Gisella Canales Ewest, Ramón Villarreal y Josué Bravo
MANAGUA/ PEÑAS BLANCAS/ COSTA RICA
Sin aviso ni explicaciones. Así se cerraron y reabrieron esta semana las fronteras norte y sur de Nicaragua, impidiendo durante varios días las importaciones de perecederos y animales vivos, y dejando pérdidas aún sin cuantificar.
Desde ayer las fronteras con Honduras y Costa Rica regresaron a la “normalidad”, según informó el Gobierno.
En Nicaragua aún se desconoce la cifra precisa de la afectación, pero en Costa Rica, empresarios calculan que perdieron unos dos millones de dólares a causa del bloqueo nicaragüense en Peñas Blancas.
El sector privado de Nicaragua y Costa Rica informó que el daño real se valorará la semana entrante.
Carlos Céspedes, gerente de comercio internacional de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), considera que las pérdidas serían por el bloqueo al tránsito de productos perecederos y por la inversión logística de empresarios cuyos camiones al final quedaron varados en Peñas Blancas.
Pollos muertos a Costa Rica
Sin que nadie diera explicación alguna a los camioneros del porqué estuvieron retenidos en la frontera de Peñas Blancas, con cargamentos de perecederos, pollos recién nacidos y hasta carne de exportación, al atardecer del viernes las autoridades aduaneras y de migración de Peñas Blancas les dijeron que podían regresar a Costa Rica.
Un trailero contó cómo presenció la muerte de unos 30 mil pollitos fértiles de un día de nacidos de la empresa costarricense Pipasa, que los entregaría a una empresa avícola de Managua.
El camión ingresó al complejo aduanero nicaragüense la tarde del pasado jueves. Al momento de regresar a suelo costarricense ya casi todos los diminutos animales habían muerto. Según los camioneros que lograron ver la escena, la explicación que les brindaron en el Ministerio de Agricultura y Forestal (Magfor) y Aduana es que sólo cumplían con una orden gubernamental.
Ayer ya se apreciaba una aparente normalidad en el despacho aduanero de Peñas Blancas, sin embargo no hubo una autoridad que pudiera dar una información al respecto.
Ramiro Berríos, segundo jefe de la Aduana de Peñas Blancas, dijo que él no estaba autorizado para dar información al respecto.
Tanto el representante de la Cámara de Exportadores de Costa Rica como la viceministra de Comercio de ese país, Amparo Pacheco, ayer continuaban sin conocer qué motivó a Nicaragua cerrar y luego reabrir sus fronteras al comercio exterior.
La versión extraoficial que se maneja en Costa Rica es que Nicaragua se molestó porque el Ministerio de Agricultura de Costa Rica había ordenado hacer pruebas de laboratorio a una carga de frijoles provenientes de Nicaragua para determinar si tenía rastros de plaguicidas organofosforados.
Según Pacheco, Costa Rica espera que antes de bloquear aduanas o fronteras, haya conversaciones entre las autoridades entre los dos países para evitar medidas drásticas y pérdidas millonarias.
- José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, informó que para los empresarios nicaragüenses más que pérdidas lo que produjo el desorden aduanero fue incremento en los costos.
Esto —estimó de forma preliminar Aguerri— pudo incrementar los costos en al menos 250 mil dólares, aunque esta cifra será revisada la semana entrante, cuando se evalúe la afectación.
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Céspedes dijo, por su parte, que decisiones como ésta, donde no hay argumentos ni siquiera técnicos para detener el tránsito de mercancías, retroceden la integración centroamericana por la que se trabaja.
Por importadores “desordenados”
La viceministra de Comercio de Nicaragua, Verónica Rojas, dijo que la razón del cierre de las fronteras norte y sur fue para “ordenar” a los importadores que estaban comprando y trayendo productos del exterior sin tener los previos permisos.
La inestabilidad en las importaciones inició hace varias semanas y se agudizó con el cierre total de las fronteras del país, lo cual afectó también a grandes empresas avícolas y de embutidos.
