Monseñor Bernardo Hombach prácticamente ya tiene listas las maletas para entregar la Diócesis de Granada al sucesor nombrado por la Santa Sede, el obispo Jorge Solórzano, el próximo domingo 11 de abril, día que la Iglesia católica celebra la Divina Misericordia.
Hombach, de origen alemán, se ha caracterizado durante su vida sacerdotal por instar a los gobiernos a ser transparentes y practicar la justicia, pues considera que una sociedad sin transparencia pública y con escasez de justicia “trunca todo proceso de desarrollo y democracia”.
“No hay mucha transparencia, nuestras administraciones están acostumbradas a ‘yo mando, yo digo ( ), y que nadie me pregunte porque yo mando’. Y cuando se les pide rendición de cuentas ya dicen que es por desconfianza”, indicó el sacerdote católico en entrevista con LA PRENSA.
Añadió que la transparencia es “algo que falta a nuestras administraciones públicas. Hay que rendir cuentas. Por ejemplo, los diputados que reciben una suma enorme para que ellos hagan el bien, pero nunca rinden cuentas y yo no sé para qué se les da”.
El líder religioso insiste en que la transparencia se tiene que dar tanto en la administración pública como en la Iglesia, pues considera que es un deber moral administrar honestamente los bienes.
“Y eso, con sinceridad, experimentamos lo mismo en la propia Iglesia. Necesitamos todos la conversión. La conversión a Dios la vemos como algo meramente espiritual. Yo creo que dentro o fuera de la Iglesia tenemos que hacer continuamente un proceso de conversión”, afirmó.
“Tenemos que ser transparentes de todo lo que entra, de dónde viene, para dónde sale ese dinero. Si tuviéramos eso, Nicaragua sería uno de los países más ricos del mundo”, dijo el aún Obispo de Granada.
Hombach señaló que todo el dinero que ingresó bajo su administración está debidamente sustentado, pues considera que “la transparencia ayuda a despalmar cualquier desconfianza”.
País puede salir adelante
Precisó que Nicaragua tiene muchas oportunidades de recuperarse económicamente, sin embargo, asegura que hace falta despolitizarla, hacer uso de la transparencia, trabajar en armonía y practicar la justicia.
“Nicaragua es muy politizada, una gran parte de las cosas están politizadas y uno de los puntos principales que crea una profunda desilusión y desconfianza es el sistema jurídico. Eso causa una gran desconfianza. Cuando la justicia no funciona tampoco el resto anda bien. Yo diría que la justicia regula la base moral de una nación”, afirmó Hombach.
Insistió en que el país necesita entrar en un proceso de conversión, donde el trabajo, la tolerancia y la justicia sean la base de su desarrollo.
“Como sociedad necesitamos algo como una conversión, pero con un espíritu de justicia. La justicia sin amor es cruel”, aseguró el sacerdote.
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