Arlen Martínez Abarca tiene 23 años y fue la única de su familia que no optó por estudiar contabilidad. En su lugar escogió una rama médica y se especializó en bioanálisis clínico.
Cuenta que, debido a que su familia tiene una empresa que lleva las cuentas a varios negocios, sus padres y hermanos sólo hablan de contabilidad en casa, y ella, hasta hace poco, no podía participar en las conversaciones porque no entendía absolutamente nada de lo que hablaban.
Hace una semana empezó a cursar el seminario de contabilidad Uniaccount y afirma que desde el primer día pudo comprender todos aquellos temas “extraños” que escuchaba en su hogar.
“El curso es bastante sencillo, tiende a reducir los conceptos a lo más básico. En poquitos días uno se va familiarizando con los conceptos, con los movimientos que tiene que hacer un contador”, explica, notablemente satisfecha con lo aprendido.
El curso tomado por Martínez consiste en “la unificación de la contabilidad, de tal manera que no es necesario memorizar un mar de conceptos”, según explica el expositor del seminario y certificador, Alfredo Lacayo Evertsz.
Lacayo explica que el curso consiste en comprender la contabilidad partiendo de los conceptos más elementales. En 10 horas de enseñanza los estudiantes (incluso aquellos que llegan sin conocimiento alguno sobre contabilidad) pueden resolver problemas complejos, que les permitirán conocer la contabilidad de la empresa o negocio donde trabaje.
“La idea es apoyar, porque si estamos mejor capacitados para registrar las cuentas en el negocio, estamos contribuyendo más a la economía, nos estamos fortaleciendo y nos ayudamos todos”, afirma el instructor.
El curso empezó a impartirse el año pasado, y hasta el momento ha capacitado a unas 350 personas, principalmente empresarios de pequeños y medianos negocios, ingenieros, abogados y estudiantes universitarios.
Lacayo explica que hay muchas personas con intenciones de establecer sus negocios, pero que no saben cómo llevar sus cuentas, lo cual es vital para el éxito de cualquier empresa.
“Si yo llevo mi contabilidad atrasada no puedo tomar decisiones oportunas, no puedo darme cuenta si una política que acabo de implementar me está favoreciendo mis ventas o me las está afectando”, enfatizó.
El instructor recomienda que cuando un empresario tiene los conocimientos suficientes de contabilidad, puede eliminar el “divorcio” que generalmente hay con el departamento de contabilidad.
“Nosotros no estamos diciendo que las personas salen de aquí con el equivalente a un título en contabilidad, no es el caso, es más que todo para empresarios que tengan mejor comunicación con su contador y que entiendan el criterio contable”, destacó.
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