Mi Punto de Vista
¿Qué más se puede esperar del miembro de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) Alejandro Ruiz? Ayer Ruiz se sumó a tres directivos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el parlamento, para dejar fuera de la orden del día una ley que pretende anular el Decreto Presidencial 03-2010, con el cual Daniel Ortega prorrogó en sus cargos a 23 funcionarios de Estado, pasando por encima de la Constitución.
Ruiz aseguró que los cinco miembros de la ALN harán quórum en las sesiones ordinarias programadas para la próxima semana y señaló al PLC de “chantajear” al FSLN, al romper el quórum, para negociar la elección de los funcionarios del Estado.
Hay que recordar a los electores nicaragüenses que el pasado 28 de octubre de 2009 Ruiz se abstuvo de la votación por la agenda del día, en la que incluirían el trámite de una ley para anular la resolución de seis magistrados sandinistas en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que permitiría la reelección de Daniel Ortega en el 2011. Todo, a pesar de que la ALN había acordado lo contrario con las demás bancadas.
Después, el 3 de diciembre de 2009 la ALN da sus votos al FSLN para la aprobación de la reforma fiscal y el Presupuesto General de la República 2010, a pesar de que había aceptado un acuerdo entre bancadas opositoras contra la nueva medida fiscal.
Cada día queda en evidencia que los diputados de la ALN no son más que dóciles “políticos” vistiendo la “camiseta” rojinegra del FSLN. Y esto hay que reiterarlo. Los diputados de la ALN, por sus acciones, evidencian que son orteguistas y están sujetos a los mandatos de su “jefe”, el partido gobernante.
Por acciones como éstas es que son vistos como una bancada oportunista, cuyos miembros bailan al ritmo de los vaivenes de la política que lidera el presidente Daniel Ortega Saavedra.
Ésta es otra razón más por la que la oposición debe trabajar en función de una propuesta sólida, libre de ambiciones personales caudillistas que afecten a toda una nación. Una alternativa en la que los políticos egoístas, petulantes, presuntuosos, endiosados y creídos no sean la alternativa para que lideren las candidaturas a Presidente y Vicepresidente de la República, así como para diputados en el parlamento nicaragüense en las próximas elecciones nacionales en el 2011.
Sin embargo, también hay que señalar que mientras la oposición no tenga una actitud más beligerante, el panorama político se ve difícil para un cambio de gobierno en el 2011. Y eso será responsabilidad enorme de los mismos líderes de del PLC, Vamos con Eduardo y cuantas agrupaciones se sientan de la oposición, porque siempre terminan truncando posibilidades de que otras personas lideren el cambio.
Son incapaces de decir: “Depongo mis pretensiones mezquinas y apoyo a una persona que nunca ha sido cuestionada por nada”. Pero qué va. Esto no se ve cercano dentro de los líderes políticos de la oposición. Aquí no hay disciplina ni interés de nación. Por eso es que pasan cosas como las de la ALN, una agrupación oportunista que sólo afecta a los electores. Así que cuanto antes hay que generar el cambio, pero con sensatez.
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