Foto de La Prensa/AFP
Fue uno de los narcotraficantes más poderosos del cártel del Norte del Valle, una organización criminal del Valle del Cauca (suroeste de Colombia), y se creía Brad Pitt; Ahora Andrés López es un escritor y guionista de éxito que alerta sobre el mundo catastrófico de la delincuencia organizada.
Empezó exorcizando sus demonios con El cártel de los sapos , su primer libro, totalmente autobiográfico y escrito tras las rejas de una prisión estadounidense tras tomar la decisión radical de apartarse del narcotráfico y darse una segunda oportunidad, según explica Andrés López (Cali, 1971) en una entrevista con Efe.
Un libro que, aprovechando la veta abierta por Sin tetas no hay paraso , tuvo su versión televisiva con la serie El cartel , emitida en Colombia por Canal Caracol y que también ha contado con el favor de las audiencias en otros países latinoamericanos.
Con el periodista Juan Camilo Ferrand, su maestro, con quien escribió el guión de El cartel , López abordó después en Las fantásticas el enfoque femenino del narcotráfico, un universo machista en el que los mafiosos sueñan con lujos y, entre esos lujos, están las mujeres hermosas que resaltan porque son bellas o glamorosas; son un objeto más, como un carro (coche) o un avión.
Ese libro, que esta semana se publicó en España con el título de Las muñecas de los narcos (Aguilar), también tiene su exitosa versión televisiva con la serie Las muñecas de la mafia .
CARACTERÍSTICAS DE UN MAFIOSOLa obra, que recoge seis historias reales, tiene como objetivo alertar a las mujeres, especialmente a las adolescentes, de que no pierdan su vida y su juventud al lado de un delincuente cuyo futuro más o menos cercano pasa inexorablemente por la cárcel, en el mejor de los casos, o desemboca en una muerte trágica.
Y es que, entre las particularidades que comparten los narcotraficantes, al menos los colombianos, según los autores, está su gusto por las jovencitas, cuanto más jovencitas mejor. La mayoría de los narcotraficantes s on pedófilos . Están obsesionados por las adolescentes, asegura López.
Otra característica es su infidelidad congénita: Ésa es casi una condición impregnada en el ADN del narcotraficante. Un narcotraficante que se respete tiene que tener cuatro, cinco y más mujeres a la vez, afirma López, quien también tuvo su propia muñeca, la madre de sus dos hijos de 14 y 13 años.
Y también amantes: En mi infinita ignorancia me equivoqué ochenta mil veces, y esas ochenta mil veces yo pensaba que todas estaban conmigo porque de verdad me querían. No me querían, lo que querían era el dinero que tenía a manos llenas. Me creía Brad Pitt.
Y una tercera particularidad de estos delincuentes es, según apunta Ferrand, su tendencia al maltrato, que se deriva precisamente de considerar a sus mujeres como objetos. Son mujeres engañadas. Hay muchos casos de violencia física, psicológica y sexual. b
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