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el embajador francés, Thierry Frayssé (dcha.), no quiso pronunciarse sobre la situación política de Nicaragua, pero dijo que considera importante crear condiciones para el libre ejercicio de la democracia. LA PRENSA/ M. ESQUIVEL

Cenidh: Ortega igual a Somoza

A pesar de las recomendaciones y llamados de atención al gobierno de Daniel Ortega, a nivel internacional e interno, para que respete los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, la situación se ha “agravado” en Nicaragua, afirmó ayer Vilma Núñez de Escorcia, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

A pesar de las recomendaciones y llamados de atención al gobierno de Daniel Ortega, a nivel internacional e interno, para que respete los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, la situación se ha “agravado” en Nicaragua, afirmó ayer Vilma Núñez de Escorcia, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

“Nunca se había visto en Nicaragua los niveles de persecución a los defensores (de derechos humanos) que existen en la actualidad; entonces, ahorita estamos con el peor gobierno de todo el recorrido”, desde la dictadura de Anastasio Somoza, explicó Núñez.

La promotora de derechos humanos destacó que en los 20 meses que le queda a la administración Ortega, es difícil que mejore el respeto a los derechos elementales de los nicaragüenses, razón por la que insistió en que la solución está en los ciudadanos.

“Yo siempre digo, este Gobierno va a llegar, porque su propósito es perpetuarse en el poder para concentrar la mayor cantidad de riqueza, pero va a llegar hasta donde la población nicaragüense sea capaz de dejarlo llegar. Si la población nicaragüense se organiza y decide impulsar un plan estratégico, un plan de acción, para poner fin a tanto abuso, a tanto autoritarismo, definitivamente no hay gobierno que resista”, afirmó Núñez.

COMO SOMOZA

La administración de Violeta de Chamorro es, a juicio de Vilma Núñez, uno de los mejores gobiernos en cuanto a respeto de los derechos de la ciudadanía, a pesar de que tomó el poder en medio de una situación de postguerra.

Para la presidenta del Cenidh, la etapa de la dictadura de Anastasio Somoza no tiene precedentes, pero existen “algunos rasgos (de Daniel Ortega) en la actualidad que superan los estilos de Somoza”.

La diferencia entre Somoza y Ortega son las desapariciones forzadas, ejecuciones sumarias y la violación al derecho de la vida que cometió el primero, “pero al comparar entre gobiernos, cada uno tiene sus propias características y problemáticas en el tema de derechos humanos”, afirmó Núñez.

La dictadura de Somoza fue derrocada en 1979 por una revolución popular en la que participó Daniel Ortega, como dirigente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

“ESPECTÁCULO” DEL HOLYDAY ES INACEPTABLE

Durante la celebración de los 20 años de fundación del Cenidh, ayer, el Embajador de Francia, Thierry Frayssé, comentó que es importante la presencia de organismos como éste y manifestó preocupación por la violación de algunos derechos ciudadanos.

“Creo que en un país democrático es importante tener organizaciones de defensa de derechos humanos independientes, como es el Cenidh, como existen otras organizaciones. Con respecto a la situación de derechos humanos en Nicaragua, se sabe que es objeto de seguimiento”, subrayó Frayssé.

El diplomático francés recordó que en febrero pasado, durante el examen periódico universal sobre derechos humanos, en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, se “emitió unas recomendaciones que tenemos plena confianza que serán implementadas”.

“Obviamente hay cierta preocupación sobre libertad de expresión y, en particular, libertad de manifestación, que son derechos elementales en un país democrático; y los eventos del Holiday Inn (ataque con morteros y piedras de turbas orteguistas) son espectáculos que no son aceptables”.

DEFIENDE A LA POLICÍA

Sobre los señalamientos a la Policía Nacional de proteger a las turbas pro gubernamentales y dejar indefensos al resto de ciudadanos, la jefa de la Policía, Aminta Granera, dijo que esa institución trata de “hacer en cada momento y en cada circunstancia lo que consideramos mejor para el pueblo de Nicaragua”.

Al respecto, Vilma Núñez, del Cenidh, sostuvo que “hay que ver a los verdaderos responsables de lo que ocurre y no señalar a los primeros que encuentran, que es la Policía”.

Núñez señaló que la Policía “es el pararrayos de todos los señalamientos, porque es la que entra en contacto con la gente”.

“He dicho y vuelvo a repetir que creemos en el esfuerzo que está haciendo la comisionada Aminta Granera para mantener y restablecer la institucionalidad de la Policía, pero tiene interferencias, interferencias que están obstaculizando su trabajo”, afirmó la presidenta del Cenidh.

PROBLEMAS SERIOS

El secretario general de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), Eric Sottas, considera que en Nicaragua hay progresos en algunos derechos sociales y económicos, pero hay “problemas serios en términos de la posibilidad de organizarse, de manifestarse de manera pacífica”.

“Hemos visto que hay ataques de grupos que no son sancionados, yo diría que no hay intervención para parar eso, es una preocupación importante”, expresó.

En ese sentido Raití Juárez, coordinador del Movimiento Juvenil Nacional, explicó que el año pasado hicieron un recuento de las recientes violaciones a los derechos humanos de los jóvenes, sobre todo del derecho a la organización y la libertad de expresión.

“Encontramos que durante este Gobierno en los derechos humanos ha habido un retroceso. Este Gobierno se caracteriza por dividir, segmentar y por lo tanto poner en riesgo el derecho de tener un desarrollo integral”, aseguró.

EXORTA A LA POLICÍA

Para el embajador Frayssé, la labor de la Policía Nacional es muy profesional y eso ha quedado en evidencia al ser declarado Nicaragua como el país más seguro de Centroamérica.

Sin embargo, el diplomático le sugirió actuar con prudencia, de ninguna manera limitar derechos ciudadanos. “También entendemos que la Policía Nacional debe actuar con prudencia, son realmente profesionales, pero tampoco tiene que inhibirse; el derecho de libre manifestación y la seguridad de los ciudadanos tiene que garantizarlo”, opinó Frayssé.

Vilma Núñez, presidenta del Cenidh, insistió ayer en la necesidad de que haya tolerancia en Nicaragua. “El respeto a los derechos humanos no elimina ni estigmatiza las voces disidentes, las opiniones contrarias, los puntos de vista diferentes. Todas las voces deben tener su espacio y su garantía de ser escuchadas, sin ser descalificadas o reprimidas. Todas las voces deben ser no sólo toleradas y respetadas, sino tomadas en cuenta para que a través de esas voces se ejerza el derecho humano a la plena participación”.

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