Por Jeniffer Castillo
La calma podría regresar el próximo lunes a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), luego que los grupos orteguistas de UNEN decidieran abandonar para este sábado los recintos que mantenían sitiados desde hace más de una semana, para exigir un cambio en el método de votación en la elección de nuevas autoridades.
Los grupos orteguistas anunciaron además que recurrirán de amparo ante los tribunales de justicia, ante la decisión del Consejo Universirario, liderado por el rector de la UNAN-Managua, Fracisco Guzman, de permitir la votación de los presidentes de grupo en los Centros Universitarios Regionales (CUR) pero en igual proporción que la de los docentes en las elecciones de decanatura.
Dicha decisión no fue del agrado de los miembros orteguistas de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) porque impide que los estudiantes sean mayoría en la votación de decanaturas.
Por ahora el Consejo Facultativo de la UNAN-Managua está trabajando en la reestructuración del calendario académico tras la pérdida de casi dos semanas de clases, como consecuencia de la toma de los grupos orteguistas.
Las autoridades universitarias se negaron de momento a hablar de pérdidas económicas en la mayor casa de estudios del país, aunque anunciaron que la próxima semana iniciarán una investigación interna para cuantificar los daños en el Reciento Universitario Rubén Darío.