Un refrán oriental dice que un camino de mil kilómetros empieza con el primer paso. Lo primero para ganar control de su dinero es elaborar un presupuesto o meta de ingresos y gastos que proyectamos para un período de tiempo, que puede ser un mes, un año o mayor.
Una vez que definimos nuestra meta de cuánto dinero y en qué tiempo queremos ahorrarlo, el secreto para alcanzarla es similar al proceso de seguir una dieta. Es cuestión de disciplina y autocontrol: La decisión de resistir la tentación cuando ese sabroso pastelillo se nos invita con la consabida frase de “no engorda”.
Para tener éxito con nuestra dieta, debemos tener la disciplina de aprender a decir “no, gracias” a las tentaciones. Igual pasa con los gastos.
Para elaborar su presupuesto, divida una hoja de papel en seis columnas del mismo tamaño. En el encabezado de la primera columna escriba “Fecha/comentario”, en la segunda escriba “Ingresos”, en la tercera columna escriba “Casa, comida y vestimenta”, en la cuarta escriba “Transporte, luz, agua y teléfonos”, en la quinta escriba “Pago de deudas”, y en la sexta columna escriba “Gastos opcionales”.
En la sexta columna irá anotando los montos de gastos que no sean estrictamente necesarios, como por ejemplo los licores, tabaco, apuestas, etc.
En la segunda fila, debajo de los encabezados, escriba la meta que piensa tener en el mes en cada una de las columnas mencionadas (segunda a sexta). Propóngase una meta realista. Debajo de las metas escriba al final de cada día la fecha y cuánto dinero recibió de ingresos (segunda columna) y cuánto dinero gastó en cada una de las columnas (tercera a sexta).
La esencia de controlar sus gastos es saber en qué se pierde el control del dinero.
Al final del mes sume los gastos de cada columna y compare esos totales con las metas que se propuso al principio del mes. Reflexione si está gastando en lo que realmente necesita, y cómo puede hacer el próximo mes para mejorar. Observe cuánto dinero se fue en “Gastos opcionales”.
Si los ingresos que recibe fueron mayores que la suma de sus gastos, la diferencia es su ahorro; pero si sus gastos fueron mayores que sus ingresos, seguramente tuvo que pedir dinero prestado o “romper la alcancía” (usar sus ahorros), para financiar su gasto no planeado.
Un mayor ahorro le permitirá ir pagando sus deudas y liberarse del pago de intereses. Tenga mucho cuidado de no endeudarse por cosas que en realidad no necesita. Salga de esas deudas.
Si tiene dudas sobre este proceso, converse con un buen amigo. Involucre a su familia en el llenado del presupuesto, para asegurarse de incluir todos los gastos familiares y enriquecer la reflexión con su pareja e hijos.
Propóngase una meta de ahorros que quiera lograr en el año. Una meta que le ayude a mejorar su vida y/o a tener una mejor reserva para casos de emergencia.
Este sencillo instrumento y la reflexión alrededor del proceso y sus resultados le ayudarán a controlar mejor su dinero cada mes.
El autor es director de Promifin, programa financiado por la Cooperación Suiza en América Central.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 B