El gobernante Frente Sandinista realizó ayer sin contratiempos y sin incidentes una marcha en respaldo a las autoridades municipales de Boaco que juramentó esta semana el Consejo Supremo Electoral (CSE), pero en el mitin faltó el principal protagonista: Juan Obando, a quien el oficialismo reconoce como alcalde en vez del legítimamente electo Hugo Barquero.
Obando, quien dejó abruptamente el Palacio Municipal de Boaco la noche del viernes, custodiado por agentes de la Policía Nacional, según confirmó Barquero, desapareció del ojo público y su paradero se mantiene en secreto hasta por las autoridades policiales.
Barquero mencionó que se especula que Obando podría estar en Managua o en una finca de este municipio. Nadie más lo confirmó.
También se conoció extraoficialmente que Obando habría solicitado a las altas estructuras de la Iglesia católica su intervención en el conflicto, ya que supuestamente el político estaría interesado en su resguardo físico y hasta en abandonar el país.
El vicario episcopal de Boaco, Juan Moreira Guadamuz, reveló que el viernes delegados del propio Obando lo llamaron telefónicamente y le informaron que está “abatido, confundido e incomunicado”.
“He recibido llamadas, en dos ocasiones, de personas cercanas a Obando, que permanecían en la Alcaldía, y hablan de un estado de ánimo muy abatido, de un estado de confusión, hablan de que Obando está incomunicado. A mí no me consta nada de eso. La única condición que hemos puesto nosotros es que vamos a hablar con Obando si él mismo nos lo pide”, dijo Moreira Guadamuz.
Los comisionados Juan Báez, inspector general de la Policía Nacional, y Luis Barrantes, jefe interino de la Policía de Boaco, dijeron ayer en la tarde que desconocen del paradero de Obando y que no le están prestando protección física.
- El abuso que el orteguismo comete contra las leyes, además del golpe a la democracia que significa, también tiene un costo en pesos y centavos.
Asimismo, se está frenando un proyecto de Tecnologías de la Información y la Comunicación, financiado por el Gobierno de Finlandia, y con el cual se modernizará el sistema informático de la comuna.
Además, Barquero mencionó que están en suspenso el adoquinado de nueve calles, la construcción de un puente vehicular y otro peatonal, entre otros proyectos valorados en 10 millones de córdobas.
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Ambos mandos policiales se limitaron a decir que su misión es resguardar el orden en Boaco, en el Palacio Municipal y a todos los nicaragüenses, pero evitaron confirmar si tienen bajo su resguardo a Obando o dónde estaría.
LA MARCHA DEL FSLN
El FSLN movilizó ayer a sus simpatizantes, tras un fuerte aguacero que azotó a Boaco durante todo el día, pero en el discurso central, ofrecido por el secretario político de la organización y coordinador de los Consejos del Poder Ciudadano en este municipio, José Manuel Fuerte Toledo, el nombre de Juan Obando nunca se mencionó y tampoco se refirieron al futuro que tendrán el Palacio Municipal y la administración de la comuna.
Durante su marcha, el FSLN abandonó sus tradicionales banderas rojinegras y los morteros de fabricación casera, para usar la bandera azul y blanco y cohetes. El oficialismo transportó a sus seguidores en buses.
Barquero denunció que en la marcha realizada por el FSLN ayer en Boaco se movilizó a personal estatal de los municipios aledaños y utilizaron vehículos públicos, los cuales fueron tapados con mantas y lonas.
SOLÓRZANO A BOACO
Para hoy domingo se espera la llegada de monseñor Jorge Solórzano, Arzobispo de la Arquidiócesis de Granada, quien podría intermediar en el conflicto que está a punto de llegar a una semana, si las partes lo solicitan, declaró ayer el vicario episcopal Moreira Guadamuz.
El religioso sostuvo que Obando no está refugiado en la Iglesia católica de Boaco, como se especulaba, y añadió que no ha tenido ningún contacto directo con el desaparecido político.
BARQUERO EN LA LUCHA
Por otro lado, Barquero insistió en que se mantendrá atrincherado “hasta las últimas consecuencias” en el Palacio Municipal, en reclamo a su legítimo derecho de continuar como alcalde electo.
“Sólo me sacará la Policía Nacional a la fuerza, cuando ya no podamos resistir”, dijo Barquero, quien mantuvo su acusación en contra de los agentes del orden público, de estar parcializados a favor del FSLN.
Barquero también anunció que solicitará hoy a la Policía de Boaco un permiso para marchar el lunes, a las 4:00 p.m., “por la dignidad de nuestros pueblos”.
El dirigente liberal explicó que a la movilización invitarán a las personas de todo el país y a todas las organizaciones que respalden el respeto a las leyes y la Constitución.
CONTRAS NO LLEGARON
Los ex contras no llegaron a Boaco, como lo habían anunciado, y una delegación de treinta de sus miembros, que entregaría a Barquero una carta en respaldo a su lucha, tampoco pudo ingresar a la ciudad, debido al mitin del FSLN y al fuerte aguacero, informó Guillermo Miranda.
Organizaciones de la sociedad civil de Boaco, que conforman el Comité de Desarrollo Municipal, publicaron un comunicado “rechazando el rompimiento del orden constitucional ( ) sin haberse seguido los procedimientos que manda la ley en relación con la destitución de un alcalde”.
El vicario episcopal de Boaco, Moreira Guadamuz, también demandó respeto a las leyes y manifestó que la Iglesia católica no quiere favorecer a ninguna de las partes.
“Todos estarán de acuerdo en que es inusual que no se le comunique a una persona que está siendo destituida y que no le informen las causales, ni se le entregue el acta de destitución ( ) y que el Consejo Supremo Electoral, que debe esperar al menos 15 días para juramentar a las nuevas autoridades, haya resuelto en el término de la distancia y aceptado el acta, juramentando al nuevo alcalde”, precisó el vicario Guadamuz Moreira.
Boaco quedó ayer bajo el frío de la noche, con un cielo pesado y sin estrellas. Con un alcalde legítimamente electo y atrincherado en el Palacio Municipal por ya casi una semana. Los agentes antimotines regados a los alrededores del edificio de la comuna, manteniendo el orden y con una alimentación que deja mucho que desear. Y con un desaparecido: Juan Obando.
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