Denis Martínez es el único pitcher latino en lanzar un Juego Perfecto en la historia de las Grandes Ligas. El miércoles, sin embargo, estuvo cerca de tener un compañero en esa lista, de no ser porque un mal fallo privó al venezolano Armando Galarraga, de experimentar la gloria que le aguardaba.
Martínez forjó su obra cumbre la tarde del 28 de julio de 1991 ante los Dodgers en Los Ángeles. Esa faena, junto a su extensa y consistente carrera, hizo de Denis un punto de referencia entre los tiradores hispanos, algo con lo que Galarraga coqueteó el miércoles, hasta antes del terrible fallo del juez.
Tras retirar a 26 hombres en fila, Galarraga asistió a la inicial mientras Miguel Cabrera se movía a fildear una rola entre primera y segunda. Y aunque el tiro llegó a su guante antes que el corredor Jason Donald pisara la base, el umpire Jim Joyce decretó zafe ante el asombro de todos y echó a tierra el Juego Perfecto.
- “No estoy de acuerdo en utilizar repeticiones instantáneas para todo. Creo que deben ser usadas para situaciones extremas, pero no para dilucidar cualquier jugada, más si es una de apreciación”, dijo Denis Martínez, el latino más ganador en la historia con 245 éxitos.
“Haber lanzado un Juego Perfecto es algo que me llena de mucho orgullo a mí, y sé que a mí país también. Así que puedo imaginar el pesar que sienten los venezolanos por su compatriota, pero no hay duda que ese muchacho los representa bien”, dijo Martínez.
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“No sé, pero creo que yo por lo menos le hubiera tirado la bola al juez. La verdad, no sé cómo habría reaccionado en un momento así. Es difícil saberlo. Pero de lo que sí estoy seguro es que Galarraga nos ha dado una gran lección a todos”, asegura Martínez a LA PRENSA, desde Corpus Christi, Texas.
Denis, quien se desempeña como coach de pitcheo para los Cardenales de Springfield en la Liga de Texas, categoría Doble A, afirma que su Juego Perfecto es lo más grande que le pasó en su vida como lanzador de Grandes Ligas y que ha sido una pena cómo Galarraga fue privado de ese privilegio.
BIENVENIDO AL CLUB
¿Cuando se dio el fallo que afectó a Galarraga qué pensaste?
“No, no puede ser”, me dije. No era justo que un factor externo, es decir un juez, que no ejecuta jugadas o no toma turnos tuviera una incidencia tan terrible en un juego de esa magnitud. Pero pasó. Ahora sé que el juez no lo hizo con mala intención. Ha sido un hombre valiente que ha dado la cara y ha reconocido su error. Eso es admirable.
¿Qué te pareció la reacción de Galarraga?
Más admirable todavía. Ese muchacho nos ha dado una gran lección a todos. Yo, como te dije, no sé cómo hubiera reaccionado. Yo me metía al juego con mucha intensidad y un error de ese tipo te puede llevar a reaccionar de una forma inapropiada, sin embargo Galarraga fue todo un profesional y nos ha llenado de orgullo a todos los latinos.
Si te encontrás con Galarraga, ¿qué le dirías?
Primero le diría que es bienvenido al club. Él lanzó un Juego Perfecto aunque no esté en los libros. Pero está entre nosotros. Todos sabemos que es así. Y además, le daría la mano y agradecería su comportamiento a la altura. Para mí es un ejemplo. Exhibió una gran madurez y una sencillez extraordinaria. Yo estoy orgulloso de él.
La emoción de un Juego Perfecto, ¿cómo es?
No lo puedo definir con palabras. Para mí fue un momento de extrema felicidad. Es una alegría inmensa. Y además tuvo un especial significado porque lo recibí como un regalo de Dios por el giro que di a mi vida. Por eso a Galarraga le digo que viva, que goce este momento. Son emociones que no se dan todos los días. Es una emoción total.
¿Tendrá más chances Galarraga?
Cada vez que abrís un partido la posibilidad de lanzar un Juego Perfecto está ahí, pero la historia nos dice que no es fácil de conseguir. Sin embargo, creo que a pesar de todo, Galarraga ganó más porque además de reconocimiento obtuvo respeto y admiración de todos. A veces lanzás perfecto y eso no te hace admirable. Así que él no ha perdido.
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