SINGAPUR/AP/EFE
Estados Unidos ha descartado un ataque militar contra el programa nuclear iraní en un futuro inmediato, con la esperanza de que las negociaciones y las sanciones de las Naciones Unidas impidan que esa nación desarrolle armas nucleares, afirmó un alto funcionario del Departamento de Defensa estadounidense.
“La fuerza militar es una opción de último recurso”, dijo la subsecretaria de Defensa para política, Michele Flournoy, en una sesión con la prensa en Singapur. “Está fuera del tapete en el futuro inmediato”.
Estados Unidos y sus aliados temen que Teherán esté utilizando su programa nuclear para construir armas. Irán lo niega y dice que sólo se propone generar electricidad.
“En estos momentos nos concentramos en una combinación de contacto y presión en forma de sanciones”, agregó Flournoy. “No vemos que Irán haya respondido de manera productiva”, añadió.
Según la prensa estatal iraní, el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, dijo el miércoles que el país no cederá ante las presiones de Estados Unidos, mientras la Guardia Revolucionaria, cuerpo de élite, se apresta a efectuar maniobras militares en gran escala en el Estrecho de Ormuz.
“Hemos dicho una y otra vez que no buscamos armas de destrucción masiva y que la nación iraní no cederá ante dichas amenazas y hará postrar de rodillas a quienes la amenazan”, advirtió Jamenei.
Irán rechazó un acuerdo respaldado por la ONU en el 2009 que ofrecía cátodos de uranio a Teherán a cambio del arsenal iraní de uranio poco enriquecido. Ese canje rebajaría la capacidad iraní de fabricar una bomba nuclear.
El líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Ali Jamenei, acusó ayer a Estados Unidos de ser una amenaza para el futuro de la Humanidad y resaltó que su arsenal nuclear es una “mancha negra” en la Administración estadounidense.
“Nadie tiene derecho a amenazar a la Humanidad de esta manera. Nosotros no permitiremos que Estados Unidos resucite su diabólica dominación sobre Irán con sus amenazas”, afirmó en declaraciones divulgadas por la televisión estatal.
Añadió que “los organismos internacionales (tampoco) deberían cerrar sus ojos ante este tipo de amenaza”.
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