Por Lucydalia Baca y Arlen Cerda
El presidente Daniel Ortega criticó anoche la “avaricia y el egoísmo” de los negociadores de la Unión Europea (UE) que quieren “imponer” a los centroamericanos el Acuerdo de Asociación (AdA) bajo sus propias condiciones.
“No hay tal negociación… Eso es mentira. Ahí no se está negociando… Ésa es una nueva forma de colonización, ahora viene modernizado, ya no se llama neocolonialismo, ya no se llama imperialismo, sino que se llama asociación. Son técnicas de dominación disfrazadas”, dijo Ortega anoche al participar en la 50 reunión de gobernadores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
QUIERE INTEGRACIÓN CONTRA EUROPA
El presidente de Nicaragua advirtió que cuando la UE trate de negociar un acuerdo similar con los países de América del Sur, no lo hará con la prepotencia y arrogancia que lo está haciendo con Centroamérica.
Luego invitó a los países del área centroamericana a fortalecer el proceso de integración para enfrentar las amenazas de la Unión Europea.
Ortega insistió en que si la UE quiere la firma del acuerdo, debe aprobar el fondo de compensación, que no es un regalo, sino “un abono a la deuda histórica que ese continente tiene con al región”.
INTERPRETA MIGRACIÓN
Casi ocho días después que varios gobiernos y organismos por la defensa de los derechos humanos y de los migrantes reaccionaran en contra de la nueva ley que criminaliza la inmigración indocumentada en Arizona —un estado del oeste de Estados Unidos, fronterizo con México—, el gobierno del presidente Daniel Ortega reaccionó ayer en una nota de prensa firmada por la Primera Dama y vocera, Rosario Murillo.
En la nota Murillo asegura que el Gobierno de su esposo “expresa su preocupación, rechazo y su más enérgica condena a la aprobación de la Ley SB 1710”, que ya es mejor conocida como Ley de Arizona.
El gobierno de Ortega, ampliamente criticado por la violación a los derechos humanos de sus propios ciudadanos, con quejas que han llegado hasta organismos internacionales, califica esa ley como “violatoria de los más elementales derechos humanos de las poblaciones hispanas”.
Murillo justifica que los hispanos se “han visto obligados a emigrar hacia ese país del Norte por la difícil situación económica que sufren los países del Sur de donde son originarios, como resultado del injusto modelo económico existente”.
La nota del gobierno de Ortega evita mencionar que más de un millón y medio de nicaragüenses han emigrado y trabajan en otros países por la falta de oportunidades en Nicaragua.
Según la última encuesta nacional de M&R Consultores, siete de cada diez nicaragüenses aseguran tener familiares que trabajan en el exterior y cinco de cada diez están dispuestos a irse, considerando a Estados Unidos como su principal opción de destino.
Ver en la versión impresa las páginas: 2 A