Después de “limar las diversas asperezas para ir marcando un camino común” entre Arnoldo Alemán, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), y Eduardo Montealegre, del Movimiento Vamos con Eduardo-Partido Liberal Independiente (MVE-PLI), monseñor Abelardo Mata anunció que se acordó concretar la unidad de las corrientes liberales, que se impulsaba desde el año pasado.
“Vamos a ir a primarias interpartidarias, vamos a competir el uno contra el otro y contra cuaquier pre candidato para de definir al candidato a la Presidencia por la oposición para el 2011” dijo anoche Montealegre consultado vía telefónica.
Los acuerdos asumidos entre Alemán y Montealegre tuvieron como testigo único a monseñor Mata, quien estima que después de la decisión alcanzada ayer, su papel como mediador para “ofrecer un aporte positivo a la Patria, a fin que este Gobierno gobierne y no desgobierne”, está llegando a un punto final del proceso.
No obstante, casi paralelamente, representantes de esas organizaciones políticas ratificaban en la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) someterse a las elecciones primarias interpartidarias.
“Ese es un punto que hay que definir porque es absurdo pensar en que habrá dos elecciones primarias. Tenemos que definir quién va a organizar las elecciones primarias porque debe haber un solo organizador y una sola elección”, dijo Montealegre al recordar que también existe la propuesta de Hagamos Democracia y el Movimiento Nueve de Noviembre que hoy la harán pública.
CONTRA POSTULACIÓN ILEGAL DE ORTEGA
Montealegre expresó que la unidad es fundamental para poder optar a la Presidencia de la República y sobre todo, derrotar al candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que se perfila en la figura del presidente Daniel Ortega, aunque su postulación sea inconstitucional como expresan los opositores.
Otro acuerdo que se conversó es impulsar “un plan de nación a largo plazo, en el que las políticas implementadas por determinada Administración sean asumidas por el que lo suceda en el cargo, el que podría ir más allá de tres períodos presidenciales”.
“Hay que darle a Nicaragua seguridad, paz y tranquilidad a la inversión”, indicó por su parte Alemán.
BUSCAR CONSENSO
También quedaron atrás después del encuentro de ayer las diferencias que existían en torno a la elección de los candidatos a cargos públicos, ya que también se acordó iniciar la búsqueda del consenso para proceder a presentar los candidatos que la oposición respaldaría.
“Vamos a ponernos de acuerdo primero con los candidatos al CSE y luego con los candidatos de la Corte, la Contraloría, etc.” dijo Montealegre.
En ese sentido, faltaría conocer si la bancada de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) – cuyo voto no es decisivo para alcanzar los 56 votos- respaldará la lista que definan las otras corrientes liberales o si mantendrá su posición de votar —siempre y cuando— se le ceda un lugar en el Consejo Supremo Electoral (CSE) y en la Contraloría General de la República (CGR).
Montealegre afirmó que ya hay un “acuerdo firme, serio y no hay vuelta atrás”, el que se elija antes que al resto de funcionarios, a los magistrados del Poder Electoral, de acuerdo con lo establecido en los compromisos de Metrocentro II, o sea que no votarán por ninguno de los actuales magistrados electorales.
Montealegre manifestó que en los próximos días podrían reunirse nuevamente los representantes de los grupos parlamentarios para definir quiénes serían los candidatos que respaldarían en el plenario de la Asamblea Nacional.
Sobre la intención de algunas corrientes políticas y de la sociedad civil de impulsar la Alianza Patriótica Nicaragüense, Montealegre respondió que no puede haber dos o tres opciones, ya que lo ideal sería que todas se unan para participar como una sola fuerza política, y desestimó que cualquier miembro de su movimiento o del PLI como aliado político electoral apoyen una división de las fuerzas de oposición.
Para monseñor Mata, llegar al estado actual de lograr la unidad de las fuerzas liberales, sin descartar que se sumen el resto de fuerzas del país, fue un proceso que define como “escabroso”, tomando en cuenta que antes “no se podían ni siquiera ver, por lo menos empezaron a verse, empezaron a bajar a problemas muy concretos, que le llamo las catarsis que se hicieron”.
Recordó que lo importante no es ver la unidad como “participar en un plato a ver qué parte de la comida me corresponde a mí, sino la visión de nación” .
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