La Reserva de Biosfera Bosawas pierde cada día el equivalente a 113 canchas de futbol. La sociedad civil y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) presionan sin éxito para frenar el problema. El Gobierno tiene dinero y un plan que no ejecuta. Pero ésta sólo es la cara visible de un Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) que se identifica más con el paso de las tortugas que con el vuelo de las aves.
Así lo evidencia el Informe Trimestral de Seguimiento a la Ejecución Físico-Financiera de los Proyectos del Marena, de enero a marzo, al que tuvo acceso LA PRENSA.
Según el documento, en los primeros tres meses del año el Marena gastó menos del siete por ciento de su presupuesto de fondos externos designado para este año, cuyo total es de nueve millones 764 mil 433.86 dólares.
A pesar de que el Marena es visto como el ministerio “Cenicienta” de los gobiernos de turno, en el mismo informe se le recomendó redoblar esfuerzos para “incrementar la ejecución financiera de los fondos externos disponibles”.
Las recomendaciones destacaron la necesidad de reforzar la gerencia en algunos proyectos específicos, “especialmente en la Dirección General de Patrimonio Natural y la Dirección General de Calidad Ambiental”.
Además, se sugirió iniciar los procesos de adquisición de bienes y servicios, los cuales no existían a pesar de que el dinero estaba disponible.
En el informe se observa el pobre desarrollo de proyectos claves para el país.
El Programa de Gestión Ambiental Local para el Manejo de Recursos Naturales y Provisión de Servicios Ambientales en Bosawas apenas avanzó el cinco por ciento de lo que debió desarrollar en el primer trimestre del año, a pesar de contar con más de medio millón de dólares (552 mil 731 dólares) para esto.
Otro proyecto que avanzó apenas el cinco por ciento fue el Programa de Fortalecimiento e Integración de Esfuerzos para la Sostenibilidad del Sistema de Áreas Protegidas de Nicaragua (GEF-Sinap), cuyo presupuesto anual es de casi un millón de dólares (843,808 dólares).
Más reprobado salió el Marena en el Programa de Mejoramiento del Manejo y de la Contención de la Liberación de Pesticidas Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP, los peores que existen), ya que sólo se alcanzó el uno por ciento, a pesar de los 642 mil 700 dólares asignados.
Lo mismo ocurrió con el Proyecto de Reducción de Escurrimiento de Plaguicidas al Mar Caribe: sólo un uno por ciento se hizo sin importar los 512 mil 396 dólares disponibles.
Mayor éxito, aunque no el deseado, tuvieron el Programa de Apoyo al Sector Medio Ambiente y el Corredor Biológico Mesoamericano, que avanzaron más del 80 por ciento con presupuestos superiores al millón de dólares.
A nivel general, el informe señala la falta de apoyo de instituciones como el Fondo de Inversión Social de Emergencia (FISE), para ejecutar proyectos relacionados con el agua potable y saneamiento en comunidades que carecen de estos servicios vitales.
Asimismo, advierte que muchos otros proyectos podrían haber avanzado si se hubieran autorizado algunas adquisiciones o se hubiera tomado una decisión, es decir, que hubo atrasos u obras perdidas gracias a que un documento no fue firmado.
Gracias a esto, hubo guardaparques que no recibieron equipamiento para el control de incendios, a pesar de estar en plena temporada de incendios forestales.
Mientras Nicaragua pierde 70 mil hectáreas de bosques por año, el Marena no hizo uso de más de 300 mil dólares para un programa de educación ambiental.
La Unidad de Cambio Climático prácticamente quedó congelada porque los donantes no podían reunirse con una oficina sin director, ya que ese cargo quedó vacante cuando lo abandonó la actual secretaria general del Marena, Martha Ruiz, quien ya había abandonado otro puesto dentro de este ministerio, ocupando así su tercer asiento en tres años.
El mismo informe habla respecto de las ejecuciones del ciento por ciento en un par de proyectos de manejo de cuencas hidrográficas. Sin embargo, al final lo que hacen es confirmar que en el Marena probablemente hay capacidad técnica y dinero para avanzar, pero no se hace por razones desconocidas.
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