El alcohol y la velocidad son las principales causas que —asociadas con la falta de pericia del conductor, las condiciones de las carreteras y señalizaciones— cada día cobran más vidas en accidentes de tránsito, lo cual se ha llegado a convertir en un problema de salud pública.
El doctor Jorge Luis Prosperi, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Nicaragua, señala que el alto índice de muertes y lesionados por accidentes representa una gran carga económica para el país.
Según estadísticas de la OPS, el gasto económico representa el uno por ciento del Producto Interno Bruto del país, además de las vidas humanas perdidas, años de vida útil perdidos y la carga emocional y sicológica que representa para las familias de las víctimas.
Debido a que los accidentes, muertos y lesionados han aumentado, los gastos para el país también han aumentado en 64 por ciento del 2004 al 2009.
Sin embargo, el aumento se da también en toda Centroamérica. El gasto en el 2004 fue de 858 millones de dólares, en cambio en el 2009 aumentó a 1,442.90 millones de dólares.
Prosperi señaló que hace tres años el Día Mundial de la Salud lo dedicaron a la prevención de los accidentes de tránsito en todo el mundo, dándole el respectivo seguimiento, sin embargo no ha sido suficiente.
En Nicaragua, sólo en el primer semestre del 2009, fallecieron 354 personas y el año terminó con cerca de 601 fallecidos y 5,524 lesionados. Entre enero y febrero de este año los accidentes de tránsito ya han dejado 110 muertes y 892 lesionados.
- Además de políticas públicas la concienciación es lo primordial
Jeaninne Horvilleur Cuadra, miembro de PUDE, señaló que en el marco de la familia se debe trabajar mucho, porque las medidas de prevención no pueden ser autoritarias, sino educativas. Si educamos a que se pongan los cinturones de seguridad, que si toman no manejen o que dejen un conductor designado, lo tomarán como una costumbre, dijo Horvilleur.
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A nivel centroamericano, Nicaragua ocupa el quinto lugar en número de accidentes de tránsito, obteniendo el primer lugar Costa Rica, Panamá el segundo, Belice el tercero, El Salvador el cuarto, Honduras le sigue a Nicaragua y por último Guatemala.
Prosperi dijo que la cantidad de gente que fallece por accidentes de tránsito es mayor a la que muere por dengue, malaria, gripe H1N1 u otras enfermedades juntas.
ELEMENTOS DETONANTES
Según datos de la OPS, las edades en las que se concentra el mayor número de muertes es de 21 a 25 años, con una proporción promedio de dos hombres por mujer fallecida.
El sociólogo Juan José Soza, catedrático de la Universidad Centroamericana (UCA), dijo que el principal elemento es el alcohol. Según el especialista, no es una cuestión propia de la edad, sino un problema muy radicado en la sociedad y generalizado en la juventud. “Lo podemos ver en la universidad, los que tienen más acceso a recursos que se mueven en un contexto urbano, el alcohol es como una carta de presentación, es un elemento que tiene que ver con la forma de convivencia grupal, el ser aceptado en un grupo, esto conlleva a una serie de resultados desde la violencia incrementada hasta accidentes de tránsito”, dijo Soza.
El otro elemento tiene que ver con la familia. Soza dijo que cada vez es más común que los jóvenes crezcan solos, porque padre y madre tienen que trabajar. “Eso va haciendo que ellos crezcan carentes de una serie de valores necesarios que les permita restringir su forma de estar en sociedad y sobre todo unos valores que les hagan sentir que a cada etapa corresponde una dinámica de compromiso”.
Agregó que influye la ausencia de la figura paterna y no sólo por irresponsabilidad, sino por migración, un problema que cada vez es más creciente en nuestros países.
Para Soza debe existir un tipo de control de parte de la familia, la cual debe compartir de manera sustancial con los hijos y estar vigilante.
CONCIENCIA CÍVICA
Orlali Flores Altamirano, miembro del grupo de Personas Unidas en el Dolor y la Esperanza (PUDE), un grupo de padres y madres que después de perder a alguno de sus hijos en accidentes de tránsito se han unido para superar el duelo y llevar un mensaje de defensa de la vida a los jóvenes, señala que para paliar el problema se debe empezar por el núcleo familiar, para concienciar a los jóvenes sobre la importancia de cuidar su vida .
Prosperi también señala que esto es un problema familiar y de conciencia ciudadana. “El problema no es algo que se va a terminar poniendo más policías en la calles, ni es una solución sólo del Gobierno o de la empresa privada, es un asunto de todos, necesitamos conciencia cívica”.
“Todos tenemos algo que aportar, estamos llenos de resoluciones, leyes, reglamentos, lo que hay que vigilar es que se conviertan en políticas de estado y asignaciones presupuestarias coherentes con lo que se declara, si un Gobierno se compromete con el tema de la seguridad vial tiene que destinar financiamiento a nivel nacional para que las cosas que tienen que ver con seguridad vial tengan financiamiento y sean posible. Por ejemplo que las calles estén en mejor estado, que haya suficiente cuerpo policial para que se vigile y se haga cumplir las leyes, que se penalice de verdad a los infractores”, dijo el representante de la OPS.
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