Sonia Aguirre, hermana de Silvia de los Ángeles Aguirre, asesinada por Pedro Jiménez Cantarero, apeló ayer a la conciencia de la juez Roxana Zapata, para que no ceda a la demanda de la defensa del sentenciado, de revisar una vez más la pena de éste.
Aguirre recurrió al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), donde confió su preocupación por la posibilidad de que en un menor tiempo Jiménez pueda quedar libre, si la judicial acepta una revisión de la pena, que sería la segunda, tras la ya aplicada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
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“Yo también quiero apela r a la conciencia de la juez Roxana Zapata, tanto como juez, como mujer, como madre y como ciudadana nicaragüense (…) porque la verdad de las cosas es que no creo que se le vaya a dar pie a lo que el abogado defensor está pidiendo, porque eso sería un insulto y una bofetada para todos los nicaragüenses. La justicia ¿en qué lugar estaría?”, se preguntó Aguirre.
La hermana de la víctima refirió que la ley no puede ser “tan benevolente con los criminales” y se preguntó: ¿Dónde están nuestros derechos como víctimas, nosotros no pudimos enterrar completa a nuestra hermana, nunca aparecieron todos sus restos (…) ésa es una herida profunda que vamos a llevarnos por el resto de nuestras vidas”.
Aguirre comentó que después de cinco años de ocurrido el asesinato de su hermana todavía no puede responder a las preguntas que le hacen los hijos de ésta, que quedaron pequeños al momento del crimen.
“La verdad de las cosas, se me hace un nudo en la garganta, porque no sé qué respuesta darles ¿y cómo pueden venir ahora a decir que este señor tiene una conducta intachable?”, increpó Aguirre, quien considera que el asesino de su hermana mantiene la actitud arrogante y desafiante que mantuvo el día del juicio en diciembre del 2004.
Al momento de haber sido encontrado el cuerpo de Silvia de los Ángeles Aguirre, en un potrero de San Francisco Libre, Managua, le faltaban la cabeza y la pierna izquierda, los cuales aún no han sido encontrados.
CENIDH SIENTA POSICIÓN
El funcionario del Cenidh, Gonzalo Carrión, expresó que la administración de justicia ya expresó un nivel de consideración con el reo, al cambiar en diciembre pasado la Sala Penal de la CSJ, la pena de 30 a 25 años de prisión, de acuerdo con el nuevo Código Penal.
Esto porque según Carrión, independiente que el nuevo Código Penal establece como delito el asesinato y no asesinato atroz como fue condenado en su momento Jiménez.
Carrión mencionó que en el Artículo 140 del Código Penal indica que cuando concurran dos o más de las circunstancias señaladas, que en este caso se refieren a alevosía y ensañamiento, el responsable de asesinato sería penado con 20 a 30 años de prisión.
Por lo que Carrión estimó que a Jiménez, a quien se le modificó la pena, los magistrados de la Sala Penal de la CSJ bien le hubieran podido mantener la pena.
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