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Dionisio Marenco, ex alcalde de Managua. LA PRENSA/Guillermo Flores

Dionisio Marenco, Ex alcalde de Managua: Ayuda venezolana “es deuda pública”

Su nombre estuvo resonando en los medios de comunicación esta semana gracias a la típica verborrea del diputado, sindicalista y doctor Gustavo Porras. Éste, uno de los fieles a la pareja presidencial, llamó “payaso” al ex alcalde de Managua, Dionisio Marenco, cuando surgió el rumor de que sería nombrado titular de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), tras la renuncia de Ruth Selma Herrera.

Fotos de La Prensa/Guillermo Flores

Su nombre estuvo resonando en los medios de comunicación esta semana gracias a la típica verborrea del diputado, sindicalista y doctor Gustavo Porras. Éste, uno de los fieles a la pareja presidencial, llamó “payaso” al ex alcalde de Managua, Dionisio Marenco, cuando surgió el rumor de que sería nombrado titular de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), tras la renuncia de Ruth Selma Herrera.

Pero más que gracia y pedirle disculpas por haberlo llamado por su apodo, Marenco reconoce en esta entrevista que en realidad le hubiera gustado ocupar el polémico puesto, sin embargo, a pesar de ser un viejo militante del Frente Sandinista y en algún momento muy cercano a Daniel Ortega, no recibió propuesta alguna.

Por ahora, Marenco invierte sus horas en un proyecto educativo, una universidad virtual dirigida a maestros de matemáticas para secundaria y cursos de pedagogía para maestros de primer grado de primaria. Y Aunque se define alejado de la política y de su partido el FSLN, no dudaría en aceptar una candidatura presidencial sobre todo si viene de su partido. Eso sí, como ya todos tienen su candidato, vaticina que si las elecciones fueran hoy, indudablemente Ortega sería el ganador debido a la debilidad de la oposición.

¿Ingeniero, qué fue lo que pasó con el diputado Gustavo Porras?

Bueno, parece que se puso bravo porque yo le dije el apodo que tiene, “hambre cero”. Se puso molesto, pero qué culpa tengo yo, si yo no le puse “hambre cero”, quién sabe quién se lo habrá puesto. A mi me pareció simpático y se lo dije cariñosamente, pero se puso bravo. Le pido disculpas, pues, si se molesta con su apodo.

¿De dónde salió la idea de que usted iba para Enacal?

Jajaja… pues fijate que realmente no lo sé porque comenzaron a salir las bolas (rumores) en los periódicos, en las radios, me llamaba gente, me llamaban trabajadores de ahí, técnicos… yo tuve mucha relación con Enacal durante la Alcaldía… (Enacal) es una empresa que debería ser casi municipal porque realmente la distribución de agua potable, negras y pluviales creo que debería ser administrada por cada ciudad, porque si hay algo que está cerca de la ciudad es el agua… pero bueno, aquí es una cosa estatal.

Cuando yo me gradué de ingeniero mi primer trabajo fue en agua. Trabajé un año en el Plan Agua para Managua, esta planta de tratamiento que se inauguró hace poco la comenzamos a trabajar en ese tiempo con el ingeniero Agustín Chang y con una compañía norteamericana. O sea, conozco un poquito del tema y es una empresa que requiere de mucha ingeniería. Tal vez por eso… dicen que algunos sindicatos mencionaron mi nombre… hasta que vino el señor Porras y dijo que él se oponía a que yo fuera… jajaja… yo hasta ese momento ni sabía si me habían propuesto.

¿A nivel personal le interesaría dirigir Enacal?

Sí me atrae, me gusta. Sé que es un problema difícil, es mi especialidad, es mi carrera, sé que le podría ayudar mucho a la gente y es un problema bien delicado. Si pudiera agarrar Enacal y partirla en dos, yo trabajaría en todo lo que es bombeo, distribución, manejo de cuencas, exploración del manto subterráneo, traslado de agua del Lago de Managua… eso es bonito.

Ahora, que yo haya pensado ir, no se me había ocurrido, sería un clavo salvaje. Hay mucha gente que no quiere pagar, es un servicio público que la gente da por hecho. Yo creo que la Ruth (Herrera) hizo un gran trabajo, es una mujer muy dedicada, hay una cantidad de sindicatos enorme que están acostumbrados a beneficios que tal vez van más allá de la capacidad de la empresa, pero de ahí para adelante ni siquiera se me había ocurrido.

