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La imponente construcción del Puerto La Unión, en el Golfo de Fonseca, en El Salvador, luce mayormente vacía. LA PRENSA/G. FLORES

La Unión: ruta de tráfico y más

El bote repleto de pescado y jaiba casi revienta. Un soldado custodia el cargamento frente a una choza en la playa de Potosí para comprobar que son sólo 15 quintales de mariscos que van a la costa salvadoreña de La Unión.


III PARTE

Golfo de Fonseca: Frontera trinacional  (I parte)


Cosigüina: el puño de Nicaragua (II parte)

El bote repleto de pescado y jaiba casi revienta. Un soldado custodia el cargamento frente a una choza en la playa de Potosí para comprobar que son sólo 15 quintales de mariscos que van a la costa salvadoreña de La Unión.

El motorista del Estelita II es un rubio delgado y ojos verdes, Yáder Ruiz, uno de esos tantos potosinos que tiene doble vida, una aquí en esta playa y la otra del otro lado.

El oficial de Aduanas y el de Migración le han entregado sus papeles en el edificio destartalado que parece una bodega abandonada. Aunque se construye una nueva casa para la migración en el terreno que una vez fue blanco de los ataques de la Contra, todas las instalaciones portuarias están desoladas y carcomidas por los años, incluso el muelle.

A las cinco de la tarde sale el bote con sobrepeso desde las rancherías de Potosí donde está la carga de los pescadores. 30 minutos después del zarpe y poco antes de alcanzar la franja de tierra de la Punta San José, ahí donde no hay más orden y ley que el de las olas, se detiene el motor para cargar más pescado, esta vez de contrabando.

Con el peso de cuatro hombres en la lancha y unos 20 quintales del producto, el viaje de dos horas dura el doble. Sólo ilumina la travesía los minerales fosforescentes del golfo cuando el bote rompe el agua de noche. La sombra de los farallones de Cosigüina se divisa lejos, como el relieve volcánico de los tres territorios a norte, sur y este, adornado con las luces de los caseríos.

A las ocho de la noche llega el bote a una playa ubicada al suroeste del volcán Conchagua. Estamos a una hora en carretera del municipio porteño de La Unión, unido con las playas del golfo y el Pacífico por una carretera que circunda el cono volcánico por el oeste.

El Tamarindo en la región de Jagüey es la esquina suroeste del golfo salvadoreño. Ningún obstáculo, patrulla o policía, resguarda la playa desierta o impide el tránsito marítimo. Sólo los acopiadores esperan su carga y comienzan su faena de inmediato.

Un kilómetro más abajo en la playa, la fuerza naval es avisada de la llegada del bote y llegan a cubrir el suceso, una hora después del atraco.

La incomodidad de la gente con la llegada de periodistas es evidente cuando se investigan los reportes de medios sobre El Tamarindo, uno de los principales puntos ciegos del Pacífico, usados para el trasiego. El año pasado las autoridades debieron repeler a las maras que querían apropiarse de la zona tras la detención del principal traficante Daniel Quezada.

Pocos días antes de la llegada de LA PRENSA, dos policías vinculados con el narcotráfico fueron detenidos en esta playa y un bote con municiones calibre 22 también fue capturado en otra comunidad cercana.

Por eso, buscar un hotel de noche puede convertirse para un par de periodistas en un inesperado encuentro con soldados que tras los portones de un edificio te abren cautelosos sin dejar de apuntar directamente con su M-16.

PUERTO FANTASMA

Llegar a La Unión es fácil. Desde los balnearios del Pacífico hay una carretera estrecha, aunque con síntomas de uso, en la curva del golfo o el Jagüey hay caminos aún sin asfaltar.

[doap_box title=”Hasta 600 mil personas” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • Son doce municipios salvadoreños que colindan con el Golfo de Fonseca o están conectados por el sistema de cuencas. En Honduras son 10 municipios que comparten costa y en Nicaragua serían dos municipios, El Viejo y Puerto Morazán (departamento de Chinandega).
Es decir, entre 400 mil y 600 mil personas estarían viviendo en esta área.

En el lado salvadoreño, dos de los municipios están en extrema pobreza; pero por lo general, hay producción agrícola y ganadera como en las regiones vecinas. También sobreviven de las remesas familiares que mantienen un nivel de vida moderado, explicó Ricardo Jiménez, secretario general de Asigolfo.

La Unión, principal ciudad del Golfo de Fonseca, usa además el mar como cloaca, no muy diferente de sus vecinos, sólo que este centro urbano salvadoreño es habitación de más de 30 mil personas.

