Futuro
“El mejor profeta del futuro es el pasado”.
Lord Byron (1788-1824), poeta inglés.
EL FUTURO MALO
Después de ver la brutal forma en que dos “universitarios” golpearon a un estudiante que lo único que pedía era la reanudación de las clases, imaginé cómo se sentirían los padres del joven golpeado y por un momento tuve la satisfacción de pensar que los agresores estaban presos. Mi satisfacción no duró mucho, ya que un juez (de los que abundan ahora) les concedió esperar el juicio en libertad, entre otras cosas, porque la defensa argumentó que esos jóvenes son el futuro de Nicaragua. El orteguismo no nos está mintiendo, éstos son los sujetos que para ellos deben ser el futuro de Nicaragua, apedrear personas y edificios públicos o privados, fue reconocido por una diputada orteguista como parte de la cultura de sus seguidores y el señor Tomás Borge anunció desde hace mucho tiempo que no dejarán el poder de ninguna manera.
Conozco personalmente a jóvenes campesinos que trabajan de jornaleros, de lunes a viernes, por un salario de 65 córdobas diarios y el sábado abordan un bus para viajar 13 kilómetros hasta Pantasma para estudiar el bachillerato. Si lograran conseguir una beca y cursar estudios universitarios llegarían a ser profesionales con deseos de trabajar, ése es el futuro bueno. El futuro malo es el que nos espera si proliferan los casos de adolescentes violentos y deshonestos cuyos padres no han sabido educar civilizadamente. Por los jóvenes campesinos siento pesar, ya que es casi seguro que no puedan continuar estudiando, por los otros jóvenes siento lástima, ya que no creo que a estas alturas puedan enderezar el rumbo y menos aún cuando existe el precedente de que comportándose con violencia y deshonestidad se puede llegar incluso a ser diputado. ¡Dios salve a Nicaragua!
Walter f. Pineda Úbeda
RESPETO A LA CONSTITUCIÓN
En días pasados miré en los medios de comunicación a un periodista quien, con la Constitución Política de la República de Nicaragua en mano, reclamaba sus derechos constitucionales consignados en los Arto. 66 y 67 de esta Constitución. Estoy totalmente de acuerdo que él, como periodista quiera hacer valer el derecho de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de la manera que él lo crea conveniente y de que esta información debe ser veraz. Y también que el derecho de informar es una responsabilidad social y se ejerce con estricto respeto a los principios establecidos en la Constitución.
En un Estado de Derecho y en ejercicio de la plena democracia esto se debe respetar, así como también nuestros derechos individuales, derechos políticos, derechos sociales, derechos de la familia, derechos laborales, derechos de las comunidades de la Costa Atlántica y todo lo concerniente a la defensa nacional, economía nacional, reforma agraria y finanzas públicas, educación y cultura, de la organización del Estado, en fin todo lo que se establece en nuestra Carta Magna aún vigente.
Por lo tanto, si él como periodista reclama sus derechos, yo como ciudadano de este país reclamo todos los derechos, deberes y garantías establecidos en la Constitución Política de la República de Nicaragua, especialmente en lo concerniente a los artículos siguientes:
Arto. 50.— Los ciudadanos tienen derecho de participar en igualdad de condiciones en los asuntos públicos y en la gestión estatal. Por medio de la ley se garantizará, nacional y localmente, la participación efectiva del pueblo.
Arto. 51.— Los ciudadanos tienen derecho a elegir y ser elegidos en elecciones periódicas y optar a cargos públicos, salvo las limitaciones contempladas en esta Constitución Política.
Arto. 129.— Los poderes Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Electoral, son independientes entre sí y se coordinan armónicamente, subordinados únicamente a los intereses supremos de la nación y a los establecimientos en la presente Constitución.
Arto. 130.— La nación nicaragüense se constituye en un estado social de derecho. Ningún cargo concede a quien lo ejerce las funciones que las que le confieren la Constitución y las Leyes.
Arto. 147.— Para ser elegidos Presidente y Vicepresidente de la República
No podrán ser candidatos a Presidente y Vicepresidente de la República:
a) El que ejerciere o hubiere ejercido con propiedad la Presidencia de la República en cualquier tiempo del período en que se efectúa la elección para el período siguiente, ni el que la hubiere ejercido por dos períodos presidenciales.