No hubo una propuesta oficial, entonces.

Nada. Si todas fueron puras bolas… cuando Porras dijo que él se oponía entonces yo dije que no había ido porque él se había opuesto, pero lo dije por joder nada más, pero el maje agarró la vara… jajaja.

¿Usted cree que Gustavo Porras tenga realmente poder de decisión dentro del Frente como dicen algunos?

No, a mí lo que me parece es que lo usan para… como cuando hay que atacar… lo usan como punta de lanza más que todo.

¿Y cree que les está resultando?

No. Ése es un trabajo muy ingrato porque quedás mal con la gente. Se supone que él es un líder sindical pero debería ser una persona más comedida. Me parece un poco grosero cómo trata a las persona, pero bueno, hay caracteres de caracteres.

¿Considera que en este momento hay luchas de poder dentro del Frente Sandinista?

Nooo, yo veo muy monolítico al Frente, no veo facciones que se estén disputando, veo que el poder lo centraliza Daniel obviamente… la Rosario sólo una parte del Frente, pero el que controla es Daniel Ortega.

¿Cuánta importancia cree que tenga Ortega en la región, por qué tantas visitas presidenciales en estos días?

En el caso de Chávez es una cosa, y en el resto de Centroamérica es otra. Con Chávez hay una relación de estrategia que tiene y que mantiene a Nicaragua flotando, porque los soportes económicos que recibe Nicaragua de Venezuela son espectaculares, o sea, es lo que mantiene flotando al gobierno de Daniel Ortega y creo que es para bien de Nicaragua.

Las otras relaciones en el área, tal vez lo más espinoso sea lo de Lobo (presidente de Honduras) porque con el derrocamiento de Zelaya fue condenado por todo el mundo y el Gobierno de Nicaragua fue uno de los que más apoyó a Zelaya. Debe ser difícil ahora salir apoyando o reconociendo a alguien que fue tildado como golpista en su momento.

¿Con Costa Rica cómo quedamos?

Con Costa Rica Nicaragua tiene una relación muy, muy particular porque ahí hay miles de nicaragüenses y ha habido una relación tan cercana en lo económico que es muy diferente con el resto de Centroamérica. Aunque algunas veces los ticos desprecian a los nicaragüenses, tiene cierta xenofobia antinicaragüense, pero la realidad es que tenemos a 700 mil nicas ahí que no los pueden ignorar y que son una fuente importante de remesas para Nicaragua y que son un nivel importante de población económicamente activa para Costa Rica.

Costa Rica no puede prescindir de los nicaragüense y el Gobierno de Nicaragua está en la obligación de tener buena relación con el Gobierno tico para proteger a sus ciudadanos que están allá.

Sin embargo, Nicaragua se ha mantenido recelosa con Costa Rica.

Yo creo que era por choques de personalidad con el presidente (Oscar) Arias, que es un traido viejo que viene desde los tiempos de la revolución, porque Arias de alguna manera fue un rival de la revolución sandinista. Con la señora (Laura) Chinchilla a pesar que creo que es una prolongación del gobierno de Arias, me da la impresión que va haber más fluidez en la relación.

Ella es muy inteligente, de mucha capacidad, dicen. Fue ministra de Seguridad Pública, creció a la sombra del presidente Arias, de manera que debe reflejar más o menos la misma ideología. No la conozco, pero dicen que es de carácter fuerte y no creo que vaya a cambiar mucho la política hacia los migrantes nicaragüenses, pero sí es obligación de Nicaragua mejorar lo más posible la relación con Costa Rica para mejorar la situación de los nicaragüenses que están allá.

Ésta es una codependencia para ambos países.

Sí, porque si Nicaragua encontrara la manera de traerse a todos sus ciudadanos, la economía costarricense colapsa. Simplemente no habría quién recoja la caña, el café, ni quién lave los platos en los restaurantes, ni quién cocine en los hogares ticos y se acabaron todos los choferes y los “zepoles” (vigilantes) que están allá.

Hablemos del presidente (Hugo) Chávez. Se habló mucho pero se supo poco de lo que venía hacer…

(Ríe) Yo no supe nada de lo que venía hacer.

¿Qué tipo de visita fue ésa?

Es… es rutinario, él siempre visita los países aliados de él, pero desafortunadamente no hay una política de información y si la hubo parece que fue a media noche cuando nadie estaba cubriendo o yo como televidente no iba a estar hasta la una de la mañana esperando qué decían, pero me imagino que es lo mismo, el Alba, la refinería, los proyectos que alguna vez han mencionado.

