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Cartas al Director


Pasado

“Algunas cosas del pasado desaparecieron pero otras abren una brecha al futuro y son las que quiero rescatar”.


Mario Benedetti (1920-2009), escritor y poeta uruguayo.


HORDAS ORTEGUISTAS

Guardianes o Guardia Pretoriana lo mismo da, pero la verdad es que estamos

asistiendo al nacimiento de una policía que no sirve al Estado, sino al tirano, en este caso Daniel Ortega. Y digo tirano sin ambages porque Ortega está actuando descaradamente al margen y por encima de la ley. Sólo faltó que disolviera el parlamento, aunque hizo todo lo posible para impedir que actuara conforme a la ley como es su obligación. Y si no lo hizo es porque sabe que las consecuencias serían sumamente peligrosas e imprevisibles para el país y sobre todo para su gobierno. La pregunta es: ¿qué hará entonces el Ejército? Porque si apoya al golpe de Estado se convertiría en cómplice de esa acción dictatorial y quedarían también al margen de la ley.

Por otro lado las hordas orteguistas actúan en perfecta consonancia y sincronización con la Policía, que hace como si defendiera a los ciudadanos y no al dictador. Pero ¿a quién engañan? Hordas que más que turbas son tropas de choque organizadas y jefeadas por expertos militares en retiro en subversión y guerra urbana, lo que las hace todavía más peligrosas, preparadas para enfrentarse incluso al Ejército si se diera el caso. Así que estamos avisados. Pero se equivocan de medio a medio como se equivocaron los guardias somocistas. El pueblo nicaragüense no soporta tiranías de ninguna clase.

Carlos Chamorro Coronel


EL SACERDOCIO

Cuando se quiere destruir a la verdadera Iglesia de Cristo se comienza por atacar al sacerdote de distintas formas, estamos viviendo bajo uno de los tantos seudónimos del demonio, esta vez le tocó encubrirse bajo el nombre de pederastia o pedofilia y es que el fin del demonio es atacar por completo y destruir el sacramento del sacerdocio, porque allá donde no hay sacerdote no hay sacrificio, y donde no hay sacrificio no hay religión.

No es casualidad que Satanás se esté empecinando en los sacerdotes, tomando en consideración que desde el año pasado comenzó el Año Sacerdotal que el Papa Benedicto XVI inauguró en junio de 2009 con motivo de los 150 años de la muerte de San Juan María Vianney, patrón universal de los sacerdotes. Y es que este santo sacerdote fue muchas veces perseguido, maltratado y maldecido por el mismo demonio, pero no pudo con él, debido a su perseverancia en la humildad, oración, ayuno, y penitencia, como sacerdote tuvo un inmenso don para su gente el ser buen pastor, aquél que se preocupó de dar la vida por sus ovejas pasando más de 12 horas diarias en el confesionario durante el invierno y 16 durante el verano y muy temprano dando a comer el pan de vida (eucaristía) del cual Jesucristo habló que nunca jamás íbamos a tener hambre si comíamos de ese pan. Y es que realmente la presencia inmolada del Cordero está presente día a día en cada misa en cada una de las parroquias del mundo, donde el sacerdote es parte de ese gran ministerio. Santo cura de Ars intercede siempre ante Dios y pídele que nos envíe siempre buenos párrocos como tú.

Alexander Carvajal


AÑO DE LA BIODIVERSIDAD

2009. Fue declarado Año Internacional de la Astronomía. Pasó casi desapercibido, al menos en España, y hubiera sido una muy buena oportunidad para instruirse, por ejemplo, acerca de cómo observar el Universo y de los instrumentos que se utilizan para ello.

2010. Ha sido declarado Año Internacional de la Biodiversidad. Es una oportunidad para conocer las variedades de inmensas especies de seres vivos que existen, y las que se descubren y desaparecen al año. Pero sobre todo, está la oportunidad de conocer la manera que tenemos de saber lo qué no hacer para destruirlas a propósito.

