CORRESPONSAL
Las cucarachas merodean por doquier y las moscas hacen de las suyas y hasta retrasan cirugías en el hospital de referencia regional César Amador Molina, en la ciudad de Matagalpa, donde incluso entran perros callejeros y transitan por cualquiera de los pasillos del centro asistencial.
Pacientes y visitantes reconocen que el personal de limpieza ha duplicado esfuerzos por mantener aseado el hospital y que los médicos y enfermeras atienden con amabilidad, pero se quejan por la presencia de insectos y perros en los salones donde están los enfermos.
- El hilo que está llegando al Hospital San Juan de Dios, de Estelí, que sirve para cerrar heridas después de un procedimiento quirúrgico, es de muy mala calidad, porque se revienta con facilidad.
Explicó que, en el caso de los hilos, pierden calidad debido al viaje. Son de fabricación china o hindú y el problema es por las condiciones de viaje de estos materiales, que hacen que pierdan su fuerza, indicó.
Precisó que en el hospital tienen 800 mil córdobas para comprar los medicamentos que faltan. Vamos a comprar ahorita hilos de sutura, glindamicina, reactivos de laboratorios, nosotros hasta estamos comprando los pámper, hasta la leche que necesitan los niños en neonato, afirmó.
El galeno añadió que enfrentan problemas con algunos medicamentos que no hay en el país, que sirven para tratar padecimientos cardíacos.
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Faustino Blandón, originario de El Tuma-La Dalia, quien llegó con una enfermedad que él denomina “tipo infección”, estuvo internado varios días en la sala de cirugías del hospital y relata que “la limpieza la hacen diario y se mira el movimiento”, pero el servicio higiénico y el lavamanos “están malos” en la sala que compartió con otros enfermos.
Mientras estuvo interno, este paciente fue acompañado por su hijo Olman Blandón, quien detectó la presencia de cucarachas en la sala.
Después de vivir esa experiencia, Blandón recomienda “que cada paciente traiga su matacucarachas, su cloro para que le eche al inodoro, detergente para que lo lave, su paste, sus guantes, todo eso incluilo”.
“¡Y matamoscas para el quirófano!”, intervino en tono irónico una cirujana que prefirió el anonimato.
Esta especialista afirma que el problema de las moscas en el quirófano “es serio”, porque afecta la esterilización requerida en ese sitio.
Según la cirujana, “la gente no hace caso en cerrar todas las puertas, uno las pasa cerrando y la gente las pasa abriendo, porque como dicen que ahora las puertas tienen que estar abiertas, entonces que nos compren matamoscas para matar las moscas que están en el quirófano”.
AUTORIDADES CALLAN
Desde marzo pasado el Ministerio de Salud (Minsa) inició una campaña denominada Atención con Cariño y Calidad Humana en los Servicios de Salud, en virtud de la cual familiares y acompañantes de los pacientes internos pueden ingresar y circular por el hospital sin restricciones.
Pero, además del problema de las moscas, la cirujana señala la plaga de cucarachas que hay en los vestidores del quirófano, lo que se agrava cuando algún médico deja comida en su respectivo casillero. Dijo que ella suele llevar insecticida para exterminar las cucarachas que hay en su depósito.
Un joven que trabaja en limpieza en el mismo hospital, que igual exigió el anonimato por temor a ser despedido, señaló que las cucarachas llegan por las tuberías de los lavamanos y servicios higiénicos en mal estado.
“Hasta hacen nidos” en las paredes huecas del hospital, aprovechando las perforaciones donde han sido desprendidos los tomacorrientes e interruptores de energía en diferentes salas, comentó.
LA PRENSA intentó conocer la versión de las autoridades médicas del hospital matagalpino, pero en la oficina informaron que no había nadie disponible.
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