La viceministra tuvo que ser abordada en una plaza comercial en el costado norte del Ministerio Agropecuario y Forestal (Magfor), al término de una reunión que sostuvieran autoridades del Gobierno con importadores.
A esta actividad, realizada en el Magfor, no se le permitió entrar al equipo periodístico de LA PRENSA. Según explicó un vigilante, los únicos autorizados a presenciar la reunión eran el oficialista Canal 4 (propiedad de la familia gobernante) y Canal 8 (recientemente comprado por Albanisa, la empresa vinculada con el presidente Daniel Ortega).
Firman acuerdo
Durante la reunión realizada en el Magfor los ministros de Agricultura y de Comercio firmaron un acuerdo con los importadores. Este acuerdo implica que los importadores hagan los trámites correspondientes antes de traer la mercadería al país.
“Lo que está pasando es que importan, llegan a la Aduana y no tienen el certificado sanitario. Entonces, ahora ya se comprometieron, e hicimos paso por paso de lo que tenían que hacer y ellos están de acuerdo en cumplir. Esperamos que no se vuelva a dar el problema”, destacó la viceministra Rojas.
Al consultarle a Rojas si hay cálculos de las pérdidas causadas por el cierre de fronteras, contestó que “no tenemos cálculos, te mentiría si te dijera”.
Añadió que al menos de parte de Nicaragua no habrá más problemas de este tipo, y que la única posibilidad de otro cierre sería sólo si la Aduana costarricense decidiera cerrar.
Migdalia Gómez, importadora y vicepresidenta de la Asociación Nicaragüense de Vegetaleros (Aniveg), recordó que desde noviembre pasado el Gobierno venía poniendo trabas a los permisos de importaciones y que acordaron que sólo importarán (en el caso de los perecederos) cuando no haya producción nacional.
“Esta pelea de los permisos viene desde noviembre y tuvimos 21 días duros porque hacíamos acuerdos, se borraban, volvíamos a hacer acuerdos, pero logramos salir satisfactoriamente. Para nosotros está resuelto, porque fue compromiso de nosotros dar prioridad a la producción nacional. Esperamos que los acuerdos a que llegamos sean respetados”, mencionó.
Cierran sin razòn
Por su parte, Brígida Manzanares, presidenta de Aniveg, opinó que nunca hubo razón para el cierre de las fronteras.
Por la restricción de las importaciones, Manzanares dijo que los empleados de empresas importadoras se vieron afectados por varios días, pues no había productos que comercializar. En su caso, además, la cancelación de las importaciones le dejó un furgón de papas podrido, que valoró en unos 12 mil dólares.
Sin “permiso” para informor
Toda una odisea resultó entrar al área de Aduana y Migración de Peñas Blancas, pues la oficial de Migración recibió la orden de no dejar pasar a LA PRENSA al lugar. Haciendo uso del artículo 66 de la Constitución Política de Nicaragua, que dice que “los nicaragüenses tienen derecho a la información veraz”, el corresponsal de LA PRENSA continuó con su labor, hasta que el subdelegado de Migración y Extranjería, Napoleón García, insistió en que estaba restringida la entrada para los periodistas.
García manifestó que primero hay que pedir cita para entrar a esa área e indicar qué tipo de información se anda buscando. Insistió en que el área es internacional y que es competencia de Migración y Extranjería permitir o no el acceso a los medios de comunicación.
El conocido jurista rivense Róger Pérez Aguilar criticó la decisión de Migración y Extranjería de restringir el acceso a los medios de comunicación “a un área que es pública, en el sentido que ahí pasan miles de nicaragüenses”.
(Con la colaboración de Alina Lorío).
El ingreso de las importaciones de productos vegetales y animales a Nicaragua a través del puesto fronterizo de Las Manos, en Nueva Segovia, se normalizó después de 14 horas de cierre. Mas de 100 furgones con embarques procedentes de San Pedro Sula y Puerto Cortés, en Honduras, aguardaron en sendas filas en la zona fronteriza hondureña.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 A ,4 A