Una acumulación de negligencias fue la que llevó al accidente, el 24 de marzo de 1989, del petrolero Exxon Valdez, en aguas de Alaska. Salió del puerto de Valdez cargado de crudo, y atravesaba los estrechos de Valdez cuando ocurrió el desastre. Era una zona donde el sistema de radares estaba obsoleto, dando lugar a zonas de sombra, de manera que los barcos que surcaban esas aguas había momentos que no estaban localizados. El capitán del Exxon Valdez, además, dejó esa noche el mando del petrolero a un piloto sin experiencia en esa zona, dado que era preciso un permiso especial para navegar por allí.

Y ocurrió: el buque chocó contra un iceberg desprendido de un glaciar. Se abrió una enorme vía en el casco. Y el casco no era doble. Empezó a derramarse petróleo.

Se dio el aviso de alarma a la Guardia Costera. Y luego, la tardanza en llegar los auxilios por parte de la petrolera, que asumió su responsabilidad. Se aplicaron, en un primer momento, barreras físicas, pero la mancha era muy extensa, con lo que se aplicaron dispersantes químicos, una técnica no usada nunca hasta entonces a una escala tan grande, y por eso mismo no fue tampoco eficaz.

La mejor manera fue la de usar fuego, lo que redujo considerablemente la extensión. Sin embargo, el desastre natural estaba hecho. Miles de animales morían en esas nauseabundas aguas. Cuadrillas de rescate hacían lo que podían, limpiando animales con jabón, pero que no servía de mucho, dado que estos animales se lavaban ellos mismos y tragaban sustancias tóxicas.

Y con el desastre natural, lo que fue consecuencia: el desastre humano, dado que los habitantes de esos lugares se abastecen de los productos del mar. Miles de familias se quedaron sin pesca durante unas temporadas…

Todo esto dicho son unas pinceladas de lo que pasó en uno de los mayores desastres ecológicos de la humanidad. Y todo porque una serie de negligencias humanas lo propició. Consecuencia de hacer el trabajo mal o a medias.

José Antonio Calvo Baena


LA CAZA DE DELFINES

Los habitantes del pueblo de Taiji, situado en el sudeste japonés, defienden la caza y consumo de carne de delfín como una tradición centenaria. De esta manera, se llega a la captura de entre veinte y cuarenta mil delfines al año por los pretendidos “derechos” de los pescadores y la población local.

Esta práctica no ha pasado desapercibida desde que grandes medios lo denunciaran ni es única de Japón. Además, contribuye a la extinción de la especie, afectada ya por la contaminación marina y la navegación de las grandes flotas por las zonas donde viven las mayores poblaciones de delfines.

¿Cuestión cultural o práctica ilegal? Asociaciones como la ONG americana Sea Sheperd Conservation Society lo califican como “un baño de sangre cruel y bárbaro”. En los vídeos, que presentan éstas y otras organizaciones a los medios de comunicación, se comprueba cómo los delfines son sangrados hasta la muerte.

El caso de Taiji ha tenido más de cuarenta millones de espectadores y circulado por todo el mundo gracias a la pasada edición de los premios Óscar. Fue de la mano de The Cove (La Cala), película que ganó el premio al Mejor Documental del Año y que muestra la matanza de delfines en Taiji.

Mientras que un grupo sobrevive para ser llevado para su exhibición con fines comerciales (como zoológicos o acuarios) por precios que llegan a los 110 mil euros, otros son sacrificados para extraer de ellos su carne, que se vende por unos 440 euros dólares por delfín. Ésta llega incluso a comedores escolares, a pesar de que muchos expertos señalan su toxicidad.

Pero esta realidad se reproduce en otros lugares del mundo y con otras especies marinas en peligro de extinción. Por ejemplo, la caza de calderones, un tipo de delfín en peligro de extinción. Es en las Islas Feroe, en Dinamarca, donde la explotación de esta especie supone un ingreso fundamental para la economía del lugar. Lo mismo ocurre en Noruega, otro centro neurálgico para la caza de delfines.

En la actualidad, imágenes y vídeos al respecto sacuden la red, en lo que se ha convertido en toda una plataforma para mostrar la verdad sobre este tipo de prácticas con el fin de sensibilizar y reivindicar la defensa de la especie a nivel mundial.

Alejandro Tejeda Rocha
Periodista

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