Doña Santos Rodríguez espera sentada en uno de los pupitres de la escuela primaria de El Ayote, una comunidad de la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS). A sus 64 años asegura tener dolores en las articulaciones de los codos y en los hombros, además de fuertes dolores en sus piernas.
Doña Santos es una de las pacientes que espera turno para ser atendida por la brigada médica estadounidense que, durante tres días, estará brindando atenciones médicas generales, como parte de una misión humanitaria que realiza un contingente del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, en conjunto con el Ejército de Nicaragua.
“Éste es un esfuerzo y es una muestra de nuestro compromiso con el pueblo de Nicaragua. Estamos hablando de la necesidad de hacer actividades de esta índole, para llevar directamente al pueblo el beneficio de atenciones médicas”, expresó el Embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Robert Callaham, quien llegó a la zona para revisar el desarrollo de la misión.
Son cerca de las 10:00 a.m. y la pequeña escuela se ha visto abarrotada por más de mil personas, que han llegado a pasar consulta, ya sea por una simple tos o por algún tipo de infección o dolor.
En esta jornada, que comenzó el pasado martes y se extenderá hasta hoy jueves, están participando 14 miembros del cuerpo médico estadounidense, además personal del Ministerio de Salud (Minsa) y un doctor del Ejército de Nicaragua.
En esta escuelita ayer no hubo clases, ya que en cada aula se están realizando de cuatro a cinco consultas de manera simultánea. Sin embargo, aquí no se está realizando ninguna cirugía, solamente se están brindando consultas generales sin mayores complicaciones.
Consultas sencillas que pueden ser dolores de vientre o de oídos, así como chequeos de rutina si se quiere. Pero que en una comunidad como El Ayote, este tipo de atenciones médicas son importantes por el poco acceso que tienen sus pobladores a la salud y a las medicinas.
Juana Martínez es un ejemplo. Esta señora morena y menuda no sabe leer, tampoco sabe su edad, pues asegura que es huérfana, aunque calcula que ya ronda los 70 años.
Martínez ya salió de su consulta y lleva en una bolsa plástica las medicinas que le dieron para apaciguar el dolor.
Ella no entendió muy bien el diagnóstico que le dio el doctor, de lo que sí está clara es de los fuertes dolores que sufre en la parte izquierda de su cabeza y que —según ella— le han afectado la visión, además de una erisipela que la agobia en su pierna izquierda.
“Yo no sé ir mucho a los centros de salud, no me gustan, pero aquí nos han tratado bien”, aseguró Martínez, mientras por una ventana veía cómo los médicos atendían al resto de pacientes, antes que cayera una copiosa lluvia, que le impediría irse temprano a su casa.
VIENE BARCO
Aunque en esta misión sólo se realizarían consultas sencillas y entrega de medicinas, el embajador Callaham anunció que en septiembre próximo arribará a las costas de Bluefields y Puerto Cabezas el buque Iwo Jima, un barco hospital en el que se podrán realizar cirugías más complicadas a bordo del barco.
“Para nosotros es muy importante llevar a nuestros amigos nicaragüenses estas atenciones médicas”, puntualizó Callaham.
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