Ingeniero, el presidente Chávez dijo ayer, al menos en una ocasión, que la ayuda venezolana para Nicaragua es de Estado a Estado, pero las investigaciones periodísticas han demostrado que ese dinero se está manejando a través de empresas privadas.

Es que creo que ahí ha habido un error de enfoque tanto del Gobierno como de los medios. Yo he estado claro que siempre ha sido de Estado a Estado. ¿Por qué no lo entienden así? No sé. Que las inversiones después se administran a través de figuras privadas, esa es otra cosa. Si yo te regalo a vos un carro y después decidís ponerlo a taxiar, ya ésa es cosa tuya. Si yo te lo permito, vos podés hacer con ese carro lo que vos querrás y nadie se debe molestar por eso. Si a Chávez no le importa que el dinero lo maneje Caruna o que lo maneje un grupo empresarial privado, ése ya es un problema de Venezuela, porque el que pone el dinero es Venezuela.

¿Y de qué manera se pueden monitorear las ganancias o los beneficios para el Estado de Nicaragua?

Aquí la Contraloría de la República debería auditar cada centavo de eso, porque ese dinero es deuda pública aunque no pase por la Asamblea, aunque no esté registrado así, aunque digan que no lo es… lo mismo dijo el presidente Chávez ayer, la ayuda es de Estado a Estado, más claro no lo pudo haber dicho.

¿Qué podría pasar con esos fondos si en el 2011 tenemos un cambio de gobierno?

¿En Nicaragua o en Venezuela?

En Nicaragua.

La situación es bien peculiar porque cualquiera que llegara al Gobierno en Nicaragua, debería tratar de mantener y mejorar ese flujo de fondos. En otras palabras, ningún gobernante que tuviese Nicaragua podría manejar este país sin los fondos venezolanos. No hay posibilidad ninguna, no hay capacidad, el país no puede pagar la factura petrolera.

A los precios del petróleo de hoy serían 700 millones (de dólares) sólo en combustible y Nicaragua no puede pagar esa cantidad. O sea, si cambiara el Gobierno, el nuevo gobernante debería tratar de cerrar ese protocolo. Ahora, si cambiara el Gobierno en Venezuela, ahí si nos meteríamos a un problema complicado porque no sabemos si un nuevo gobierno va a seguir la línea que tiene el presidente Chávez. Si no sigue esa línea, Nicaragua, en lenguaje popular, ahí sí que nos jodimos.

¿Y cómo un nuevo gobierno en Nicaragua podría recuperar la administración de esos fondos venezolanos que están siendo manejados por empresas privadas?

Yo me imagino que a través de una intervención o simplemente mandás a llamar a los que tienen el dinero y que presenten cuentas pues. “Que no, que es privado”, “No señores, esto es estatal, quién se los dio”. Es un solo producto el que viene aquí produciendo dinero, que es el petróleo, entonces vos tenés que ir a una sola empresa, no hay que correr mucho.

Se sospecha que las ganancias están quedando entre la familia Ortega-Murillo.

Sí, pero todo eso son especulaciones. Nadie lo ha demostrado, ni nadie lo ha ido a averiguar. La Contraloría debería verificar eso y no lo han ido a hacer. Si no lo hacen están cometiendo una falta grave.

Yo no creo eso (que la familia Ortega-Murillo se quede con las ganancias). Es que es demasiado dinero. No es posible que alguien agarre 400 millones de dólares y se los eche a la bolsa, tenés que ponerlos en algún banco, en alguna parte. No es que te llevaste un cuaderno de un colegio o se llevaron un libro de una librería, es un volumen de dinero espectacular.

Ahora, te repito, si el donante no tiene problema en cómo manejan los fondos donados, pues ideay, en buenahora.

¿Cree que Chávez influye mucho en la política nacional?

Pues no sólo en la política nacional, yo diría que la vida del país depende de Venezuela.

¿Y cómo ve eso, de cara a la influencia que Estados Unidos también podría ejercer?

Bueno, Estados Unidos debería estar contento de que Venezuela esté metiendo ahorita un poco de recursos porque es una carga que se le quita a ellos. Nicaragua no le pide dinero a los Estados Unidos y además, Estados Unidos tiene una relación comercial amplísima con Venezuela. Sólo para que te des una idea, Venezuela le exporta a Estados Unidos un millón de barriles de petróleo diarios. O sea, en diez días Venezuela le está exportando a Estados Unidos lo que nosotros importamos en un año.

