Por Anne Pérez Rivera y Alina Lorío
MANAGUA Y OCOTAL
Aunque las destituciones de alcaldes, vicealcaldes y concejales han estado de moda en las últimas dos semanas, todavía no hay ninguna instancia en donde se certifique que se aplicó el debido proceso para los defenestrados, según el especialista en temas municipales e investigador de la Universidad Centroamericana (UCA), Manuel Ortega Hegg.
A finales de mayo los concejos y las secretarías políticas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) destituyeron a los ahora ex alcalde Yader Ramos, de Dolores, así como a Leonel Rojas, de Jinotepe, en el departamento de Carazo.
- El destituido Alcalde de Wiwilí, Octavio Ramos, advirtió que estaría hoy jueves en su municipio tomando posesión como alcalde legítimo, en base a un exhorto de la Sala Civil del Tribunal de Apelaciones de Las Segovias, que notifica a las partes la suspensión de todo lo actuado el pasado 28 de mayo por el Concejo de Wiwilí, cuando fue destituido.
Es decir, la Sala de lo Civil manda a revertir la destitución de Ramos.
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Además, a finales de la semana pasada el entonces Alcalde liberal de Wiwilí, departamento de Nueva Segovia, Octavio Ramos, también fue destituido al igual que el secretario del Concejo en ese municipio, Antonio Talavera.
En todos los casos mencionados los dirigentes políticos y los concejales involucrados en las destituciones aducen la Ley 40, Ley de Municipios, que en su artículo 24 indica que las causales para destituir a un electo son renuncia al cargo, muerte, condena mediante una sentencia firme a pena de privación de libertad o de inhabilitación del cargo y abandono injustificado de sus funciones.
“Efectivamente la Ley 40 de municipios establece cuáles son las causales para destituir a un alcalde, vicealcalde o concejales electos, pero en ninguna parte se garantiza o procura la aplicación de un debido proceso. Es decir, las mismas autoridades municipales no cuentan con las garantías de que se les aplique un proceso justo, puede haber injusticias en algunos casos o puede haber pasada de facturas políticas”, indicó Ortega Hegg, especialista en temas municipales.
GRAN INESTABILIDAD
A juicio del presidente de la Comisión de Población, Desarrollo y Municipios de la Asamblea Nacional, el diputado Agustín Jarquín, las destituciones son un “indicativo fuerte de inestabilidad”.
“Si es una persona electa por la población, su remoción debiera tener una verdadera causal y debe haber un método para ejecutar la decisión, porque estos cambios dificultan más las cosas y todo puede traducirse en una baja en la eficacia y eficiencia de la gestión pública”, dijo Jarquín, quien además reiteró que los gobiernos municipales requieren de estabilidad para un mejor funcionamiento.
“Estos funcionarios removidos tenían muchas responsabilidades. Ahora (tras ser destituidos) ¿cómo rinden las cuentas de lo que tenían a su cargo? Lo peor es que padecemos de una gran incertidumbre y tenemos la mala práctica de que un nuevo gobierno quiere poner su sello y no siempre perduran los procesos institucionales”, sostuvo el parlamentario.
CSE CONFIRMA
El Consejo Supremo Electoral CSE) ya confirmó el nombramiento de Denis Quiñónez, como nuevo Alcalde de Wiwilí.
Las causas de la destitución del ex alcalde Ramos, de Wiwilí, según el acta de la sesión extraordinaria del pasado viernes, fue la falta de cumplimiento de acuerdos, ya que “en sesiones anteriores se le solicitó la información financiera de la Alcaldía, pero nunca la entregó, y presuntos malos manejos de los fondos de la comuna”.
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