Señores de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo Supremo Electoral, de la Contraloría General de la República, diputados y gobernantes: Respetemos nuestra Constitución Política. ¿O es que serán partícipes del nacimiento de una nueva dictadura?
Julio Ocampo
POLICÍA PIERDE CREDIBILIDAD
Dice la Constitución Política de la República de Nicaragua en su Título V, Capítulo Único, Artículo 97, que la Policía Nacional es un cuerpo armado de naturaleza civil, y que tiene por misión garantizar el orden interno, la seguridad de los ciudadanos, la prevención y persecución del delito y los demás que le señale la ley, etc., pero hemos visto cómo a partir de enero del 2007, cuando el presidente Ortega asumió por segunda vez —y última— la Presidencia de la República, ha venido en picada la credibilidad y el profesionalismo de ésta, ya no hacen su trabajo.
Esto lo podemos ver en los acontecimientos de los últimos días, protagonizados por las turbas orteguistas, el sitio al Congreso, la agresión al hotel Holliday Inn y el relajo que propician los activistas de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN). No tiene sentido ver a la Policía acordonando un lugar para que los ciudadanos honestos y trabajadores no circulen por allí, mientras los facinerosos orteguistas están tranquilamente dentro del cordón de seguridad agrediendo a personas y propiedades.
Esa escena da la impresión como que la Policía está protegiendo a los violentos para que hagan su trabajo sin inconvenientes. Pero algo es seguro: el pueblo toma nota de la agresión sandinista a Nicaragua. ¡Dios bendiga al pueblo nicaragüense!
Geovanny Méndez Núñez
PEDERASTIA Y HOMOSEXUALIDAD
De un interesante estudio del prestigioso psicólogo forense alemán Hans Kröber, el cual se declara ateo, éste deduce y afirma que “el celibato no causa la paidofilia”, puesto que el porcentaje de pederastia en sacerdotes y religiosos, que establece según las estadísticas en un 0.04 por ciento, es incluso menor que el que se da entre los heterosexuales de otras profesiones o al de la población global. También afirma: “los problemas que tiene ahora la Iglesia católica son problemas de sacerdotes homosexuales que no son capaces de, o no quieren, vivir la abstinencia sexual”. Efectivamente, es sabido que en más del 90 por ciento de los casos de pederastia, las agresiones sexuales se realizan a niños y adolescentes varones, lo que demuestra que está íntimamente ligada a la homosexualidad. No obstante, en lo mucho que se está escribiendo estos días sobre el tema, siempre se relaciona la pederastia con la circunstancia de ser los agresores sacerdotes o religiosos, y nunca con su condición homosexual.
Pero, claro está, el poner de manifiesto algo peyorativo sobre la homosexualidad no es políticamente correcto y quien tal cosa haga puede ser acusado de homofobia; en cambio el cebarse con la Iglesia es más progresista, tiene más morbo y vende más.
Federico Gómez Pardo
ESTUPEFACCIÓN CIUDADANA
Quiero referirme al caso del fuerte cargamento de cocaína que las autoridades nicaragüenses encontraron recientemente en Puerto Corinto, en un barco mercante de bandera extranjera. La opinión pública se quedó estupefacta ante la actitud demasiado blandengue por parte de quienes llevaron el mencionado caso para cerrarlo muy rápido. Tal situación estimula grandemente al narcotráfico para así convertir a Nicaragua en un país predilecto para sus operaciones, pues el fin justifica los medios.
Ojalá que en nuestro país no se sigan dando más casos como el antes mencionado; porque de lo contrario Nicaragua se convertirá en tierra de nadie para el narcotráfico y el lavado de dólares. Todo el dinero que el Estado nicaragüense quita a quienes practican estos delitos debe ser usado para abrir centros de rehabilitación para toxicómanos en todo el territorio nacional, mediante una ley aprobada por la Comisión de Salud de nuestra Asamblea Nacional.
Salvador Pérez
Ver en la versión impresa las páginas: 10 A
