Cuatro años de sudor y trabajo familiar en el cultivo de 12 manzanas de café, en las zonas montañosas de Nueva Segovia, a una altura de 1,550 metros sobre el nivel del mar, le valieron al productor Norlan Daniel Matute Tercero para ostentar este año el reconocimiento al mejor café de Nicaragua.
Un reconocimiento nacional que trascendió fronteras el pasado miércoles al lograr vender en 35.65 dólares la libra de su café.
Matute lleva cuatro años dedicándose al cultivo de este grano.
Tradicionalmente los cafetaleros reciben el pago por cada quintal de café según el precio en que se cotiza este grano en la Bolsa de Nueva York, que cerró ayer a futuro en 146.10 dólares el quintal.
“No podía creer que iba a vender un quintal de café a más de 3,500 dólares”, cuenta emocionado Matute, quien no dejaba de agradecer a Dios lo que él calificó como “bendición del Cielo”.
Matute participó el pasado miércoles en una subasta electrónica internacional que realiza cada año el comité organizador del certamen Taza de la Excelencia, para que los productores ganadores que obtienen un puntaje superior a los 90 en la calidad de su café lo vendan a mejor precio.
Este año países de Europa, Asia y Estados Unidos se disputaron con sus ofertas los mejores cafés que produce Nicaragua en las zonas más alejadas del país.
Matute conquistó el máximo premio del certamen cafetalero al lograr un puntaje de calidad en su café de 94.14.
Ese alto puntaje permitió que Matute lograra colocar 25 quintales de café en el mercado de Japón a un precio de 3,565 dólares por quintal, cuyo ingreso totalizará 89,125 dólares.
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FALTA DE EMPLEO LO OBLIGÓ A SEMBRAR CAFÉ
Hace cuatro años, Matute cuenta que heredó de su padre la finca La Esperanza, ubicada en Mozonte, Nueva Segovia, que por más de 20 años había sido el único sustento familiar.
Al no tener otra alternativa de empleo, este productor segoviano decidió reactivar la finca sembrando café.
La tarea no fue fácil para Matute, porque necesitaba financiamiento para iniciar la siembra. “Con mucho esfuerzo tuve que prestar un dinerito y me puse a plantar varias matitas de café”, comenta.
“Cuando yo entré a la Taza de la Excelencia tenía la esperanza de sacarme un premio, porque realmente necesitaba el dinero para invertir en mi finca que tenía 20 años de producir café, pero que por falta de dinero se dejó de sembrar hasta hace cuatro años que volví a sembrar”.
Matute cuenta que se animó a participar en este certamen cafetalero, que organiza cada año la Asociación de Cafés Especiales de Nicaragua (ACEN), porque en años pasados varias fincas de pequeños caficultores cercanas a su propiedad habían ganado “buenos premios”.
“Yo pensé que también podía ganar porque había retomado el ejemplo de las fincas que habían ganado. Miré el manejo que ellos le daban y empecé a aplicarlo en mi finca”, afirma.
La propiedad de Matute colinda con la finca de un productor que en el 2007 obtuvo el precio récord en Nicaragua, que fue de 47.06 dólares por quintal dentro de esta misma subasta que organiza ACEN.
“Estamos en la misma zona, sólo nos separa la filita de un cerco”, describe con voz alegre este hombre de 30 años.
“Es una zona bendecida, no sólo por su clima, sino por su altura y tipo de tierra”, apunta.
Además de tener una altura de 1,550 metros sobre el nivel del mar, la zona se caracteriza por tener precipitaciones de 1,700 milímetros, con temperaturas promedio de 21 grados centígrados y suelos franco arenolimoso, según describe la ficha de registro de ACEN.
“Esta finca está rodeada de espesas montañas, fuentes de agua cristalinas con una gran variedad de flora y fauna que mantienen el equilibrio del ecosistema”, agrega.
A criterio de Matute, el tener excelentes condiciones climatológicas no es suficiente para producir un café de calidad, porque se requiere del productor un manejo adecuado de sus plantaciones desde el momento de la floración hasta la recolección de la cosecha.
Además, se requiere de un “corte muy selectivo, sólo el madurito, luego de un buen manejo del beneficiado húmedo y seco”.
Matute es padre de cuatro hijos pequeños, que junto a su esposa laboran cada año en la siembra del grano.
Cada año Nicaragua produce cerca de dos millones de quintales de café, que aporta al país cerca de 230 millones de dólares. El café es el principal producto de exportación del país.
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