CORRESPONSAL/ JINOTEGA
Dos campesinos perecieron ahogados el pasado jueves cuando trataban de salvar una vaca parida que era arrastrada por una corriente del crecido río Coco. El semoviente se salvó, no así los campesinos quienes se ahogaron.
Los cuerpos de los infortunados campesinos Cornelio Rivas, de 28 años, y Norlan Díaz, de 19, fueron recuperados en horas de la madrugada de ayer a varios kilómetros, del sitio conocido como La Bujona, municipio de Wiwilí, Jinotega, hasta donde fueron arrastrados por las embravecidas aguas.
Ambos campistos se dispusieron a trasladar un lote de ganado de Jinoteguita, Wiwilí, al otro lado del río Coco, Wiwilí, Nueva Segovia, cuando una vaca parida, intempestivamente fue arrastrada por la corriente y al ver ellos la situación, se lanzaron al río, sin medir las consecuencias, buscando cómo alcanzar el semoviente y ponerlo a salvo, siendo arrastrados, según informó un transportista de la zona.
POLICÍA CONFIRMA
Consultada la vocera policial de Jinotega, subcomisionada Martha Lorena Duarte, confirmó el lamentable suceso y manifestó que “luego de ser rescatadas las víctimas, kilómetros abajo de La Bujona, hasta donde se los llevó la corriente, fueron entregados a sus familiares en Wiwilí, Jinotega, en la madrugada de ayer, siendo reconocidos por pobladores y familiares.
Los difuntos serán enterrados hoy sábado.
No se pudo conocer el nombre del dueño del ganado que arreaban los campesinos.
El río Coco, frente a los dos municipios de nombre Wiwilí, es bien caudaloso y ancho, pero en la temporada de invierno se torna más peligroso debido a que su caudal se incrementa.
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