Después del conflicto armado, El Salvador ha logrado reconstruir gran parte de su infraestructura, aunque hay caminos interdepartamentales que no están bien, el sistema energético funciona, las telecomunicaciones, mientras la cobertura en salud cubre el 70 por ciento y el seguro social el 30 por ciento de la población, sostiene Jiménez.

Asociaciones como Asigolfo se enfocan más en problemas ambientales como son el manejo de los recursos hídricos y contaminación, aunque también reconocen la importancia de la agricultura y el turismo.

Particularmente cuando se habla de agua potable por falta de un sistema eficiente de distribución y la contaminación, se está poniendo en la meza un problema común en todo el golfo que no reconoce fronteras.

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Desde San Salvador una autopista de cuatro carriles une el puerto con el centro y por si fuera poco algunos empresarios hasta sugieren construir un aeropuerto departamental.

Desde las laderas del Conchagua lo más llamativo de la ciudad portuaria es el nuevo muelle y su torre de control, sin barcos, ni personal, apenas unos trabajadores se mantienen terminando los últimos trechos de piso.

El puerto La Unión Centroamericana es administrado hasta la fecha por la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), institución que sostienen que tendrá con el muelle principal y los secundarios unos 820 metros lineales de frente de atraque que desde comienzos del 2008 fue inaugurado y desde entonces no conoce lo que es un cayuco por falta de consenso para determinar su futura administración.

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Las obras tienen la intención de mejorar el comercio con Asia, afirma el ingeniero de CEPA Mario Orantes. Por eso Japón invirtió millones en el megaproyecto, el único puerto centroamericano para barcos postpanamax, es decir, aquéllos que por el momento no pueden pasar por las exclusas del Canal de Panamá, monumentales transportes como los petroleros construidos a partir de 1988, con 284 a 318 metros de largo, 37.80 a 42.80 de ancho, profundidad de 13.50 a 14.50 y capacidad para 4,600 a 7,000 contenedores estándar.

Orantes considera que en mayo podrían empezar a llegar los primero barcos al puerto, donde esperan recibir además yates y cruceros turísticos. También hay empresarios nicaragüenses interesados en la nueva terminal marítima que ha levantado la expectativa de toda la región.

Sin embargo, la inversión aún no ha podido cuajar en otros proyectos privados como el ferry La Unión-Manguera-Amapala.

Edwin McCay, empresario local, trató de crear un transporte turístico en la zona entre el 2004 y el 2007, pero dejó de operar cuatro meses por el período de huracanes intenso que se vivió en el 2005 y 2006, como el mantenimiento era demasiado grande y la disponibilidad era insegura.

Él y sus asociados que en su mayoría eran pequeños y medianos empresarios, prefirieron terminar con el ferry, a pesar que la oferta incluía playas, volcanes e islas del golfo y el turismo ha incrementado en la región año con año.


EL DESTINO NICA

Cerca del muelle municipal de La Unión, frente al edificio departamental de gobierno, un par de hondureños se acercan a pedir trabajo a cualquier transeúnte, mostrando su cédula de identidad y pidiendo a la vez dinero porque acaban de llegar.

El Salvador con su dolarización y economía también es un refugio para los vecinos empobrecidos, sobre todo nicaragüenses. No es muy difícil encontrar compatriotas de este lado. Ellos están aún en el rincón menos esperado como playa El Tamarindo o los balnearios Las Tunas y Playas Negras, están en el parque central de La Unión o en las esquinas de un área comercial vendiendo cocos, reposterías, esquimos y raspados y hasta en las haciendas del interior.

Galileo Andasol tiene 21 años y acaba de heredar de sus padres uno de los bares en la playa de Las Tunas, entre El Tamarindo y La Unión, tiene varias mujeres nicaragüenses trabajando en su cocina.

En las costas  del Golfo de Fonseca habitan entre 400 mil y 600 mil personas. LA PRENSA/G. FLORES

“Nosotros aquí en El Salvador le abrimos las puertas a las personas de Nicaragua, porque son necesitadas”, dice.

Sólo en esta playa pueden trabajar anualmente unos cien nicaragüenses, mano de obra fluctuante, que viene y se va por temporada, mujeres ante todo.

Nubia del Carmen Bustamante, de 32 años y originaria de Chinandega, tiene 3 meses de trabajar para Andasol, envía entre 45 y 60 dólares mensuales a Nicaragua a sus tres hijas menores de 18, 16 y 8 años, nada mal cuando lo más que ofrecían en el país eran 600 córdobas.

