Viena/EFE
Un joven rumano de 20 años consiguió viajar de Viena a Londres en el fuselaje de un avión del Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), con temperaturas de hasta 41 grados centígrados bajo cero, informó hoy la televisión austríaca ORF.
Peter Kleemann, portavoz del Aeropuerto Internacional de Viena, confirmó que se ha abierto una investigación sobre el caso.
Según la ORF, el polizón, de nacionalidad rumana, relató a la policía londinense que, sólo porque quería “irse y buscar trabajo”, se deslizó por debajo de una valla del aeropuerto vienés y se mantuvo escondido a la espera de una oportunidad para subirse a cualquier avión.
Luego pudo introducirse sin ser descubierto en un “Jumbo-Jet” del primer ministro de los EAU, que había llegado a Viena sin pasajeros y estaba aparcado en un lugar apartado de las pistas.
Finalmente, el avión despegó en la noche del domingo pasado hacia Londres, sin pasajeros comerciales a bordo.
Tras el aterrizaje en el aeropuerto de Heathrow, el polizón se cayó del fuselaje y los expertos estiman que tuvo suerte, porque pudo sobrevivir a las bajas temperaturas durante el vuelo de más de dos horas, aunque presentó señales de congelación.
El caso ha desatado un debate sobre la seguridad del aeropuerto vienés, y en especial sobre la vigilancia del aérea rodeada por 22 kilómetros de vallas.
El director de la Policía de Schwechat, Leo Lauber, subrayó que “las normas de seguridad son muy altas”, con cerca de 1,200 funcionarios del aeropuerto y de la policía dedicados a ese fin, pero que es prácticamente imposible garantizar una seguridad al cien por cien en un área tan grande.
