EE.UU. remonta y salva empate

JOHANNESBURGO/AFP

Estados Unidos consiguió empatar 2-2 tras ir perdiendo al descanso 2-0 con Eslovenia, este viernes en Johannesburgo, con un tanto salvador de Michael Bradley en el minuto 82 que resucita las opciones del equipo y evita el pase matemático de los europeos a octavos de final.

Con este reparto de puntos, los eslovenos son líderes del grupo D con cuatro puntos, por dos de los norteamericanos, a la espera de que ingleses y argelinos cierren la segunda jornada de la llave, también este viernes (18h30 GMT).

Los eslovenos se habían adelantado con los tantos en la primera parte de Valter Birsa, con un certero disparo desde fuera del área (minuto 13), y de Zlatan Ljubijankic, que en el 42 aprovechó una contra para irse por velocidad y batir por bajo a Tim Howard, asestando un zarpazo que parecía mortal.

Pero en la segunda mitad, Landon Donovan redujo distancias en el 48 con un disparo cruzado casi sin ángulo y en el 82, Michael Bradley, hijo del seleccionador Bob Bradley, permitió a los estadounidenses salvar un punto que podría ser crucial en su pugna por los octavos.

Tras unos minutos de tanteo, los eslovenos se mostraron más incisivos arriba y provocaron el primer susto, cuando Milivoje Novakovic no llegó a conectar por centímetros en el área un centro de Valter Birsa, que se desquitó en el 13, con un disparo desde fuera del área que supuso el primer tanto.

Los norteamericanos acusaron el golpe y se mostraron incapaces de superar la férrea muralla dispuesta por Matjaz Kek, que cedió el control del juego y apostó sin disimulo por sorprender al contragolpe.

En los últimos minutos de la primera parte, Estados Unidos sitió literalmente la portería de Samir Handanovic.

Primero, con un disparo de falta de José Francisco Torres (36), de origen mexicano, y sobre todo, cuando el defensa Miso Brecko salvó un gol cantado quitándole el balón de los pies a Landon Donovan (39), que había recibido en boca de gol, tras un ‘pase de la muerte’ de Clint Dempsey.

Pero en su peor momento y cuando menos lo merecía, Eslovenia lanzó un contra que permitió a Ljubijankic plantarse en una posición muy favorable ante Howard, al que batió por bajo.

El técnico del ‘Team USA’, Bob Bradley, movió fichas en el descanso, sentando a Torres y Robbie Findley, permitiendo la entrada de Maurice Edu y el ‘brasileño’ Benny Feilhaber.

La reacción no tardó y en el 48, Donovan aprovechó un balón en largo de Steve Cherundolo para desmarcarse por el lado derecho, plantándose en los dominios eslovenos y soltando un derechazo casi sin ángulo que sorprendió a Handanovic.

El portero esloveno pareció, sorprendemente, apartar la parte de arriba de su cuerpo ante el cañonazo del jugador de Los Angeles Galaxy.

Con menos eficacia que en la primera mitad, Eslovenia trató de volver a dormir el partido y aguantar la ventaja hasta el final, con constantes faltas y confiando en la inspiración de su arquero, que salvó el tanto del empate en un disparo de Jozy Altidore (69), tras un barullo en el área.

Con ambos equipos más cansados, el ritmo bajó en la parte final, pero la insistencia de los finalistas de la última Copa de las Confederaciones tuvo premio en el 82: Altidore recibió un balón largo en el área y cedió de cabeza para que Bradley sellara el definitivo 2-2.

En la tercera y última jornada, que se disputará de manera simultánea el miércoles a las 14h00 GMT, Eslovenia se verá con Inglaterra en Port Elizabeth y los estadounidenses tratarán de superar a Argelia en Pretoria.

ENFADADOS

Varios jugadores estadounidenses mostraron su enfado con el árbitro maliense Koman Coulibaly por la decisión de anular un gol de Maurice Edu, que les hubiera permitido ganar su partido con Eslovenia.

“Estoy decepcionado y muy enfadado”, explicó Landon Donovan. “No comprendo por qué el gol (de Edu) fue anulado. Yo no vi ninguna falta por nuestra parte, fue un gol absolutamente válido”, dijo.

“Hemos pedido explicaciones al árbitro, sobre si se trataba de un fuera de juego o una falta, pero no ha respondido. Quizás no habla mucho inglés, pero no nos ha hecho caso, se ha negado a decirlo”, añadió.

El centrocampista Michael Bradley calificó la decisión de “incomprensible”, admitiendo que estaba “furioso”.

Su padre, el seleccionador Bob Bradley, se sumó a las críticas, aunque intentó ser más diplomático.

“En el descanso, hubiera firmado conseguir un punto (los eslovenos ganaban 2-0). Pero ahora que el partido ha terminado, creo que hemos perdido dos puntos”, explicó.

“Nuestro objetivo era ganar. Esa es nuestra mentalidad. Pero bueno, aún seguimos con vida y eso es lo que importa”, añadió.

El defensa Oguchi Onyewu constató que “algunas decisiones del árbitro podían provocar discusión”.

“Pero esto es fútbol. Hay que aceptar esas decisiones y mirar hacia adelante. Es frustrante, pero así son las cosas”, concluyó.