Los Ángeles/ AP
Un ciudadano mexicano demandó ayer a los cardenales de la Iglesia católica en la Ciudad de México y Los Ángeles, por la presunta protección a un cura pederasta.
Los jueces han desechado dos demandas previas, al señalar que un ciudadano mexicano no puede demandar a otro ciudadano de ese país en una corte federal de Estados Unidos, pero los abogados presentaron una nueva demanda en Los Ángeles, bajo una nueva estrategia legal.
El demandante señala que el cardenal Norberto Rivera, arzobispo de la capital mexicana, transfirió al cura Nicolás Aguilar a Los Ángeles en 1987, pese a que se le acusaba de abusos sexuales.
Poco después, el cura huyó a México, en medio de nuevas acusaciones de abusos. El demandante afirma que el cura abusó de él casi una década después en la Diócesis de Tehuacán, en el centro de México.
Aguilar sigue prófugo, aparentemente en territorio mexicano.
“ENGAÑO MEDIÁTICO”
Un vocero de la Arquidiócesis de Los Ángeles niega que el cardenal de esa ciudad, Róger Mahony, haya incurrido en actos indebidos.
El vocero del cardenal Rivera, el padre Hugo Valdemar, calificó la demanda como un “engaño mediático” y confió en que será desechada, como ocurrió con dos denuncias anteriores interpuestas también en Estados Unidos por otro mexicano abusado sexualmente por Nicolás Aguilar.
“No nos quita el sueño, estamos muy tranquilos”, afirmó sobre la cuarta denuncia contra el purpurado mexicano.
Las dos primeras denuncias fueron desechadas y la tercera aún está pendiente.
El padre Valdemar sostuvo que es una estrategia que sólo busca aprovecharse de las críticas que la Iglesia católica enfrenta en estos momentos por diversos casos de abusos de curas que han salido a la luz pública.
Sin embargo, en México los promotores de las primeras denuncias dijeron que no descansarán hasta que el cardenal Rivera sea castigado.
“Me siento con un poco de esperanza al ver este proceso que se inicia”, dijo Joaquín Aguilar, presunta víctima del cura Aguilar —con quien no tiene ningún parentesco— y primer denunciante de ambos cardenales.
José Bonilla, un abogado mexicano que forma parte de SNAP, denunció que un cura identificado como Carlos López oficia en el sur de la ciudad de México a pesar de que notificó al cardenal Rivera de que fue demandado por el abuso sexual.
Bonilla refirió que un juez rechazó hace un par de años proceder contra el cura, pese a que entre las pruebas se presentó un disco con más de 400 fotografías en las que presuntamente se le veía teniendo relaciones sexuales con menores.
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