Davis Hodgson no acostumbra irse hacia atrás, ni ante la más retadora pregunta. Pero cuando se le habla sobre los Juegos Centroamericanos de Honduras en 1990, se limita a señalar que “eso ya pasó y que no tiene sentido perder el tiempo en eso”.
Vamos a entrenar cuatro veces antes de viajar a Panamá, los días 23 y 24 de marzo, y luego, el 4 y 5 de abril. Los muchachos están en buena condición física por lo que están jugando y así no se afecta mucho el torneo local, concluyó.
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Quizá sea natural la frustración que le dejó aquella experiencia a Davis, cuando la tropa nica no pudo agenciarse la medalla de oro en los juegos del istmo y se tropezó contra El Salvador, que tenía como caudillo al nicaragüense Cirilo Errington.
Pero veinte años después, Hodgson dispondrá de un nuevo chance en los Juegos, que tendrán como sede Panamá, del 8 al 20 de abril próximo. Junto a la Federación de Beisbol, ya definió a la tropa que irá y que, obviamente, busca el oro.
“Nuestra meta tiene que ser alcanzar la medalla de oro, aún cuando muchas veces aquí se evalúa a los rivales sin conocerlos. Guatemala y El Salvador han trabajado bastante y tienen jugadores caribeños. Así que habrá que ir con cuidado”, afirma.
Sin embargo, el obstáculo más difícil en esta pretensión podría ser Panamá, que además de habernos aventajado desde hace un tiempo, dispone de bastante material como para la estructuración de una tropa que pueda alcanzar la cima ante su público.
“Además de ser sede, Panamá tiene calidad y buena presencia en las Menores. Y no pasa como con nosotros, que tenemos una cantidad estimable, pero en las categorías como novatos o Clase A. Así que el reto no es fácil, pero se asume”, dice.
La cautela de Hodgson no sólo tiene el fundamento histórico de lo ocurrido en 1990 en Honduras, sino que también en el último Mundial en Europa, se daba por descontada la victoria ante España y luego se comprobó que era una tropa complicada.
“España no fue fácil, pero estaba con jugadores de origen español nacidos en Estados Unidos. Igual cosa puede pasar con Guatemala y El Salvador, donde hay dominicanos y cubanos que cambian la fisonomía de un equipo”, advirtió el dirigente.
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