¿Cree que estos estados son injerencistas con Nicaragua?

Los países grandes, los países poderosos siempre que tienen relaciones con un país pequeño ejercen algún tipo de injerencia, obviamente. Si un país chiquito quiere ser injerencista con nosotros, puede que lo quiera, pero no puede.

Le pregunto esto a propósito de la visita de representantes del Senado estadounidense la semana pasada, y que algunos liberales vieron como una apoyo a la unidad liberal.

Sí, yo sé, yo también me reuní con ellos pero no me dijeron eso. Ellos preguntaron qué era lo que había, cómo miraba la cosa, pero no me dijeron ‘queremos que se una la oposición’, ni los escuché decir eso en ninguna parte. (Arnoldo) Alemán se encargó de publicar una foto de que se habían reunido con él, como para decir ‘yo ya no soy un ciudadano proscrito por los Estados Unidos’ a como fue la política del embajador (Paul) Trivelli, que prácticamente casi decía ‘hay que sacar a Alemán del juego’. En ese sentido, Alemán avanzó un poco porque le dieron un estatus ya no discriminatorio.

¿Podría ser ese un punto a favor de los liberales?

Podría ser, podría ser si vos creés que la política norteamericana aquí tiene algún valor.

¿Usted cree que tiene algún valor?

Pues yo diría que no mucho porque la vez pasada hicieron lo posible o lo imposible por apoyar una causa liberal y ganaron los sandinistas. De tal manera, si leés el Wall Street Journal el sábado anterior a las elecciones (presidenciales del 2006), en una entrevista que me hizo a mí José de Córdoba, yo dije una frase que él la dejó al final de la entrevista, yo dije: el señor Trivelli es el jefe de campaña de Daniel Ortega. Nadie le ayudó más al Frente como Paul Trivelli.

¿Y cómo ve la lucha de fuerzas para las elecciones del 2011?

Hasta el momento yo pienso que van Alemán, Ortega por el Frente, tal vez va Eduardo Montealegre si logra conseguir una casilla y no sería nada extraño que fuera también un cuarto partido que es la ALN, que sería probablemente del interés del Frente que vaya un ALN para que le dividiera los votos a los otros.

La lógica es siempre la misma. Si van todos juntos contra el Frente, al Frente le cuesta ganar. Si la oposición va dividida entonces el Frente tiene oportunidad de ganar, no necesariamente va ganar, pero tiene fuertes posibilidades de ganar.

¿Cómo está su relación con el Frente Sandinista?

Yo estoy un tanto apartado de la política cotidiana del Frente porque desde que salí de la Alcaldía (2008), como hubo algunas tensiones y algunas cosas, pues yo he tenido la prudencia de no meterme en lo que no me corresponde, y además, el Frente está muy metido en las cosas del gobierno, ya tienen un paquete hecho y entonces he preferido apartarme un poquito.

Tampoco el Frente lo ha buscado…

No, no, no, tampoco.

No tiene relación con el presidente Ortega.

No.

¿Con todo lo que significó el Frente Sandinista para usted, qué significa esa separación emocionalmente?

Yo entré al Frente cuando éramos contados con los dedos de la mano, y cuando no lo hacíamos por ningún puesto, por ninguna prebenda, casi el único mérito que podías tener era la muerte por defender tus ideas. De manera que toda esa generación fuimos educados sin ánimos de lucro, sin ánimos de obtener nada. Yo fui alcalde porque me lo pidieron, no porque me estuviera muriendo por estar en un puesto público. De forma que eso no me da ni frío ni calor. Tal vez le puede parecer raro a cualquiera pero para entender eso tienen que retroceder la vida hace 40 años, que nadie estaba pensando en salir vivo de eso. Que después, ya en la vida real pueda haber sandinistas aficionados al poder o a un puesto o que ya le hayan agarrado sabor a las cosas o que puedan tener prebendas, es otra cosa. A mí no me da ni frío ni calor.

¿Si le ofrecieran una candidatura presidencial, aceptaría?

¿En qué partido? Es que sólo hay tres posibilidades: el Frente, que ya tiene su candidato; los liberales, que ya tienen su candidato o tienen muchos candidatos; o los independientes que no tiene ni partido, entonces no veo ninguna posibilidad. Si el Frente quisiera que yo fuera, yo lo hago con el mayor gusto.

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