14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

UNos 35 niños de escasos recursos asisten tres veces por semana al comedor de las Hermanas Franciscanas de la Encarnación. LA PRENSA/L.E. MARTÍNEZ

Religiosas urgen apoyo

El pollo con verduras acompañado con arroz, que prepara la religiosa, está casi listo en la cocina de la modesta vivienda situada en las laderas de un cerro, al suroeste de la ciudad de Matagalpa. Es casi mediodía y poco a poco llegan unos 35 niños, todos menores de 10 años. Los más pequeños, tal vez de 2 ó 3 años, van acompañados por sus respectivas madres.

CORRESPONSAL/MATAGALPA

El pollo con verduras acompañado con arroz, que prepara la religiosa, está casi listo en la cocina de la modesta vivienda situada en las laderas de un cerro, al suroeste de la ciudad de Matagalpa. Es casi mediodía y poco a poco llegan unos 35 niños, todos menores de 10 años. Los más pequeños, tal vez de 2 ó 3 años, van acompañados por sus respectivas madres.

[doap_box title=”Las necesidades” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • La Orden de Hermanas Franciscanas de la Encarnación, fundada en 1991, tiene presencia en Terrabona y Matagalpa. “Lo que tenemos no es propio, es para servir y lo hacemos con todo amor”, dice la hermana Ángela García, una de las fundadoras de la congregación
Entre las diversas obras benéficas de las religiosas está el comedor infantil Santa Clara de Asís, en la ciudadela Salomón Ibarra Mayorga, que fundaron hace cuatro años al suroeste de la ciudad de Matagalpa.

“Tratamos de dar acogida a niños pobres, algunos con madres solteras o muy pobres”, explica la religiosa,

Las religiosas dijeron que necesitan apoyo material y financiero debido a que deben mejorar las condiciones del comedor que actualmente carece de paredes.

[/doap_box]

Todos saludan cuando entran y buscan un lugar en la mesa del comedor infantil para niños de la ciudadela Salomón Ibarra Mayorga, Reparto Fátima y de los barrios Francisco Moreno y Manuel Mendoza.

“¡Qué rico huele!”, susurra un niño al oído de otro más pequeño, quien asiente mientras observa tímido los movimientos de un camarógrafo de la televisión local. Un grupo de mamás, entre ellas Ligia Hernández, busca un lugar para sentarse en los muritos de alrededor de la mesa. Ellas son felices porque sus hijos van a comer bien.

MADRES AGRADECIDAS

Una callada religiosa de la orden de las Hermanas Franciscanas de la Encarnación lleva la comida a una mesa más pequeña, cerca del comedor, y se dispone a servir. Los niños oran y agradecen a Dios por los alimentos que van a recibir. Sus rostros, con destellos de alegría, denotan la pobreza en la que viven junto a sus familias.

“A veces uno no tiene la facilidad de darle todos los días y aquí hasta vitaminas les dan”, explica Ligia Hernández, madre de una niña de 5 y un niño de 7 años, que saborean el arroz y el pollo con verduras que les acaban de servir.

Mientras los niños comen, la hermana Ángela García, una de las religiosas, sube sudorosa la empinada cuesta hacia el comedor infantil. Cuando llega, comenta que se fue al ride hacia Quebrada Honda, una comunidad entre Sébaco y Matagalpa, para traer unas cuantas libras de carne que le ofreció “una bienhechora”.

TRES VECES A LA SEMANA

La hermana Ángela dice que la Fundación Americana, con sede en Managua, les provee de arroz y otros alimentos especiales para niños con problemas de desnutrición, pero ellas deben buscar los complementos: carne, pollo, verduras, productos para refrescos, entre otros.

“¿Cómo está la comida?”, pregunta el reportero de la televisión a uno de los niños, y éste sin dudar responde: “Riquísima”. Pero esa alegría es sólo tres días por semana, de martes a jueves.

“Quisiéramos hacerlo todos los días, pero no podemos”, dice con tristeza la hermana Ángela, explicando que una nutricionista les recomendó que atender a los niños durante tres días consecutivos es mejor que hacerlo día de por medio.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí