La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) expresó su preocupación por “la situación de progresivo deterioro” de las reservas de biosfera Bosawas y Río San Juan, las dos únicas que por ahora tiene Nicaragua.
Juan Bautista Arríen, secretario permanente de la Unesco en Nicaragua, denunció el “abuso constante y desmedido sobre los recursos naturales de ambas reservas, amenazando su conservación y estatus de reservas mundiales de la biosfera”.
“Se trata de un problema ético, económico y ecológico”, valoró.
“Esta preocupación seria y profunda se sustenta en la información pública que demuestra como se ha deteriorado gravemente” la zona de amortiguamiento y zona núcleo de Bosawas, ya que según indicó Arríen, en la reserva la deforestación en el periodo de 1999 al 2005 ha sido de 41 mil hectáreas al año.
“Esta honda e impostergable preocupación nos compromete a apoyar las medidas que está tomando el Estado de Nicaragua para desalojar a los agentes activos de su destrucción, hacer cumplir las leyes y detener las ilegalidades”, sostuvo el representante de la Unesco en un comunicado ayer.
Aprovechó la ocasión para apelar a la población, al Gobierno, a la empresa privada, a las comunidades indígenas y a las organizaciones internacionales “a salvar las reservas porque en su destrucción están involucradas todas las fuerzas vivas de la sociedad nicaragüense”.
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