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Con el acercamiento de Chinchilla se abre la posibilidad de que las relaciones entre Nicaragua y Costa Rica tenga un avance importante hacia la “buena vecindad”.

Los retos de

El 8 de mayo será el día en que por primera vez una mujer asuma la Presidencia de Costa Rica. Laura Chinchilla, politóloga y máster en Administración Pública, tomará posesión de la banda presidencial, pero en sus manos llevará una agenda que en estas últimas dos semanas ha dado a conocer durante sus visitas a sus homólogos centroamericanos, a quienes les llevó personalmente la invitación a su fiesta presidencial.

Fotos de La Prensa/Agencias

No ha recibido aún la banda presidencial, pero desde ya recibe elogios por la capacidad e inteligencia que ha demostrado en los últimos años como Ministra de Seguridad y ex vicepresidenta en el gobierno de Oscar Arias, pero sobre todo por el giro prometedor que Laura Chinchilla se ha encargado de anunciar en la política costarricense.

El 8 de mayo será el día en que por primera vez una mujer asuma la Presidencia de Costa Rica. Laura Chinchilla, politóloga y máster en Administración Pública, tomará posesión de la banda presidencial, pero en sus manos llevará una agenda que en estas últimas dos semanas ha dado a conocer durante sus visitas a sus homólogos centroamericanos, a quienes les llevó personalmente la invitación a su fiesta presidencial.

Pero antes de calificar como simples actos protocolarios las visitas a Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá, lo de Chinchilla ha sido visto como el inicio de una nueva “relación de buena vecindad” que busca el gobierno entrante. Por supuesto, todo esto lleva intereses de por medio.

En primer lugar, Chinchilla, sin muchos rodeos ha dejado claras sus intenciones de que por fin Costa Rica forme parte del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), una organización regional a la que hasta ahora se habían mantenido renuentes, a pesar de ser una iniciativa que el mismo Oscar Arias impulsó en sus inicios, cuando los acuerdos de Esquipulas II, en la década de los años ochenta.

Y aunque muchos pensaban que el gobierno de Chinchilla sería la continuidad del gobierno de Arias, también ya dejó claro que no será así. Además de llevar el toque femenino en su Presidencia, Costa Rica al parecer se inclinará hacia otros objetivos que marcarán un nuevo estilo, el estilo de Laura Chinchilla.

En el plano económico Costa Rica había mantenido distancia con los demás países de la región y concentraba sus fuerzas en estrechar relaciones con potencias económicas emergentes, recuerda Mauricio Díaz Dávila, ex embajador de Nicaragua en ese país.

No hay que olvidar que producto de esas prioridades Costa Rica rompió relaciones con Taiwán y prefirió acercarse a China Continental, la que además de abrir un puente comercial donó a la nación la jugosa cantidad de 60 millones de dólares para la construcción de un estadio.

Estados Unidos también está en su lista de buenos amigos. Pero, tras la crisis económica mundial que atacó fuertemente a esa potencia, Costa Rica resultó afectada en una de sus fuentes más fuertes de ingresos, el turismo, ya que la afluencia de turistas norteamericanos también se redujo en el último año.

Quizás por eso vemos ahora a una presidenta electa interesada en integrar la unión centroamericana, en el momento en que se discuten los acuerdos de asociación con la Unión Europea.

“Laura Chinchilla es una mujer inteligente”, reitera Díaz Dávila, ex diplomático en tiempos del presidente Enrique Bolaños.

“Costa Rica es una nación muy desarrollada pero tiene que prepararse para enfrentar los efectos de la crisis internacional”, dice, y aunque en su opinión el costarricense promedio probablemente no esté interesado en que su país sea parte de una unión centroamericana, la clase media domina la población y ésta “reclama privilegios, oportunidades y derechos”.

A pesar de los intereses económicos que pueda tener Chinchilla en reavivar las relaciones con sus países vecinos, Díaz Dávila no cree que llegue a asumir un rol de liderazgo como lo hizo alguna vez Oscar Arias, ya que en medio del proceso se deberá enfrentar a las críticas de diversos sectores económicos que no ven con buenos ojos la situación política de Nicaragua, su vecino más próximo, y lo más seguro es que tampoco quieran que ese acercamiento sea interpretado como una alianza con el “estilo autoritario casi monárquico de Ortega y quizás estén más interesados en evitar que se convierta en una influencia perniciosa” para Costa Rica.

El Río San Juan. Quizás éste sea el tema más polémico dentro de la agenda bilateral entre Costa Rica y Nicaragua. Por un lado, existe un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que le puso punto final al conflicto legal, permitiéndole a Costa Rica la navegación con fines comerciales, pero bajo el completo dominio y soberanía de las aguas a Nicaragua.

Y aunque al gobierno costarricense no ha visto con buenos ojos el que Nicaragua mande a navegar a su ejército armado en las aguas del nicaragüense río San Juan, Mauricio Herdocia, connotado jurista que estuvo al frente del litigio en la CIJ, sostiene que éste es un asunto cerrado, pero ahora “el punto de fondo es que (Costa Rica) acepte la Reglamentación que ha emitido el Estado de Nicaragua para fijar las “reglas del juego” de la navegación de conformidad con el fallo de la Corte y el tratado Jerez-Cañas… Hasta ahora, la información que se tiene es que Costa Rica no ha aceptado ese legítimo planteamiento de Nicaragua.

