Después de 42 años, la Universidad Centroamericana (UCA) realiza un Encuentro de Reconciliación con ex alumnos y ex trabajadores que fueron expulsados de la institución entre 1969 y 1971 por conflictos políticos de la época.
Para el economista y abogado Róger Cerda, éste es un acto de nobleza de parte de la institución porque, aunque no tenían una obligación formal, “la institución tenía una obligación moral porque fue una barbaridad lo que hicieron en mi caso y el de Casimiro Sotelo”.
La primera expulsión se dio el 23 de julio de 1966, cuando Casimiro Sotelo fue expulsado por intentar celebrar el Día del Estudiante en los recintos de la UCA, marchando con una bandera de Nicaragua con la inscripción de “23 de Julio”.
El 16 de julio de 1969 Róger Cerda, quien en ese momento tenía 20 años, fue expulsado junto a cuatro estudiantes más. En el acta de expulsión las autoridades de la UCA acusan a los estudiantes de injuriar gravemente a las autoridades, alumnas y alumnos de la universidad, además de culparlos por causar daños a la propiedad privada.
Tras dos meses de huelga fueron reintegrados los expulsados, menos su principal dirigente, Róger Cerda, quien tuvo que salir del país.
Una de las autoridades que firmó el acta de expulsión de Cerda fue Juan Bautista Arríen, quien en ese momento era vicerrector académico.
Cerda señala de absurdas las acusaciones, pues lo que demandaban era que el rector de la universidad, León Pallais, quien además era primo de Anastasio Somoza, pidiera los cadáveres de Julio Buitrago, Alesio Blandón y otros que habían sido asesinados por la Guardia Nacional. Además pedían que se respetara la vida de Doris Tijerino y la de Gloria Campos Traña.
Para Roberto Sánchez Ramírez, quien en 1969 era el subdirector del Centro de Investigación y Acción Social Juan XXIII, a quien despidieron por apoyar a los alumnos, el gesto actual de la UCA es algo histórico en este país. Dijo que el encuentro, que se celebrará esta noche, se ha venido gestando desde 1982.
El padre Silvio Avilez, vicerrector general de la UCA, señala que el encuentro se da en el marco de la celebración del 50 aniversario de la universidad. “Es una celebración que, además de lo festivo, implica para nosotros como universidad tener una mirada reflexiva hacia nuestro pasado, presente y futuro. Representa una oportunidad histórica para fortalecer y renovar nuestro proyecto y mirada de país, involucrando activamente a nuestra comunidad universitaria”, explicó.
Otra expulsión masiva se dio en 1971, afectando a los estudiantes César Aróstegui y José Salomón Delgado. Aróstegui, quien hoy dará un discurso en nombre del grupo de expulsados y despedidos, en el acto que se realizará en el auditorio Xabier Gorostiaga de la UCA, dijo que ésta es una señal del avance y la apertura de la institución.
Los ex alumnos y ex empleados dijeron que están tratando de no hablar de errores, ni de recriminaciones. “Creo que con este gesto la UCA se enaltece, creo que nos está dando un ejemplo de verdadera reconciliación, le está dando al país un verdadero ejemplo de reconciliación. Para reconciliarse hay que ser humilde”, dijo Sánchez.
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