Trabajo
“El trabajo es vida”.
Thomas Carlyle (1795-1881), historiador, pensador y ensayista inglés
1° DE MAYO Y SALUD
El primero de mayo, día internacional de los Trabajadores, es una fiesta mundial para trabajadores manuales e intelectuales y un momento oportuno para expresar preocupación, simpatía y solidaridad para quienes laboran en condiciones adversas para su salud y vida.
Existen algunos ambientes laborales en que trabajadores de ambos sexos quedan expuestos a sustancias químicas peligrosas, agentes físicos riesgosos, traumatismos y tensiones emocionales. Cualquiera de estos factores puede ocasionar enfermedad y discapacidad a corto, mediano o largo plazo.
Ejemplos abundan de cómo las toxinas del trabajo y el ambiente pueden afectar un órgano, sistema o todo el cuerpo humano. Los que se exponen al asbesto pueden adquirir cáncer del pulmón y mesotelioma maligno; el cáncer de vejiga afecta trabajadores de los colorantes. Las enfermedades respiratorias tipo neumoconiosis o bronquitis crónica en mineros, picapiedras, granjeros, manipuladores de algodón o bagazos de caña. La exposición al benceno produce leucemias y el manejo de plaguicidas esterilidad e insuficiencia renal crónica (“Enfermedad de la Creatinina”), etc.
En Estados Unidos de 50 a 60 mil personas mueren, y 350 mil casos nuevos de enfermedad ocupacional se producen cada año. Los traumatismos lesionan a 10 millones de los cuales fallecen 10 mil en igual período.
Muchas enfermedades laborales no se diagnostican y se atribuye su origen a otra causa. El cáncer de pulmón originado por el asbesto, radón y berilio se explican por el tabaquismo. El dolor de barriga es una forma de presentación de la intoxicación por plomo y se maneja como una gastritis o apendicitis. La demencia causada por solventes orgánicos se le adjudica a la vejez o la ingestión de alcohol.
Está demostrado que para diagnosticar correctamente una enfermedad ocupacional (Riesgo Laboral) se requiere: 1. Un interrogatorio detallado sobre todos los antecedentes y exposiciones del trabajador 2. Tener la preparación científica necesaria 3. Realizar la notificación de los casos sospechosos y confirmados para que el trabajador reciba los limitados beneficios de la insuficiente legislación laboral vigente.
Todo trabajador debe actuar con inteligencia: hay que guardar todo tipo de documento (grande o chiquito) que confirme su vínculo laboral con un determinado empleo para poder demostrar la relación causa-efecto de una posible enfermedad letal, como se ve en la asbestosis, que puede aparecer de 10 a 15 años después. Los sindicatos tendrían que ser más efectivos en la lucha por mejorar las condiciones laborales, junto a los reclamos salariales.
La desaparecida Penwalt que dejó trabajadores contaminados de mercurio, los miles de pacientes con insuficiencia renal crónica por plaguicidas en el occidente, el caso de la Nicalit donde hubo peligrosa exposición cancerígena por la manipulación de asbesto constituyen ofensas hirientes a la vida civilizada de nuestro país que deben ser superadas.
Felicito a todos los trabajadores de Nicaragua que encuentran en el trabajo de cada día “su digno laurel” y la esperanza de una vida mejor.
Vicente Maltez Montiel
Especialista y Profesor de Medicina Interna
VERGÜENZA NACIONAL
Nuestra realidad nacional nos señala que las desavenencias entre los partidos y alianzas partidarias, desquebrajan la estabilidad social, política, económica, tambalea el equilibrio de los poderes, por la falta de conciencia para buscar los acuerdos idóneos necesarios para hacer surgir al país. No podemos seguir viviendo en eterna discordia porque algunos políticos nunca se ponen de acuerdo. Trabajen para lo que fueron electos. No hay que anarquizar el país. Es una vergüenza nacional que políticos a cada momento estén iniciando una nueva trifulca gubernamental, social y política, porque todavía no han madurado para dialogar y convenir lo necesario.
Es hora que se despojen del capricho e intereses personales; no prosigan por el camino del desorden callejero e institucional, que es de mal gusto. No se empecinen, que con hechos violentos como los de la semana pasada no se resuelve nada. Es pensando que se resuelven los problemas que acechan.
Cada poder del Estado tiene sus propias funciones y atribuciones, cada cual es responsable en el ejercicio del poder, conforme a la Constitución, leyes, estatutos y la ley orgánica respectiva. El pueblo quiere que gobiernen en paz y abandonen esas actitudes violentas, vandálicas de ambos bandos partidarios.
Es hora de civilizarse. ¿Les gustaría una nueva guerra civil, revolucionaria, nacida desde las entrañas del pueblo? Los ciudadanos que los hemos elegido no queremos guerra, empero, si los “políticos funcionarios” inconformes la desean, busquen su propio escenario de guerra, de lo contrario es posible que el pueblo los pueda aplastar, si no respetan su tranquilidad y paz.
Si en verdad el mandatario Daniel Ortega es culpable de algunas cosas que se le acusan, entonces la amplia mayoría de los ex y funcionarios de los cuatro poderes del Estado también, porque no colaboran en frenar “ese mal”, en su caso la fomentan. No crean que son imprescindibles. Y no es necesario que intervengan políticos extranjeros. ¿Acaso no se sienten capaces? Dejen gobernar.
Bayardo Quinto Núñez
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