Por Randolph E. Schmid
WASHINGTON/AP
El fenómeno climático conocido como La Niña parece estar surgiendo, con su amenaza de nuevas malas noticias para los que intentan contrarrestar el derrame de petróleo en el Golfo de México.
Cuando se produce La Niña, tiende a haber más huracanes que lo habitual en el Golfo de México y en las costas atlánticas y del Caribe de América Latina.
El Centro de Pronóstico del Clima en Estados Unidos dijo este jueves que La Niña probablemente aparecerá en julio y agosto.
El fenómeno se caracteriza por un enfriamiento inusual del Océano Pacífico tropical. La temperatura del agua afecta la presión atmosférica y los vientos, lo cual provoca a su vez cambios climáticos en muchos lugares del mundo.
La cizalla del viento —la diferencia entre la fuerza del viento a baja y mayor altura— aumenta en el Pacífico y se reduce en el Atlántico.
Una cizalla fuerte reduce los huracanes al volverlos incapaces de elevarse, en tanto una cizalla menor significa que el huracán puede elevarse y cobrar fuerza.
Por eso, según el centro, “tiende a haber más huracanes en el Atlántico durante La Niña debido a la ampliación de la zona de cizallas eólicas verticales bajas”.
Además, durante La Niña, se forman más huracanes en el trópico a partir de ondas orientales africanas. Estos sistemas tienen mayor probabilidad de convertirse en huracanes poderosos y de amenazar Estados Unidos y las islas del Caribe, según el centro, una dependencia de la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera.
El pronóstico para la temporada actual de huracanes es de 14 a 23 tormentas con nombre, de las cuales entre ocho y 14 serían huracanes y entre tres y siete serían huracanes de gran potencia.
El centro señaló que en junio, la temperatura en la superficie del mar descendió en el Pacífico ecuatorial, con zonas frías en el centro y el este. Además, aumentaron las precipitaciones en Indonesia, en tanto que la zona de precipitaciones reducidas se extendió hacia el oeste sobre el Pacífico ecuatorial occidental y central.
Combinadas con los cambios de vientos en el Pacífico, “estas anomalías oceánicas y atmosféricas reflejan las condiciones de La Niña en desarrollo” que probablemente se prolongarán hasta comienzos de 2011.
La Niña apareció por última vez entre el otoño boreal de 2007 y la primavera boreal de 2008. El fenómeno opuesto, El Niño, está vigente desde la primavera boreal de 2009.