14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

“El campo de lucha es la calle”

El problema —explica este ex combatiente contra la dictadura somocista— radica en la oposición política que tiene el país pues “está rezagada frente a Ortega” y los poderes del Estado cada vez permiten más coimas, negando al ciudadano un mejor futuro. “Los diputados están actuando de espaldas al pueblo”, asegura el también escritor de diferentes libros contra el “régimen” orteguista.

Onofre Guevara López Movimiento contra la reelección y el fraude

Fotos de La Prensa/ Uriel Molina

El periodista, escritor y fundador del Movimiento contra la reelección y el fraude no tiene reparo en calificar a Daniel Ortega como “dictador” por utilizar todas las armas que estén a su alcance para violentar la Constitución Política de Nicaragua, con tal de asegurarse la Presidencia en el 2011.

El problema —explica este ex combatiente contra la dictadura somocista— radica en la oposición política que tiene el país pues “está rezagada frente a Ortega” y los poderes del Estado cada vez permiten más coimas, negando al ciudadano un mejor futuro. “Los diputados están actuando de espaldas al pueblo”, asegura el también escritor de diferentes libros contra el “régimen” orteguista.

Guevara fundó el pasado marzo dicho movimiento con la ayuda de antiguos comandantes de la revolución sandinista, entre éstos Henry Ruiz y Víctor Tirado, además de otros combatientes como Hugo Torres, Víctor Hugo Tinoco y Mónica Baltodano, estos dos últimos diputados de la oposición.

Sin embargo, muy poco se conoce de este movimiento, que por entonces busca “concienciar a la población”, estando claros que el tiempo corre en su contra y que para movilizar a un pueblo se necesita más que palabras, acciones.

Pero Guevara insiste que la movilización desde los departamentos es el primer paso y la insurrección callejera, que sería darle la misma medicina al presidente Ortega, la próxima tarea “pues sólo así se podrá detener los atropellos”. Pero a diferencia del mandatario sandinista, Guevara asegura que este movimiento no trabaja para ganar adeptos y luego lanzarse como un partido político, sino que trabaja por el individuo que no sabe por quién votar y que es consciente que su futuro está en juego, por eso mismo “queremos quitarle el temor a la gente de luchar”, dice Guevara.

¿Cuándo toma la decisión de crear el Movimiento en contra los intereses del presidente Ortega?

Todo inició con la publicación de mi libro Volver con el frente marchito: Perfil del orteguismo , pensé que era el momento en compaginar mi actitud crítica permanente que he tomado durante 15 años con una actividad política, por eso decidí hacer una invitación a determinadas personas que consideré que podían responder a esa inquietud. Todo empezó un 2 de marzo con ese fin.

Para quienes no han leído su libro, el mismo que le inspiró para conformar el movimiento ¿cuál es el contenido?

El libro recopila 126 artículos referidos al orteguismo; todas las manifestaciones negativas que han venido proyectando desde la ruptura con el orden constitucional después del 2008, cuando se produce el fraude electoral en las elecciones municipales. El contenido de la crítica a ese fraude forma parte del contenido del libro, pero mi crítica es desde mucho antes cuando Daniel Ortega se lanza nuevamente a la Presidencia marginando a otros para imponer su candidatura.

No se trata de una selección cronológica al sistema integrado por el gobierno de Daniel Ortega, sino de denunciar la actitud déspota y arbitraria de Ortega que comienza a lo interno del mismo partido Frente Sandinista.

Usted, quien combatió contra la dinastía somocista y hasta compartió celda con Daniel Ortega, ¿por qué toma la decisión de levantar un movimiento en su contra?

Yo conocí a Daniel Ortega en la cárcel en 1968. Estuve casi seis meses con él y otros miembros del Frente Sandinista. Yo ahí empecé a conocer la personalidad de Ortega. Era un ex estudiante metido en actividades conspirativas, pero no era una personalidad en Nicaragua. Era un hombre normal con ciertas actitudes autoritarias dentro del mismo grupo del Frente Sandinista que formaba una célula interna desde la cárcel.

Daniel Ortega siempre tuvo una actitud arbitraria, autoritaria hasta con sus compañeros del mismo partido, nunca demostró ser un dirigente capaz de convencer con la palabra, con la razón, con principios a otro, sino que su actitud fue represiva frente a quienes no compartían su criterio. Tanto así que yo salí en noviembre de 1968 de la cárcel y pocos días después apareció un titular a ocho columnas en LA PRENSA que decía renuncia Axel Somarriba al FSLN. Esa renuncia es consecuencia a ese hecho que ocurrió cuando yo compartía celdas con ellos.

Dado la actitud que vi de Ortega y todo lo que ha pasado a lo largo de la historia puedo decirte que es el mismo hombre; pues tiene la misma actitud déspota que intimidaba a sus compañeros del Frente Sandinista en aquel tiempo, pero ahora dirigido a la sociedad nicaragüense. A Daniel no le interesa las leyes, no le interesa la Constitución; su interés es consolidar el poder y continuar en él hasta donde le sea posible, y no lo podemos permitir.

¿Existe un plan programado para evitar la reelección? ¿Aspiran convertirse a un partido político?

No aspiramos a correr en un futuro como un partido político, por muchas razones que tenemos, entre ellos, uno, porque para ser un partido político hay que elegir una directiva, una jerarquía, una cúpula; nosotros pretendemos enviar el mensaje a la población para que se incorporen a la lucha contra la reelección y el fraude de una forma igualitaria con una participación democrática y amplia.

