Monseñor Silvio Báez Ortega, quien celebró ayer el primer aniversario de su nombramiento como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, advirtió que un “gobierno que se cierra” y que vive “en el secretismo” no cumple con el modelo “trinitario” del Padre, Hijo y Espíritu Santo que promueve la fe católica.
Durante la tradicional homilía dominical, el prelado reiteró el llamado de la Iglesia católica al Gobierno y los demás actores de la vida pública nicaragüense, a que contribuyan a la paz social y que se abra un diálogo nacional “incluyente y en igualdad de condiciones”.
“Un gobierno que se cierra, que vive en el secretismo, que excluye de las decisiones a gran parte de la población, no vive a imagen de la Trinidad. No es un modelo social trinitario”, sostuvo monseñor Báez.
La agenda que le presentaron los empresarios contiene propuestas “para fortalecer la institucionalidad democrática” del país y para el desarrollo económico.
Según Jarquín, Ortega pudo estar en desacuerdo con todas o algunas de esas propuestas, pero en todo caso éstas “merecían la atención que no tuvieron del gobernante a quien iban dirigidas”, refirió Jarquín.
Para el dirigente del MRS, el presidente Ortega solamente reaccionó a las peticiones “jugueteando-tanteando con la idea de disolver la Asamblea Nacional y el régimen de partidos políticos” e ignoró el resto de solicitudes.
Por tanto, al analizar lo que ocurrió en ese encuentro, no puede más que asegurarse que fue “un diálogo de sordos”, concluyó Jarquín.
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En la misa de ayer, Báez imploró a la sociedad que asuma la imagen de unidad de la Santísima Trinidad, ya que sólo bajo ese modelo podrá haber paz y tranquilidad.
De acuerdo con la explicación de Báez, una sociedad vive bajo el modelo trinitario cuando todos los ciudadanos tienen igualdad de oportunidades en la vida social, cuando no hay discriminación de ningún tipo en contra de ninguna persona y cuando se respetan los derechos de todos, especialmente el de los más necesitados, sin temor a perder privilegios y posiciones.
Es decir que el modelo trinitario realmente se cumple “cuando los que detentan el poder que el pueblo les ha dado lo hacen con transparencia, haciendo que el pueblo que los ha elegido participe activamente en la función pública”, dijo Báez.
El obispo consideró que cuando existen condiciones de desigualdad social, es imprescindible un diálogo, para superar la “intolerancia que excluye, descalifica y elimina a quien no piensa como yo”, para aprender a ser “incluyentes y crear espacios de participación. Nuestra fe tiene que cambiar nuestra manera de vivir… para que los derechos de todos sean respetados, y podamos expresar nuestras ideas y opiniones y seamos informados adecuadamente”.
Al concluir la celebración, el obispo Báez fue felicitado por cientos de feligreses que abarrotaron la Catedral Metropolitana de Managua.
Posteriormente, aprovechó para invitar a la clase política a deponer sus intereses personales, no cegarse por ambiciones de poder o económicas, y asumir una alta dosis de humildad para lograr una conversión auténtica, que permita abrir espacios a otros, abrir posibilidades y ver al futuro con esperanza.
Aunque tiene fe en que Nicaragua saldrá adelante, Báez reconoció que no se pueden ignorar los signos que nos hacen pensar que la situación podría agravarse en los próximos días.
El religioso se refería a que varios funcionarios de Estado ya terminaron sus períodos, pero continúan en sus cargos atrincherados en un decreto presidencial que rechaza la oposición. Además, a inicios de julio terminarán legalmente sus labores ocho magistrados electorales. Las fuerzas políticas en el parlamento no llegan a acuerdos para elegir a nuevos servidores o reelegir a los actuales.
“No hay que ser ingenuos, hay que pensar realmente que las cosas se pueden poner más difíciles. Pero siempre en una situación difícil hay que creer en la buena conciencia de las personas y en la buena voluntad de los nicaragüenses”, dijo Báez.
También reiteró el llamado al presidente Daniel Ortega, a abrir sus oídos a todos los sectores. “Comprendemos que es secretario general del partido de Gobierno, pero es Presidente de todos los nicaragüenses y debe escuchar a todos, aun a los que no son del Frente Sandinista”, dijo.
Además, señaló que el mandatario sandinista es el primero que debe “respetar y hacer respetar la Constitución. Es el primero que debe colaborar a la paz, la comunión y la unidad del pueblo. Y estoy seguro de que el Presidente, con buena voluntad, lo puede hacer y los nicaragüenses esperamos eso”, enfatizó monseñor Báez.
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