Nicaragua no debe continuar ignorando el cambio climático, ya que de lo contrario las consecuencias podrían ser lamentables cuando llegue el momento de enfrentarlas con mayor rigor.
Éste fue de fondo el mensaje transmitido por la Alianza Nicaragüense ante el Cambio Climático, que aglutina al menos a 43 organizaciones preocupadas por el tema a nivel nacional.
Víctor Campos, representante del Centro Humboldt, informó que el objetivo de la Alianza es fomentar una política nacional para la adaptación y la reducción de la vulnerabilidad al cambio climático, como eje principal del desarrollo.
Según Campos, es urgente que el Gobierno, como rector de las políticas nacionales, valore “los efectos (del cambio climático) en los diferentes sectores, como eventos hidrometeorológicos extremos (huracanes, inundaciones, sequías) y programas de gestión del riesgo en zonas vulnerables”.
La Alianza valoró el esfuerzo del Gobierno en enfrentar la sequía que atraviesa el país, pero recordó que no se le ha dado la importancia apropiada a la crisis de agua, ya que la está enfrentando como una situación del momento y no hay preparación para el futuro.
“El plan ante la sequía es eso, un plan, pero tiene que abrir el proceso, el sector público tiene la responsabilidad de liderar ese proceso. La gente que tiene problemas de acceso al agua necesita un apoyo más decidido del Gobierno para enfrentar este fenómeno (del cambio climático)”, comentó Campos.
El cambio climático es un fenómeno especial, porque sus efectos, al ser ambientales, impactan en todas las áreas de la vida.
El representante de Humboldt recordó que el fenómeno, que consiste en el calentamiento global, incide en la producción, la salud, economía, energía, transporte y resto de sectores sociales y productivos del país.
Por esta razón, la Alianza aprovechó para recordar al Gobierno que no es un ministerio el que debe estar a cargo de las acciones para enfrentar el cambio climático, sino la propia Secretaría de la Presidencia, ya que tiene la capacidad de coordinar todo el Gabinete de Gobierno.
Campos insistió en que la urgencia de esta coordinación consiste en que probablemente la cumbre a realizarse este año en México no sea la solución final a un acuerdo mundial para disminuir los efectos del cambio climático, por lo que cada país deberá actuar a nivel interno y enfrentar el fenómeno concentrados en sus comunidades.
Los miembros de la Alianza ya lo están haciendo, según Campos, pero urge el liderazgo del Gobierno.
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