Las principales acciones del movimiento es organizarse en los diferentes territorios, y hasta este momento contamos con cinco departamentos organizados, entre ellos, Nueva Segovia, Estelí, Rivas, Managua y Granada.

Por eso, en este movimiento no creamos directiva sino que le pedimos a los mismos dirigentes departamentales que se propongan como miembro de un comité de coordinación. La idea es que ellos se fijen sus tareas. No tenemos caudillos sino coordinadores y colaboradores. No queremos llegar a plantarnos como líderes, sino que queremos advertir a la población de las repercusiones que esto traería en el futuro, gracias a las acciones atropelladoras del orden constitucional por parte de Ortega.

¿Cómo evaluaría la actitud de los partidos de oposición ante esos atropellos?

Desde ese punto de vista la oposición en general está rezagada frente al avance del orteguismo. Nosotros le planteamos esto a los ciudadanos cuando nos reunimos; nuestro movimiento está iniciando, apenas tenemos cuatro meses y el orteguismo tiene mucho más, pero no es imposible evitar una reelección, porque el pueblo está vivo y alerta, aunque guarde silencio ahora.

Ahora no sólo los partidos de oposición, ¡todos los poderes del Estado están en manos del orteguismo! Hasta la Asamblea Nacional, mira cómo diputados han actuado de espaldas al pueblo.

Muchos de ellos (diputados) son representantes teóricos, respondiendo a intereses individuales del caudillo de turno que nos manda, son políticos que están viendo los toros de largo, por eso nosotros no podemos esperar que sean ellos (partidos de oposición) los que vayan a resolver, porque no han sido capaces de frenar las decisiones de Ortega como el fallo ilegal de la Corte Suprema de Justicia, que supone la reelección del mandatario.

Daniel, no es una simple figura política, es y funciona como un dictador político. Lo que pasa en el Poder Judicial es como un clímax de un proceso de descomposición en Nicaragua, pues se han convertido en un instrumento de la política autoritaria de Daniel Ortega.

El Poder Judicial y Electoral está armado con instrumentos ilegales, no están desarmados como muchos creen. Sobornar a quienes no quieran responder a sus intereses mezquinos o como es el caso de los alcaldes, sacarlos de su cargo para garantizarse desde las alcaldías dinero municipal, demuestra lo mal que estamos en Nicaragua.

El movimiento contra el fraude puede venir a concienciar pero ¿qué acciones posteriores tienen ustedes para evitar la reelección en el 2011 de Daniel Ortega?

El arma es la unidad popular, el campo de lucha son las calles. Podemos levantar la consigna de la insurrección, el pueblo puede insurreccionarse frente a estas ilegalidades; si se atropella la Constitución se está atropellando el orden jurídico nacional y sin orden jurídico cualquier aventurero político armado de dinero y de poder puede hacer cualquier cosa y el pueblo tiene derecho a responder con una insurrección no agresiva, pero defensiva.

Nosotros no pretendemos hacer campaña en este momento, pero al mismo tiempo que tratamos de despertar a la gente, queremos quitarles el temor.

¿Y qué hace falta, a qué esperan para incentivar al pueblo a salir a las calles?

Pues sí, yo sé que ya está atropellada por todos lados (la Constitución), pero eso intentamos hacer que el pueblo responda en las calles y para eso nosotros no estamos pidiendo identificación ideológica. Además hay un dato curioso, donde hemos visitado están desencantados del orteguismo, del arnoldismo e incluso de las actitudes vacilantes de Eduardo Montealegre, y ya no digamos con los pocos de corruptos que están en la Asamblea Nacional.

Queremos darle un poco de la misma medicina a Ortega. Recordemos que lo primero que hizo éste en los años noventa fue lanzar a los sectores populares que le respondían a las calles, entonces si Daniel pudo hacer eso engañando al pueblo, nosotros podremos hacerlo diciendo la verdad.

¿Por qué no levantan desde ahora a las masas?

Si nosotros convocamos a una marcha contra una determinada situación, seguramente vamos a fracasar porque estamos improvisando, y no nos conviene, pero tampoco pensamos organizar para que pueda responder dentro de 20 años, sino para que respondan en un determinado momento.

Porque fíjate que las desventajas políticas y ventajas no son eternas son temporales y ahorita Daniel Ortega puede contar con un aparato político fuerte pero nosotros nos hemos dado cuenta en los departamento que los Consejos del Poder Ciudadano son repudiados, no representan a nadie, pues presionan en lugar de ayudar.

¿Por qué un ciudadano debe creer en este movimiento?

No solamente este movimiento está en desventaja, toda la oposición también lo está, pero tampoco estamos pensando que con unas elecciones del 2011 se acaba la lucha, aquí habrá de acuerdo a como se desarrolle los comicios presidenciales tareas que deberemos afrontar con la movilización popular.

¿Es decir que creen en una reelección de Ortega y que aún así pretenden mantener el movimiento funcionando?

Con mucha más razón porque habrán objetivos mucho más inmediatos con los cuales enfrentarse.

¿Cree que Ortega va a llegar a reelegirse entonces?

No es de creer o no creer, él está atropellando la Constitución para destruir obstáculos que se le interpongan con tal de participar en el 2011. Pero nosotros no estamos poniendo los ojos en el 2011 estamos poniendo los ojos ahorita en el nombramiento de los funcionarios porque la oposición no está en la capacidad desde el punto de vista parlamentario de parar a los orteguistas, entonces ante esta deficiencia nosotros tenemos que seguir movilizando al pueblo para que aborde nuevas tareas y de inmediato.

¿De inmediato?

El tiempo está por definirse. b

La Prensa Domingo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí