La Habana/ AFP
Cuba recordó ayer el décimo aniversario del regreso a este país del niño náufrago Elián González, eje de una ácida disputa entre anticastristas de Miami y el Gobierno de la isla.
El ahora joven estudia para oficial de las Fuerzas Armadas. “El dolor de la tragedia quedó atrás” y Elián vive ahora “feliz como cualquier otro adolescente, junto a sus familiares y hermanos”, señaló el diario Juventud Rebelde, que dedicó una página entera a contar la saga del balserito, convertido en símbolo de la revolución cubana.
Ha pasado una década desde la disputa de siete meses que todo el mundo siguió de cerca a través de los medios de comunicación.
Elián ahora tiene 16 años y viste uniforme verdeolivo como estudiante de la escuela militar Camilo Cienfuegos (preuniversitario), donde se prepara como futuro oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
La odisea de Elián comenzó cuando su madre, Elizabeth Brotons, y otras 11 personas intentaron abandonar ilegalmente Cuba en un bote que naufragó a pocas millas de la costa de Florida, Estados Unidos, el 22 de noviembre de 1999.
Elián fue rescatado por pescadores, pero su madre y otras 11 personas murieron ahogadas.
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