LA HABANA/CABLES COMBINADOS
- El Gobierno de Cuba siguió negando a sus ciudadanos derechos humanos básicos, denunció el jueves un informe anual de Estados Unidos, que también fustiga a Venezuela, donde señaló un incremento del acoso a los medios y a la oposición.
Entre las violaciones del gobierno cubano, el informe enumeró acoso, golpizas y amenazas contra opositores por parte de agentes del Estado; detención arbitraria de defensores de derechos humanos; y falta de procesos judiciales justos.
Asimismo, se limitó la libertad de expresión, de movimiento y de culto religioso, las autoridades monitorearon comunicaciones privadas, al tiempo que negaron el reconocimiento de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Mientras, en La Habana, una comisión opositora de derechos humanos desmintió ayer la afirmación del Gobierno cubano, de que en la isla no hay presos con estado de salud grave, y emitió un listado con una “muestra” de 25 disidentes encarcelados y reos comunes muy enfermos.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) contestó así al ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, quien aseguró en Ginebra, el pasado 3 de marzo, que no hay presos “cuyo estado de salud sea incompatible con el internamiento penal”.
El comunicado del grupo de oposición desafía a las autoridades al añadir que la única forma de establecer la verdad “sería abriendo el desproporcionado sistema carcelario de la isla al escrutinio internacional, del mismo modo que lo ha hecho EE.UU. con el campo de prisioneros de la Base Naval de Guantánamo”.
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Cuba se defendió de una condena del Parlamento Europeo por la muerte de un disidente y lo acusó de no tener moral para dar lecciones de derechos humanos a la isla.
Diputados europeos aprobaron ayer una resolución de crítica a Cuba tras la muerte del disidente Orlando Zapata Tamayo, quien falleció en febrero por complicaciones de una huelga de hambre.
El documento europeo “manipula sentimientos, tergiversa hechos, esgrime mentiras y oculta realidades”, expresó a su vez un comunicado de la Asamblea del Poder Popular, el Parlamento de la isla, entregado a medios de prensa por la Cancillería.
“El pretexto utilizado ha sido la muerte de un recluso (Zapata), sancionado primero por delito común y luego manipulado por intereses norteamericanos y la contrarrevolución interna, quien por voluntad propia se negó a ingerir alimentos a pesar de las advertencias y la intervención de los especialistas médicos cubanos”, agregó el mensaje isleño.
CUBA DICE NO TENER RESPONSABILIDAD
Según la declaración cubana el deceso es un “hecho lamentable”, pero del que no puede responsabilizarse a la isla y menos usarse para atacarla en materia de derechos humanos.
“Detrás de esa condena hay un profundo cinismo”, dijo la Asamblea al señalar la falta de compromisos de Europa en ayuda al desarrollo de las naciones pobres para mantener su modelo consumista, la represión a los inmigrantes y desempleados o permite la instalación de cárceles ilegales.
Paralelamente lo contrapuso al extenso programa de cooperación cubano, con el despliegue de médicos en naciones pobres de la región.
“Ofende a los cubanos también ese intento de darnos lecciones”, indicó el comunicado.
La muerte de Zapata causó un revuelo internacional, pese a que las autoridades indicaron que los reclamos del preso incluían desde mejoras en el trato carcelario, hasta la colocación de teléfono y televisor en su celda.
La condena es “discriminatoria y selectiva”, indicó el mensaje: “Los cubanos rechazamos la imposición, la intolerancia y la presión como norma en las relaciones internacionales”.
Actualmente un segundo disidente —esta vez no preso, sino en su casa— comenzó una huelga de hambre.
HOSPITALIZADO
El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace 17 días, fue hospitalizado ayer tras sufrir un nuevo desmayo, una semana después de haber sido llevado al hospital por primera vez en estado inconsciente y deshidratado.
Fariñas perdió el conocimiento alrededor de las 13:45 (18:45 GMT) en su casa de Santa Clara, ciudad del centro de la isla, y fue trasladado al hospital provincial Arnaldo Milian Castro por familiares y periodistas que se encontraban visitándolo.
El médico personal del opositor, Ismel Iglesias, dijo a Efe que Fariñas amaneció “totalmente deteriorado”, con presión baja, taquicardias y síntomas visibles de deshidratación.
Poco antes del desmayo, el director de un policlínico del sistema de Salud Pública lo visitó con otros médicos y le pidió que lo acompañara en una ambulancia a una institución médica para hacerle un chequeo profesional, dado su deterioro.
Fariñas, de 48 años, agradeció la “profesionalidad y humanidad” con la que los médicos lo trataron, pero insistió en que le tomaran las muestras en su casa Santa Clara, 280 kilómetros al este de La Habana.
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