Josefa Elena Urbina y Juan José Morán Calero, padres de Ana del Carmen, la niña de tres años que murió arrollada el martes por un bus de la minirruta 4 frente al colegio Benjamín Zeledón, firmaron ayer una mediación con el conductor del bus, Eduardo Hernández.
Los progenitores manifestaron que “nadie sale pensando matar a otro con un vehículo” e indicaron que la familia del chofer ayudó en la vela y el funeral.
El escrito de mediación firmado ante un abogado indica que el conductor asume los gastos del funeral.
También acordaron que el seguro de la licencia del chofer pasa como indemnización a los padres de la criatura.
La parte ofendida en el escrito solicita a la Policía y a la Fiscalía que no ejerzan acción penal ni civil contra el chofer del bus.
El funeral de la niña, que habitaba en el barrio El Recreo, a pocas cuadras de donde ocurrió el accidente, se realizó ayer en el cementerio del barrio San Judas, donde nuevamente se vieron escenas desgarradoras de la madre sobre la caja mortuoria.
La madre y el niño sobreviviente podrían necesitar apoyo de un sicólogo porque están afectados, dijo Lorena Pérez, una vecina. Agregó que nadie ha prestado atención al pequeño que aún está en pánico, ya que vio morir a su hermanita.
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