Un nuevo gol de David Villa, el cuarto en cinco marcados por la Roja en el Campeonato Mundial Sudáfrica 2010, clasificó ayer a España a los cuartos de final, desbloqueando un intenso duelo ibérico con Portugal y engrandeciendo a una selección que demostró su madurez a la hora de competir en un partido a vida o muerte en Sudáfrica. Villa clasificó a España, campeón de Europa, para unirse en la siguiente ronda a grandes selecciones como Argentina, Alemania y Brasil, que ya tenían asegurados sus boletos. Paraguay, por su parte, doblegó a Japón en ronda de penales para también conseguir su pase.
Información en suplemento Sudáfrica 2010
LA PRENSA/AFP/CARL DE SOUZA