El más legendario de los capos de la droga, el colombiano Pablo Escobar Gaviria, vivió en Nicaragua en los años 80, cuando gobernaron por primera vez Daniel Ortega y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y recibido de las autoridades nicaragüenses más protección que en Panamá, confirmó el fin de semana Santiago Marroquín, hijo del fallecido líder del Cártel de Medellín.
Marroquín, cuyo nombre original es Juan Pablo Escobar, afirmó en una entrevista con la periodista Carmen Aristegui, de la cadena CNN en Español, que junto al resto de su familia —incluyendo al abatido capo Pablo Escobar Gaviria— vivió en Nicaragua en los años ochenta, “protegido por las autoridades de turno”.
“Absolutamente, él gozaba de esa protección. Siendo un niño viví en Nicaragua y viví también en Panamá, y era evidente la protección de la cual gozaba en ese momento. Quizás las de Panamá le dieron menos y nos escapamos hacia Nicaragua como familia, a vivir, y era claro que había un compromiso de las autoridades de turno, de darle una especie de protección”, reveló Marroquín, quien ahora vive en Argentina ejerciendo la profesión de arquitecto.
CNN en Español entrevistó a Marroquín, a propósito de la próxima publicación de un documental llamado Los pecados de mi padre .
“Finalmente creo que su temor de ser entregado a Estados Unidos lo obligó a regresar, dentro del marco de la clandestinidad, a Colombia, para protegerse de la extradición”, añadió Marroquín.
Escobar Gaviria es una de las figuras más notables de la historia reciente de Colombia. Murió a manos de la policía el 2 de diciembre de 1993, tras 17 meses de persecución.
Se cree que la fortuna de Escobar, proveniente del narcotráfico, alcanzó los 25 mil millones de dólares y que estuvo involucrado en cuatro mil asesinatos, incluyendo el de Luis Carlos Galán, un popular político liberal que se perfilaba como el futuro presidente de Colombia.
“¿Quiénes protegieron, quiénes se sometieron, quiénes hicieron posible en Colombia y en otros países, la existencia de Pablo Escobar Gaviria, tu padre?”, preguntó Aristegui a Marroquín.
“Sin duda Carmen, que mi padre fue un hombre que no pudo haber llegado jamás tan lejos absolutamente solo, sin contar con la complicidad de muchísimos sectores, tanto de la sociedad colombiana, de las instituciones. Creo que nadie fue ajeno a su capacidad de corrupción o a su capacidad de amedrentar”, respondió Marroquín.
“Básicamente, aquellas ofertas que hacía mi padre de ‘plata o plomo’, llegaron a hacer la diferencia y le permitió sobrevivir bastante más de la cuenta y por eso, creo yo, que pudo desafiar durante tanto tiempo los poderes del Estado colombiano”, añadió Marroquín.
BOITANO VIO A ESCOBAR EN CARRETERA SUR
Por su parte, el coronel en retiro, Víctor Boitano, reveló en diciembre pasado que él vio a Escobar en una vivienda ubicada en Carretera Sur, Managua.
En un artículo de opinión titulado Verdades y mentiras sobre el narcotráfico en Nicaragua , publicado en LA PRENSA en diciembre del año pasado, Boitano escribió: “Es una mentira que los miskitos son narcotraficantes. Es más, les voy a confesar algo: el mero Pablo Escobar montó en los años ochenta, con la venia del sandinismo, las rutas del narcotráfico en Nicaragua. Incluso, en una ocasión lo vi en una casa de seguridad ubicada en la Carretera Sur”.
LA PETICIÓN DE LOS 50 MILLONES DE DÓLARES
Pese al mayoritario silencio que han guardado las autoridades del Gobierno de los años ochenta respecto a la estancia de Escobar en Nicaragua y los supuestos nexos con el FSLN, las versiones de Marroquín y Boitano no son las únicas que vinculan al gran capo con la nomenclatura sandinista de aquella época.
En su libro Amando a Pablo, odiando a Escobar , la ex amante del capo, Virginia Vallejo, reveló que en 1984 el FSLN supuestamente le pidió a Escobar la suma de cincuenta millones de dólares.
“Ahí estaba, íngrimo con todos esos tipos tan feos en uniforme militar… pensando que podían arrojarme al mar porque les dije que nadie en el mundo tiene cincuenta millones de dólares líquidos. ¿Puedes creerlo? ¿Eso era lo que querían todos esos hijos de puta dizque de anticipo? ¡Sólo esa maricadita! ¡Qué tal! ¿Los comunistas creerán que el dinero crece en los árboles?”, habría dicho Escobar, de acuerdo con el libro de Vallejo.
“Lo importante es que me rebajaron el precio a una fracción y que yo tengo esa ruta, en caso que los gringos comiencen a presionar a (el entonces presidente de Panamá, Manuel Antonio) Noriega”, habría añadido Escobar, según el relato de Vallejo.
BORGE RECONOCIÓ UNA OFERTA
En una entrevista con el periodista Octavio Enríquez, de LA PRENSA, el hoy embajador de Nicaragua ante Perú y Ministro del Interior en los años ochenta, Tomás Borge, admitió una oferta para que Nicaragua fuese “un lugar intermedio para tráfico de drogas”.
“Alguien, no me acuerdo si fue Escobar, planteó la posibilidad de que Nicaragua fuera un lugar intermedio de tráfico de drogas. El uso de un aeropuerto, quizás poner un laboratorio, no lo recuerdo bien. Y la Dirección Nacional (del FSLN) se reunió para ver esa propuesta que no eran 50 millones de dólares, sino muchísimo más, sino mal recuerdo. Eran millones de dólares por cada embarque “por principios no podíamos”, dijo Borge en una entrevista el año 2008.
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