Ahora no quiere regresar a casa, su futuro está centrado en arreglarle la casa en Chinandega a sus hijas, ahorrar para la promoción de la mayor y esperar que ellas no vivan las mismas malas experiencias suyas.

Reina Isabel Jirón, quien hace cuatro años llegó buscando a una hija a El Salvador y al encontrarla se quedó trabajando en las playas, explica que una vez le ofrecieron trabajar en una “casa de prestigio”, pero descubrió que se trataba de prostitución.

Desde que murió su madre, hace un año, ha perdido un vínculo muy grande con Nicaragua, pero aún no cree haberse desprendido de su país.

Reina Silva, en cambio, vende reposterías en una esquina del Parque Central de La Unión, su esposo es salvadoreño y ella viene temporalmente a vender aquí “por la misma situación que vive el país”, también tiene un tramo en el Mercado Oriental y es madre de siete hijos.

Sobre la migración los organismos salvadoreños no tienen ninguna alarma, como advierte el periodista del Canal 9 de La Unión, Carlos Turcios Romero.

“Hace diez u ocho años se empezó a sentir la presencia de los nicaragüenses, la gente de Nicaragua son como los salvadoreños en Estados Unidos, se superan rápido, ellos trabajan un par de años, llevan el dinero en dólares, compran un terreno y de repente lo ves con un carro, no moderno, pero he visto personas de Nicaragua que se han desarrollado aquí”, indica.

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No todos llegan con el mismo propósito, algunos homicidios y robos han sido cometidos por compatriotas, particularmente en Santa Rosa de Lima y Polorós, lo cual ha generado cierta desconfianza para algunos empleadores, particularmente ganaderos y agricultores, pero esto hasta ahora no ha sido tema político contra la migración.

 Nubia Bustamante y Reina Jirón trabajan en un restaurante de playa para mantener a sus hijos en Chinandega. LA PRENSA/G. FLORES

Nacionales Golfo de Fonseca La Unión Potosí archivo

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COMENTARIOS

  1. Armado J Ortiz
    Hace 14 años

    Meza o mesa?

  2. el brujito
    Hace 14 años

    Cuando el gobierno Somoza estuvo de turno los Q venian a trabajar a Nic eran todos los CAmericanos todo abundava,hoy el pequeno circulo burgues es miltimillonario el presidente Ortega y su celula millonaria se burlaron de el socialismo,de el pueblo derechos humanos,y hoy son capitalistas con el hambre de el pueblo,son enemigos de los capitalistas que trabajaron para su capital,de la burguesia USA pero aseptan los millones de le ayuda USA.

  3. Hace 14 años

    El Exilio y la separacion de familias parece no tener fin en Nicaragua.
    Politico, Hambre, Pobreza, son las mayores causas del Exilio de los Nicaraguenses, que ha afecta a todas las clases sociales.

    OJO SR. PRESIDENTE!!!!!!

  4. Orlando
    Hace 14 años

    Que viva CentroAmerica unida.

  5. Carlos Duran Pallavicini
    Hace 14 años

    Cuenta mi anciana Madre….Que aun vive…..Prima de Tacho Somoza viejo, que cuando ella viajaba por esa zona de La Unión: ruta de tráfico y más…..Miro llorar al Chiguin, cuando este miraba hacia el cosiguina….y mi querida e inocente Madre, se condolió de su alejado pariente. Pero yo le recordé, que ese, Tacho, le había tanquetiado su casa….que recordara que puso a otros parientes amarrados en la tanqueta y ahí murieron y desaparecieron……Me pregunto, porque lloraría lagrimas

  6. Caudillo masoquista
    Hace 14 años

    De las fronteras si pasaran , cansadados de promesas y politicos caudillistas las aguas de la migracion no se detienen ante la indiferencia de politicos religiosos poetas y duenos de medios de comunicacion que cayan la necesidad de democratisar el estado secuestrado por el odio al pueblo de los pactistas .
    Escriben de todo menos de eleciones primarias y que el pueblo elija a sus diputados y no el sucio dedo del caudillo de pension vitalicia.
    dicen no tener dinero para padrones electorales pe

  7. DILVER ANDASOL
    Hace 14 años

    VIVA LAS TUNAS LA UNION,, TIERRA HERMOSA QUE ME VIO NACER… DIOS BENDIGA MI PATRIA BELLA.

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