CORRESPONSAL/ GRANADA
La disputa por la entrega de 60 nuevas placas de taxis alcanzó un nuevo pico este viernes, cuando el Concejo Municipal realizó la sesión ordinaria de este mes fuera de la ciudad de Granada, decisión que los transportistas y pobladores interpretaron como una burla del alcalde Eulogio Mejía y los concejales.
Aproximadamente 300 pobladores de los barrios de Granada y los trabajadores del sector taxi que ayer cumplieron el cuarto día de paro de sus unidades supuestamente fueron burlados ayer por las autoridades municipales, luego que no les permitieron participar en la sesión ordinaria realizada en Malacatoya, según denunciaron dirigentes de cooperativas de taxi.
Los afectados aseguran que Mejía mandó a sus trabajadores a quitar las cadenas de la barcaza para no permitir que los vehículos que iban en caravana pudieran pasar el río y cruzar al otro lado, impidiendo así la participación ciudadana en la sesión.
Sin embargo, Mejía se presentó anoche a LA PRENSA con una parte de los concejales, para informar que la sesión se realizó en San Pedro de Malacatoya por dos razones.
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La primera fue que la sesión en esa comunidad ya estaba prevista antes de la huelga. La segunda es que tenían información en la Policía de Granada de que el viaje sería boicoteado por los transportistas.
Mejía denunció que ayer, por casualidad, la barcaza en que se transportarían resultó dañada, y que investigaría el caso.
El concejal Jaime Ramírez se disculpó con los pobladores de El Rayo, isletas de Granada, porque no pudieron viajar en la barcaza, pero les garantizó la revalidación de su ruta de transporte.
Según los pobladores consultados originarios de El Pantanal, iban a exponer un problema que tienen con sus títulos de propiedad, mientras otros llevaban otras peticiones, dijo Manuel López, del barrio La Estación.
CONCEJALES NO VAN
Entre las personas que no lograron pasar están tres concejales sandinistas que, según dijeron, circulaban por el camino que les corresponde para llegar a esa comunidad granadina.
No obstante, confirmaron que el alcalde Mejía, el secretario del Concejo, Otto Navas, y el resto de concejales, entre ellos una concejal sandinista, se movilizaron desde muy temprano, pero por el lado del municipio de Tipitapa.
Flor de María Rivera, concejal sandinista, explicó que tanto ella como la concejal Ariane Maldonado y el concejal Emilio Mena, todos de la bancada del FSLN, no fueron avisados de que el alcalde y el resto de personas viajarían por esa zona y no por el camino correspondiente.
Rivera y sus homólogos dijeron que una persona que labora en la barcaza se lanzó al agua para quitar las cadenas y dejarla fuera del alcance de las personas que deseaban ir a exponer sus problemas al Concejo.
Mejía aseguró que los concejales sandinistas sabían de la situación e informaron que tomarían una ruta alternativa a la de él, pero no llegaron.
TAXISTAS MOLESTOS
Por su parte, José Leonel Treminio, miembro de una de las cuatro cooperativas que demandan revisar la aprobación de 60 nuevas concesiones para taxis, lamentó la situación y dijo que una vez más queda demostrado que Mejía está dando la espalda al pueblo y al sector.
“Nosotros íbamos a pedirle que nos conteste el recurso (contra las concesiones), sea a favor o en contra, y salimos 90 transportistas y 300 pobladores que llevaban sus inquietudes, pero nos cortaron el acceso”, dijo Treminio.
El alcalde Mejía aseguró que Granada sólo cuenta con 208 placas, a pesar de tener más de 100 mil habitantes, y que la protesta es porque unos pocos taxistas tienen el monopolio de muchas placas.
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