Las principales cooperativas del transporte colectivo del municipio de Managua prácticamente se le rebelaron al Gobierno central ayer, al decidir realizar una marcha hoy por la mañana, a manera de presión, para exigir con ello soluciones inmediatas para resolver la problemática referida a las múltiples fallas mecánicas que han presentado los 110 buses rusos que operan en la ciudad.
Los transportistas se dirigirán hasta las instalaciones de Alba Transporte, empresa encargada de realizar el mantenimiento de estas unidades y que pertenece Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa).
Los afectados señalaron que los buses rusos que les entregaron no son más que “chatarra rodante”, que en cada mantenimiento se tiene que pagar hasta 5 mil córdobas como promedio.
También se mostraron decepcionados y molestos, amenazaron con “devolver” las 110 unidades rusas que tienen menos de un año en operación, las cuales han presentado a la fecha decenas de fallas mecánicas que les impide seguir operando en la ciudad.
La decisión fue tomada ayer en una asamblea donde se reunieron los socios y dirigentes de la Unión Regional de Cooperativas de Transporte Colectivo (Urecootraco) y la Unión Regional de Cooperativas Independientes (Urecootrain), que aglutinan a las cooperativas “beneficiadas” con un crédito con intereses que extendió la paraestatal Alba Caruna, para que compraran los buses rusos.
A esta asamblea también asistieron el director del Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua (Intramma), Francisco Alvarado y Néstor Cruz, jefe de operaciones de Alba Transporte.
Jorge Martínez, quien asistió como representante de Alba Caruna, se retiró pocos minutos después de haber llegado.
ESTAFADOS CON NEGOCIO DE CARUNA
De forma unánime los transportistas que asistieron a la asamblea señalaron que estas unidades que donó la Federación Rusa al Gobierno son “chatarras”.
Los buses que el grupo Alba recibió sin costo son comercializados en el país por Alba Caruna a un costo de 37 mil dólares, incluido intereses y pago de seguro.
Los transportistas manifestaron sentirse “estafados” porque les vendieron unas unidades nuevas que en menos de un año de estar operando han fallado en un cien por ciento, presentando fallas sensibles en los sistemas de rodamiento, motor, sistema eléctrico, enfriamiento, ventilación, caja de velocidades y carrocería.
Santos Linarte, socio de la cooperativa Parrales Vallejos y propietario de uno de estos buses, dijo que era una “burla” para los transportistas el estar operando con buses “nuevos” que no son rentables.
“Es insólito que a una unidad nueva haya que hacerle chequeo de sensores del motor, que nos viene costando hasta 400 dólares; un cambio de aceite y mantenimiento preventivo donde se paga cinco mil córdobas. Estas unidades prácticamente son impagables porque el mantenimiento es continuo y resulta muy caro. Es por ello que demandamos al Gobierno y a la administración de Caruna nos den la cara para resolver este problema”, afirmó.
Investigaciones realizadas por LA PRENSA el pasado mes de marzo, revelaron que las unidades rusas presentaban al menos 20 fallas mecánicas y una de las más delicadas era la detectada en el sistema de rodamiento en el eje delantero, donde el sistema de frenos se activa de forma repentina, provocando que las unidades se detengan de forma brusca.
PERJUDICADOS Y SIN BENEFICIOS
Jorge Rodríguez, presiente de la cooperativa Camilo Ortega, señaló que si Caruna o las autoridades de Gobierno no brindan una solución inmediata, los transportistas se verán obligados a devolver los buses y exigir que se les entregue nuevamente las unidades amarillas que fueron sacadas de operación al recibir los buses rusos.
“Consideramos que se están burlando de nosotros porque nadie asume sus responsabilidades. Después de sostener por lo menos 10 reuniones, donde se firmaron acuerdos para resolver la problemática de los buses rusos, al final no hemos llegado a nada. Hay socios que tienen los buses en el taller, sin poder salir a trabajar porque no hay repuestos. Hay al menos ocho unidades con problemas internos en el motor y esta gente tiene que ganar dinero para poder abonar a Caruna mensualmente por el crédito otorgado. Lo que queda es ir a devolver esos buses que son chatarras”, señaló.
Róger Eduardo Argüello también dijo estar inconforme con la unidad que adquirió, que presenta fallas en el piso y techo.
“Es una unidad que te ahoga de calor porque el sistema de ventilación es limitado, pero que te mojás cuando llueve porque el techo y el piso filtran agua. Supuestamente los transportistas fuimos beneficiados con estos buses, pero la verdad es que salimos perjudicados porque los gastos operativos se nos incrementan y no hay respuesta por la garantía de un año que teníamos”, afirmó.
RECONOCEN QUE HAY QUE INVERTIRLES 12 MIL DÓLARES A CADA UNIDAD
Los transportistas invitaron a representantes de Caruna a la asamblea realizada ayer, sin embargo Jorge Martínez, quien asistió como delegado de la entidad financiera, solamente estuvo presente por unos minutos en el encuentro, lo que molestó a los empresarios del transporte.
Francisco Alvarado, director del Irtramma, se limitó a decir ayer que existía un compromiso de parte del Gobierno y de la Federación Rusa por resolver estos problemas técnicos y que por ello se inició un proceso de adecuación de cada unidad, a la que habrá que invertirle por lo menos 12 mil dólares en reparaciones en un primer momento.
Alvarado reconoció que el proceso de reparación de las unidades lleva cierto grado de lentitud, por lo que sugirió que los caminos de comunicación entre transportistas y Gobierno deberá mejorar para estar encaminado a resolver la situación los más pronto posible.
“Los proveedores de repuestos se han atrasado. Estamos claros de que si es necesario invertir hasta 12 mil dólares por unidad, se realizará y es una opción que manejan las autoridades del Gobierno”, expresó.
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