La ciudad de Los Ángeles, California, tiene diez veces más habitantes que Nicaragua, sin embargo recicla el 65 por ciento de los desechos, mientras que en este país solamente se aprovecha el ocho por ciento.
Y no es cuestión de dinero, según Martín Ruiz, asesor ambiental del Plan Integral de Manejo Apropiado de Desechos Sólidos de la municipalidad estadounidense.
Para Ruiz todo lo que se necesita es voluntad, y así transformar pantalones viejos en lápices de grafito o llantas en pisos flexibles.
El especialista norteamericano mencionó que “es importante que todos tengan la misma meta”, que debe procurar que llegue la menor cantidad de basura a los vertederos.
En Los Ángeles, con este objetivo lograron reciclar más de la mitad de los desperdicios, por lo que ahora la cantidad que reciben sus rellenos sanitarios es de 3,300 toneladas de basura cada día.
Para dar una idea de lo lejos que está Managua de esto, el vertedero La Chureca recibe 1,800 toneladas por día, casi la mitad de lo que genera una población más grande y más rica, como la de Los Ángeles, sin contar con lo que se queda en las calles.
Ruiz se encuentra brindando charlas sobre el tema en Managua, Masaya, Ocotal, Estelí, Jinotega, Matagalpa y León. No necesitaba ser experto en esto para darse cuenta de la suciedad en las calles. Pero insiste en que reciclar no requiere de grandes inversiones.
Sin embargo, en Nicaragua no hay verdaderas plantas de reciclaje. A pesar de que esta industria generó casi 40 millones de dólares el año pasado, lo que existen son acopiadores.
No obstante, el reciclaje debe ser una prioridad para las ciudades, según el experto porque los rellenos y vertederos generan metano, una sustancia que es 23 veces más dañina que el dióxido de carbono, que por su predominancia en la atmósfera es el principal causante del calentamiento global.
La mejor manera de hacerlo, en un país donde prácticamente no existe el reciclaje, es que los gobiernos municipales y central apoyen a la empresa privada, para que se desarrolle la industria del reciclaje.
Otra forma es creando ideas y probándolas en proyectos pilotos “de cuatro cuadras”. Y sobre todo, educando a la gente.
La Universidad de Ciencias Comerciales (UCC) recibió una charla de Ruiz, pero antes ya tenía un proyecto de reciclaje que alcanzará su punto culminante en mayo, cuando abra un quiosco donde la gente podrá llevar sus desechos, y a cambio recibirá un producto hecho de materiales reciclados.
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