Y mientras llega la discusión de ese tema entre los gobiernos de Daniel Ortega y Laura Chinchilla, esta última ya lleva un punto a favor. Al menos así lo vieron los grupos ambientalistas que protestan para que el gobierno costarricense frene las concesiones mineras.

Lo de Chinchilla parece que será una “ecodemocracia”, ya que este miércoles anunció la voluntad de frenar la explotación minera, un tema que afecta directamente al río San Juan debido a la concesión de explotación minera otorgada por el gobierno de Oscar Arias en Las Crucitas, a escasos cinco kilómetros del río San Juan.

Herdocia opina que el desarrollo de este proyecto de minería a cielo abierto en Las Crucitas va a servir de termómetro para medir las relaciones bilaterales entre Costa Rica y Nicaragua, ya que a pesar de que fue aprobado durante el gobierno de Oscar Arias, su ejecución se llevará a cabo cuando Chinchilla esté en el poder. Y aunque ya ha demostrado “un verdadero espíritu práctico y voluntad política de mejorar la relación bilateral”, quedará por verse lo que se decida respecto al caso de Las Crucitas. “Yo espero que la visita de la Presidenta electa a Nicaragua haya reafirmado la necesidad de darle una salida a este importante tema”, dice el jurista.

Seguridad y tráfico internacional. Costa Rica al igual que Panamá y Nicaragua sufren los efectos del narcotráfico internacional y ahora, con el aumento de la inmigración proveniente de otros países de Suramérica, nuestro vecino también está siendo víctima de la presencia de sicarios.

Estos tres países, por sus extensas costas en el mar Caribe, son utilizados como “calle de paso” para el trasiego de drogas. Chinchilla, con experiencia en temas de seguridad, no dejará pasar este problema. El martes declaró durante su visita a Nicaragua, que desea aprovechar ese acercamiento que está buscando con la región, para comenzar a trabajar en conjunto contra el crimen organizado y mejorar la seguridad de los países.

En los últimos años Costa Rica ha sufrido un incremento en este tipo de actos delictivos e incluso, producto de la migración, el ex embajador Mauricio Díaz, afirma que en ese país ya se han establecido sicarios de cárteles colombianos.

A finales de esta semana, Raúl Antonio Gómez Guerrero, alcalde del municipio de San Ramón, en Costa Rica, afirmó durante su intervención en la Cumbre de Alcaldes y Ciudades sobre Drogas, celebrada en España, que el crack se ha convertido en el estupefaciente más utilizado en su país, seguido del cannabis y la marihuana.

Según información de la agencia EFE, el edil describió el tráfico de drogas que realizan los cárteles de Colombia y México como una “invasión” y además aceptó que “algo de todo ese comercio se queda en nuestro país”.

Nicas en Costa Rica. Gracias a miles de manos nicaragüenses se han podido construir muchos edificios en Costa Rica. También con esas manos se han levantado diversas cosechas y gracias a esas mujeres nicaragüenses sus “güilas”, como le llaman a los niños en ese país, han sido bien cuidados y llevados todos los días a la escuela.

Chinchilla reconoce todos los aportes de los más de 600 mil nicaragüenses radicados en su país y no ha negado hasta ahora que se debe mejorar la situación de todos ellos. Para eso, Nicaragua también debe pensar en medidas que ayuden a disminuir eso que algunos llaman “la exportación de mano nicaragüense”.

Mauricio Díaz sostiene que Costa Rica ya dio el primer paso con la reciente reforma a su Ley de Migración, una medida que recibió buenas calificaciones ya que trae ciertos beneficios para todos los inmigrantes.

Entre éstos, la nueva Ley establece categorías para trabajadores independientes y abre la oportunidad para que extranjeros puedan integrarse legalmente al mercado laboral tico. Además, obliga a que los extranjeros en Costa Rica estén adscritos a cualquier programa del seguro social.

“Ella como Presidenta está clara de la importancia de nuestra mano de obra, que ha significado la generación de mucha riqueza en Costa Rica, una mano de obra que no ha tenido la oportunidad de quedarse en nuestra patria por razones fundamentalmente de nuestra inestabilidad política y falta de un proyecto de nación”, dice Díaz.

Pero además el ex embajador reconoce que en Costa Rica hay “sectores xenófobos” y muchos otros que al igual que su Presidenta valoran el papel que ha jugado la mano de obra nicaragüense en el desarrollo económico de su país.

Díaz acepta que atender a toda la población nica residente en Costa Rica es una misión casi imposible para cualquier representación diplomática, pero de igual forma recuerda que “un Consulado general tiene el deber de estar atento a que se respeten los derechos humanos, laborales de nuestros emigrantes en Costa Rica, y si Chinchilla implementa una política de Estado, de atención a nuestros compatriotas garantizándoles los derechos contemplados en la Constitución y la Ley de Migración de Costa Rica, sería muy sano para evitar que vuelvan a suceder casos como el de Natividad Canda, que espero nunca más vuelvan a suceder”.

Chinchilla está interesada en desempolvar la agenda bilateral que el gobierno de Oscar Arias había arrinconado en alguna esquina de su “escritorio”. Daniel Ortega, aunque con cierta hostilidad y poco protocolo, tendrá que sentarse a negociar con la nueva gobernante y buscar una salida a tantas problemáticas que ambos países comparten. b

Encuentro con los presidenteS b

La Prensa Domingo

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