ciudadanos sólo les reste identificar el nivel de certeza o duda que dará a los resultados de unas elecciones.
“Estamos en un proceso que acarrea vicios, es decir, que tiene un nivel de sospecha original”, precisó Courtney en relación a las denuncias que abundaron durante el proceso preelectoral y el que no se acreditara a los observadores, o que a quienes sí se les permitió se les haya extendido la credencial cuando el tribunal así lo quiso.
“Un equipo de observadores debidamente acreditado trabaja al menos desde sesenta días antes del día de la votación, y este asunto de la tinta indeleble de mala calidad se puede advertir desde ese proceso y corregirse incluso, pero vemos que el Consejo no lo hace y en cambio pretende manipular el asunto de la observación internacional trayendo a un jefe de la misión de la OEA (Dante Caputo) que en realidad vino a decir, un momento, yo no estoy de observador, vengo a decir que aquí hace falta observación”, explicó el ejecutivo de EyT.
Para Courtney, sólo el hecho de que el actual tribunal no sea una institución certificada para la organización de las elecciones, ya es un indicio de rechazo sobre si los comicios que éste tiene a cargo son transparentes.
El CSE asegura que las críticas en contra de esa institución son campañas de desprestigio, ejecutadas por los medios de comunicación. Sin embargo, encuestas nacionales muestran que el CSE es el Poder del Estado que más carece de credibilidad, porque siete de cada diez nicaragüenses no confían en su trabajo.
El director ejecutivo de EyT agregó que en elecciones como las regionales, “donde cien votos hacen la diferencia entre qué escaño se le entrega a tal o cual partido, resultan cruciales los temas del doble voto, sumado al sesgo político partidario en la integración de las diferentes Juntas Receptoras de Votos”.
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