NUEVO LAREDO, México/AFP
Varias calles y avenidas de la ciudad mexicana de Reynosa (noreste), incluida la que conduce al puente fronterizo con Estados Unidos, fueron bloqueadas por más de dos horas hoy por presuntos miembros del crimen organizado, informaron autoridades locales.
“Desconocidos cruzaron autobuses y camiones en varias de las calles de Reynosa, lo que generó un caos vial”, explicó a la AFP vía telefónica un funcionario de alcaldía de Reynosa que solicitó no ser identificado.
Entre las vías bloqueadas la que conduce al puente internacional que conecta con la ciudad de Pharr (Texas), cuyas autoridades fueron alertadas.
“Estuvimos en comunicación con el jefe de la policía de Pharr, Rubén Villescas, y ellos se mantuvieron en alerta para cualquier contingencia que se registrara del lado estadounidense”, explicó el funcionario.
Ayer en Washington, el influyente senador republicano John McCain instó a su gobierno a desplegar la Guardia Nacional en la frontera con México para contrarrestar la violencia del narcotráfico.
Los bloqueos colapsaron el tránsito vehicular en Reynosa mientras que pasajeros, transportistas y automovilistas vivieron momentos de temor e incertidumbre, explicó la fuente.
Según sitios web de varios diarios mexicanos, los bloqueos habrían sido obra de bandas al servicio del narcotráfico para detener la movilización de la policía, tras un enfrentamiento inicial entre pistoleros y uniformados.
En Tamaulipas, uno de los seis estados mexicanos fronterizos con Estados Unidos, actúa el cartel del Golfo, dividido -según autoridades- por una pugna entre sus capos tradicionales y los ‘Zetas’, militares que desertaron y fueron reclutados en la década de 1990, que ahora disputan el control de la organización.
Según varios testigos citados por medios mexicanos, los individuos equipados con radios de comunicación ordenaron a los conductores detener sus vehículos para bloquear las calles y entregar las llaves.
Ese procedimiento es similar al usado el 19 de marzo por narcotraficantes para bloquear calles e impedir operaciones militares en Monterrey, capital del vecino estado de Nuevo León, en acciones que desembocaron en choques entre pistoleros y soldados, en los que dos universitarios murieron.
El gobierno mexicano atribuye más de 15.000 asesinatos al narcotráfico desde fines de 2006 cuando ordenó el despliegue de 50.000 militares para perseguir a los capos.